De nuevo mi vida es acogida por la obscuridad, de nuevo siento como las fuerzas menguan de mí, como me abandona cada respiro de mi alma, como el frio se apodera de mi ser, puedo sentir los débiles latidos de mi corazón destrozado, lastimado hasta un punto cercano a dejar de latir, mis respiraciones son hondas y prolongadas, emana de ellas una emoción de tristeza, y es que hasta el respirar lo convierto en un suspiro interminable que solo me sume más en mi soledad.
Continuo “viviendo” lo mejor que puedo, hago casi todo en automático y pareciera que el volumen de mi vida ha bajado, me cuesta escuchar a las personas ya que mis diálogos internos siempre ocupan la mayor parte de atención, veo a esas personas que son mis amigos tratando de alentarme, argumentando de maneras validas el porque estoy cometiendo un error al “dejarme caer” como lo estoy haciendo.
Pero yo no creo que mi comportamiento sea a propósito, no estoy intentando de manera deliberada el permanecer en este estado ¿o sí?, francamente no estoy segura por completo, quizás mi subconsciente me esté haciendo una mala jugada, solo sé que debo seguir avanzando, solo sé que no puedo quedarme encogida en mi cama llorando sin parar, solo sé que en algún momento esto que estoy viviendo pasará…
Francamente no comprendo cómo se puede pasar de un polo a su completo opuesto en cuestión de nada, creo que es por eso por lo que debemos aprender a valorar el hoy, debemos abrazar nuestra vida, especialmente en los mejores momentos, debemos aprender a aferrarnos igual de fuerte o más aun a esas experiencias que nos hacen vibrar de emoción, de la misma manera que lo hacemos con nuestros malos momentos.
Pero por alguna razón parece que tenemos una tendencia a permanecer más en los momentos dolorosos y difíciles, ya que nos cuesta mucho salir de esas situaciones, y lo peor de todo es que mientras estas dentro de ellas parece que no tuvieran fin, pareciera que nuestra vida estuviera condenada a vivir en ese eterno tormento, y perdemos la objetividad de la vida y de aquello que estamos viviendo.
Pero en el fondo de mi yace una esperanza a la cual me aferro, sé que en algún momento llegará aquel que me abrazará tan fuerte que unirá todas mis partes de nuevo.
Autor: Sunky