Todos hemos llorado alguna vez y todos hemos pasad por situaciones difíciles que nos han hecho llorar, llorar por noches enteras, por meses e incluso algunas heridas pueden durar una vida; eso es muy cierto. Pero en ocasiones no podemos darnos cuenta que algunos problemas a pesar de que nos dañan de una manera inexplicable son más débiles que nosotros, que se pueden romper si nosotros se los permitimos; se pueden romper y destruir, desaparecer de nuestra vida si nosotros, si tan solo nosotros les damos el empujón que necesitan. No te quedes ahí a pesar del problema, a pesar de que sabes que te encuentras en una situación difícil y piensas que no pedes seguir más; que no puedes seguir adelante porque has agotado todas tus energías, porque has agotado todo lo que tenías.
Un día si tú lo permites saldrá el sol y te darás cuenta de que las cosas no eran tan relevantes, que de hecho, no merecían la importancia que tú les distes. te darás cuenta que perdiste demasiado por un problema al cual pudiste vencerlo siendo fuerte y nunca enfocando tu corazón en él. Te darás cuenta que desperdiciaste muchas noches pensando en que no había una solución, en que quizá no podrías seguir adelante porque todo se había terminado. Pero ese día, ese día podrás darte cuenta que era todo lo contrario, que podías seguir adelante pero que tú misma te pusiste obstáculos para no poder seguir haciéndolo, que perdiste demasiado tiempo pensando en esos problemas entregándoles tus noches llorando pensando y regresando siempre al problema.
Cometemos un terrible error cuando sabemos que a pesar de que ese problema, ese recuerdo, esa persona o algo nos esta haciendo daño, solemos regresar a él, siempre regresamos él recordándolo durante el día, no enfocarnos en otra cosa más que en esa persona o situación que nos mantiene con una herida abierta y formando algunas otras en el corazón. No te preocupes si te encuentras algo o incluso a alguien que te recuerde esa situación tan dolorosa, si llega a pesar esto trata de ignorarlo y sustituir esos pensamientos negativos con pensamientos positivos, con recuerdos de esas personas que te llenan de felicidad y que te demuestran que estarán ahí para siempre; recuerda sustituir esos pensamientos con metas que te has planteado y que con tu esfuerzo has logrado. Deja de pensar en eso y mejor comienza a pensar en todas esas cosas que tienes por realizar, pues necesitas enfocarte más en lo que realmente vale la pena y no en cosas del pasado que no volverán, en cosas que quizá siguen ahí porque tú misma las has atraído y no sabes ahora como desacerté de ellas.
Verás que el día que permitas que el sol vuelva a salir en tu vida a pesar de las heridas, a pesar de los recuerdos y de las malas situaciones te darás cuenta que no valió la pena desgastarte, desgastar todas esas lagrimas y buenas oportunidades que quizá dejaste ir por seguir pensando en algo que nunca valió la pena pero que por una u otra razón tomó importancia en ti.