Habrá quien disfrute de ver el sufrimiento en los demás, pero la mayoría nos sentimos más cómodos cuando las personas sonríen y se la pasan bien, es por eso que cuando te saludan con un “¿Cómo estás?”, es considerado incluso falta de respeto decir que estas mal, obviamente estoy hablando de ambientes laborales, escolares etc. Donde las relaciones son superficiales, y donde solo “se pretende” tener un interés en los demás, pero eso solo apariencia, porque en cuanto alguien se muestra con problemas reales todos a su alrededor desaparecen, y pareciera que se hubiera contagiado de una enfermedad mortífera y contagiosa.
Así es nuestro mundo, un mundo de apariencias, en donde todos miramos a todos, y nadie sabe de nadie, no sabemos porque no queremos, nos agrada inventar historias en nuestra mente, historias de lo que viven, lo que piensan y lo que sienten los demás, pero nada es perfecto, y si bien es cierto que nos molesta ver a alguien llorando todo el tiempo, parece que es incluso más molesto e intolerante aun para los demás ver a alguien que parece feliz todo el tiempo, yo nunca he hablado con mis vecinos, no suelo ser una persona muy social, además de que estoy muy decepcionada de este tipo de relaciones superficiales que lo único que hacen es quitarte el tiempo.
Pero he visto como mis vecinas me señalan con el dedo e incluso alcanzo a escuchar aquello que inventan sobre mí, murmuran e inventan cosas sobre mí solo porque siempre me ven sonriendo, pero ¿Qué saben ellas de mí?, si hay ocasiones en las que ni yo misma me entiendo, no soy obviamente una persona que este feliz todo el tiempo, la verdad es que tengo más razones para llorar que para reír, pero decido reír como una muestra de respeto hacia todas aquellas personas que no me conocen, prefiero dar una imagen de la cual los demás se puedan sentir despreocupados por completo.
Mi vida no es perfecta ni mucho menos, tengo tantos problemas como cualquier persona, pero yo decido sonreír, solo porque me parece más correcto y porque de alguna manera me termino convenciendo de que todo está bien, porque las personas te darán la mano más fácilmente con una sonrisa que llorando, lo hago porque me resulta más práctico, más cómodo, pero nadie sabe realmente todo el dolor y la desesperación que muchas veces enmascara esta sonrisa, a nadie le importa, y nadie tiene tiempo para averiguarlo, porque es más fácil mirarme e inventarme una historia para contar con las chismosas vecinas.
Autor: Sunky