He colocado el punto final, ya no habrá más comas, no más puntos suspensivos; esta historia terminó. Está de más buscar culpables y soluciones temporales,no más excusas, el final llegó.
Me ataba a la ilusión de reencontrarnos en un futuro y cumplir todas aquellas promesas al caer el sol. Pero no es justo pausar mi vida por un sueño que se volvió sólo mío; ¡hoy lo dejo marchar! y que se vaya muy lejos. Hay mucho más para mí, sé que lo hay.
No es nada personal, nuestra historia duró lo que debía durar y de ella saqué muchas lecciones. Es sólo que he caído en cuenta de lo mucho que he perdido por tener los ojos vendados con aquella “esperanza” de toparme contigo al final del camino. Te mando cariño, te mando buenos deseos, y cierro esta puerta para también irme muy lejos.

Habrá nuevas historias que escribir y metas que alcanzar. Habrá nuevos sueños, nuevas ilusiones y caminos que recorrer. Y estoy tan emocionada por todo lo que vendrá, que ahora más que nunca tengo la fuerza de dejarnos marchar.
Al mirarme al espejo noté una nueva sonrisa, pero seguía siendo yo: mi esencia, mi ternura, mi pasión; todo seguía ahí, intacto y reluciente. Me llena de energía saberme completa y querida. Me llena de orgullo tener el valor de seguir sin ti.
Y sobre todo, me alegra verte feliz, porque no habrá culpas ni remordimientos. Me alegra pensar que quizá ya hayas soltado también mi recuerdo, que me dejes volar. Mañana al salir el sol, ya nada será igual.
Te deseo mucha suerte; es mi momento de volver a comenzar.
Escrito por: Mayeli Tellez