¿Los errores te ayudarán a levantarte en cada una de tus caídas? Quizá para muchos esta pregunta suene tan absurda como decir que los errores nunca serán para mal, nunca serán algo negativo, al contrario, los errores son experiencias que nos ayudarán a seguir caminando y levantarnos en las siguientes caídas. Nunca tienes que pensar que los errores deben avergonzarte o mantener la idea de que nunca tienes que equivocarte, porque si lo haces puedes convertirte en eso a lo que se le llama perdedor. Nunca después de equivocarte pienses que las cosas salieron mal por tu causa; nunca pienses en el hubiera, porque el hubiera no existe y nunca tenemos que pensar en las cosas que hubieran pasado si hubiéramos tomado diferentes decisiones. Las cosas pasan siempre por algo y tenemos que aprovechar cada una de ellas.
No tomes los errores como circunstancias que quisieras haber evitado porque gracias quizá a ese error tú tienes algo hoy en tu vida que quizá alegre tus días. Los errores solo son decisiones mal tomadas, mal seleccionadas, pero esas decisiones mal tomadas al final del día serán experiencias que te ayudarán a tomar decisiones futuras, decisiones que quizá sean aún más importantes, pero que en ese tiempo sabrás como analizarlas gracias a la experiencia pasada de tomar la decisión equivocada.
Los errores son decisiones que nos enseñan a no pisar por segunda vez en la trampa y nos enseñan a desviarlas la segunda vez que tomemos el mismo camino, ya sea por destino o por decisión propia. Cuando obtenemos la experiencia por parte de las decisiones que hemos tomado durante nuestra vida, es un conocimiento que no se irá con el tiempo, porque el equivocarte y tomar la consecuencia que ese hecho ha producido te enseña y te educa con la práctica dejando no solo un recuerdo, sino también algo que quedará dentro de ti y la próxima vez que estés a punto de tomar la misma decisión errónea, tu cabeza ya sabe que esta mal advirtiéndote que sigas caminando y no te detengas en esa parte del camino.
No permitas que nadie te exija el no cometer errores y no te preocupes por no equivocarte porque algo que es cierto es que a nadie podrás darle gusto, no habrá nadie que te premie con cada uno de tus triunfos, pero eso si, hará miles de personas detrás de ti esperando hablar sobre tu vida, sobre todo lo que haces, sobre tus decisiones y todas esas cosas personales que a nadie le interesan. Tampoco te sientas mal si no puedes darle gusto a las personas que se encuentran cerca de ti, incluso no te preocupes si no llegas a darle gusto a tu familia, porque ni siquiera ellos valen la pena, porque al final de todo solo serás tú y tú serás el único responsable de tu futuro, de lo que quieras hacer con el o con quien quieres compartirlo y con quien no.
No tiene caso pretender que nuestra vida es perfecta y que hacemos todo lo posible lograr mantenernos fuera de cualquier error. No vale la pena, lo mejor es que sigas y no le tengas miedo al equivocarte y comprender que al final de todo, la vida es siempre un riesgo.