La vida da millones de vueltas, no sabes en que momento dejarás de tener lo que ahora tienes y tan aprecias. La vida te tiene sorpresas en el camino, tropiezos y muchas relaciones que están listas para entrar a tu vida. Es difícil saber que es lo que ha de venir y sobre todo es muy difícil en algunas ocasiones comprender el por qué suceden las cosas; pero la verdad es que tenemos que aprender a ser pacientes en este mundo y no dejarnos llevar por las situaciones, sobre todo esas situaciones que se presenta llenas de dolor y se vuelven cada vez más difícil de sobrellevar.
La vida nos lleva a dolores que no nos permiten seguir adelante, como cuando nos quita a una persona a la que creíamos tener toda nuestra vida, a la que le entregamos todo y amamos con todo nuestro corazón. En ese momento, cuando se nos arrebata no entendemos el porqué, lo intentamos; intentamos buscar razones, volteamos al cielo y buscamos una respuesta de parte de ese Dios al que juzgamos y culpamos por las cosas malas que siempre nos suceden. No somos pacientes y no sabemos enfrentar las cosas con sabiduría, pensando en una segunda posibilidad, pensando positivamente intentando comprender que las cosas que nos pasan están destinadas y las personas y cosas que se van de nuestra vida son porque en ella no hacen falta y tenemos que dejarlas ir para abrir los brazos esperando en algo mejor para nosotros.
Así sucedió cuando termine contigo, cuando la vida me hizo enfrentarme al problema de perder a la persona que más amaba en la tierra; no lo comprendí, no supe porque en ese momento me estaba pasando a mí, pero después, con el tiempo supe que era lo mejor, sobre todo cuando la vida me presentó a otra persona que en ese momento no vi en su totalidad, que en ese momento no me convencía porque mi mente y mi corazón aún seguían contigo. Él comenzó a buscarme, comenzó a demostrarme de lo que estaba hecho y todo lo que podía hacer de mí, demostrando las ganas que tenía de estar a mi lado y cuidar de mí; me demostraba que era capaz de ser mejor que tú y que con el tiempo podría en mis manos todo lo que necesario para poder ser feliz.
El tiempo pasó y me convenció; comencé a olvidarte y el dolor de ya no tenerte a mi lado desapareció. Lo mejor fue que mi corazón comenzó a dejar un hueco para esa persona que ahora estaba a mi lado y el espacio que había guardado por tanto tiempo para ti comenzó a entregárselo a él. Él es lo mejor que me ha dado la vida y con el sé que esto puede ser eterno, que la vida pudo entregarme algo mejor de lo que un día me quitó. Soy muy feliz a su lado y estoy dispuesta a luchar por permanecer así; lo cuidaré y le daré todo eso que no pude darte a ti.