Hay que elegir bien con quien complicarse la vida.

Una relaciona amorosa puede ser lo que sea menos sencilla, incluso aquellas que al principio parecen leerse la mente, que parecen estar coordinados hasta en los detalles más pequeños, incluso esas parejas con el tiempo encuentran sus diferencias, y es que incluso a veces es difícil ponerse de acuerdo con uno mismo, cuando se trata de dos las cosas llegan a un nivel muy superior, porque todos tenemos días malos, y no siempre reaccionamos de la mejor manera, o porque no todos somos buenos expresando lo que sentimos o queremos.

Lo que quiero decir es que por muy perfecta que parezca una relación no lo es, nada que venga del ser humano puede ser perfecto y menos dos seres humanos juntos, si bien pueden sumarse y lograr más cosas de lo que podrían por sus propios medios, también es cierto que un humano es capaz de restarle al otro tanto que lo mejor sea salir corriendo de esa toxica compañía, las personas no podemos dejar de ser influenciables del todo, y por eso conviene tener relaciones constructivas y que nos aporten, pero si no tenemos cuidado al elegir quien nos acompaña podemos terminar siendo intoxicados por su forma de ser.

El amor es algo que puede llevarte al cielo o al infierno, y depende demasiado de tener una buena elección al principio y por supuesto de la calidad de la comunicación que exista entre las dos personas, yo no conozco a nadie que haya estado enamorada y que nunca pasaran por un problema grave o por muchos pequeños, así que en definitiva no podemos escapar de lo complicado que conlleva vivir con otra persona, eso parece ser inherente al amor, pero lo que si podemos hacer es tener cuidado con las personas que dejamos entrar en nuestro corazón.

No hay problema en sufrir por amor, porque el amor siempre recompensa a quienes lucharon por el, cuando el amor es real, cuando el amor es sincero, ese amor al superar problemas se vuelve más fuerte, más confiable, más tangible, el problema como dije es que no siempre se lucha por amor, muchas veces nos aferramos a un ideal inexistente o a una persona que no es como la imaginamos, y a pesar de darnos cuenta seguimos esperando que esa persona “cambie”, y es que no lo hará, porque la persona que realmente queremos “nunca existió” y fue solo producto de nuestra imaginación, de nuestras altas expectativas sobre alguien que desde el principio no valía la pena, así que elige bien con quien te complicaras la vida, para que al final te sientas satisfecha de haber soportado ese mal trago.

Autor: Sunky

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