Sin darme cuenta todo lo que un día construimos se había venido a bajo, y no es tu culpa ni culpa mía, es la culpa de ambos que no pudimos seguir luchando, que no pudimos seguir caminando adelante tomados de la mano como en un principio lo hicimos, cuando la historia entre nosotros había comenzado. Aún lo recuero… ¿tú no? Aún recuerdo el día en el que pensé que serías la persona con la que compartiría toda mi vida.
Es difícil en ocasiones comprender las vueltas que da la vida, el hecho de como podemos estar en un lugar y situación, pero cuando menos lo acordamos nos encontramos en un lugar completamente diferente y hemos ido una vuelta de 360 grados que nos ha hecho caer en situaciones que nunca imaginamos, en momentos que nunca pensamos que llegarían o nos pasarían a nosotros. Pero la vida es así de incierta, que se mueve sin previo aviso. Lo que sabemos es que debimos de comprender que estos cambios sucedían y poder tener un respaldo de todo el amor que antes nos teníamos, tratar de mantener viva esa llama que se encendió cuando decidimos comenzar una aventura juntos, en la cual no existía nadie más, más que tú y yo.
Es extraño voltear a mi lado cada mañana y ver que ese lado de tu cama se encuentra vacío, que no estás y que quizá nunca volverás. Es extraño saber que te has ido y que quizá esa haya sido la última despedida porque no sabemos ahora a donde nos llevará la vida.
Pero no todo es culpa de eso a lo que le llamamos destino, sino que también de nuestras decisiones, nuestros pensamientos y fuerzas de seguir adelante han tenido que ver, porque hemos sido nosotros los que hemos dejado caer la guardia y nos hemos perdido en la rutina e hipocresía. Ahora que lo veo de esta manera, suena triste el que un amor que en su momento era de los mejores se ha quebrado por causa de ti y de mí.
Pero la vida tendrá que seguir y cada uno tendrá que construir un nuevo camino, tratando de nunca volver a tropezar con la misma piedra y comenzar a buscar un mejor futuro, observando bien los cambios y preparándonos siempre para lo que ha de venir, luchando por las cosas y las personas que amamos y deseamos en nuestra vida para siempre. Quizá eso fue lo que nos hizo falta, demostrar las fuerzas que sentíamos por el amor quesos teníamos, pero al contrario, dejamos que la relación se deteriorará y ninguno hizo nada, ¿por qué?, ¿no nos importaba? No me di cuenta en que momento paso, pero la distancia fue aumentando entre los dos, hasta el punto de no poder hacer nada más; hasta el punto de que solo quedará decir adiós sin poder mirar atrás, mientras buscamos una vida nueva, lejos de todo lo que ya se perdió y caminando de frente hacia ese futuro que aún nos espera.