Dime por favor que esto no es cierto y que aún sigues aquí. No puedo aceptar la idea de que ya no estás a mi lado y que nunca podré verte de nuevo como lo llegue hacer algunos días. Se siente la soledad y la melancolía, no puedo dormir ni dejar de pensar en que ya no estás aquí. Es difícil, muy difícil aceptar que una persona que amas ya no pueda estar a tu lado por las circunstancias en las que ningún hombre puede intervenir.
Lo sé, yo lo sé bien que las cosas siempre tienen una razón, pero ese no es motivo por el cual deje de sentir este dolor, deje de sentir esta inquietud, esta tristeza que me consume con el paso del tiempo. No puedo más, no puedo seguir así; así, fingiendo que aún estás aquí, que me escuchas y que sabes que estoy aquí, para ti porque me has escuchado, porque me has visto y porque sabes lo mucho que te extraño. No sé como le haré, pero tendré que con el tiempo poder borrarte por completo de mi mente, pero quizá, nunca te borre de mi corazón, porque a pesar de que ya no puedas estar aquí, siempre tendrás un espacio dentro de mí, en el lugar más seguro en el que podrás estar. Los recuerdos quizás se irán, quizá el tiempo nos convierta en cenizas, pero es importante que sepas que seguirás viviendo dentro de mí; dentro de este pecho que no hace más por anhelar poder tocarte.
Tiene que llegar el momento en el que pensar en ti no produzca dolor, sino solo un poco de deseo de que llegue el momento de que algún día podamos volver a reunirnos para volver a escuchar tu voz y para volver a sentirte.
Quisiera que pudieras estar de nuevo aquí y poder compartir comentos aún, como si nada hubiera pasado, como si nada me hubiera arrebatado de tu lado y me hubiera hecho este hueco en el corazón que no puedo tapar con nada, que no puedo cambiarlo y que en ocasiones ni siquiera me deja seguir respirando. Quizá muchos no puedan comprender el dolor que siento de tener que haberte dicho adiós sin antes poder decidirlo, sin antes poder haber dicho todas esas palabras que tenía por decir, sin antes poderte haber visto por última vez y entregarme en tus brazos, para recibir un fuerte abrazo de una de mis personas favoritas de esta tierra.
Pero así son las cosas en este lugar, cosas en las que algunas veces no podremos decidir y algunas otras en las que nunca nos hubiera gustado haber vivido, pero al fin de cuentas todos seguimos el mismo camino, conocemos el mismo dolor y la misma desesperación porque alguna vez todos hemos perdido de manera instantánea a una persona que acabamos con todo el corazón, y ahora no podeos hacer nada para poder estar a su lado. Pero las despedidas tienen que llegar a pesar de que esa persona ya se haya ido.