Tal vez en otro momento

0
1695

Dice que el amor todo lo puede y todo lo soporta, pero ¿debería el amor hacia el otro pasar por encima del de uno mismo?
En ocasiones solemos aferrarnos tanto a un sentimiento, a una persona o a un recuerdo que se termina volviendo insano, algo que, aunque antes solía hacernos bien, el apego obsesivo acabó por arruinarlo. Lo peor es que entre más dura, más rotos, más dolidos y más hechos mierda terminamos. Estiramos tanto el hilo que al final no queda nada por salvar, ni siquiera nuestro corazón o dignidad. Esperamos hasta el último momento en que incluso reconocernos a nosotros mismos nos cuesta trabajo.


Nos han vendido la idea barata y mediocre de que, si no soportamos, de que, si no aguantamos, entonces no es amor. No, no he comprado dicha idea y aun cuando no me he quedado hasta el final para ver cómo nos hacemos trizas y terminamos odiándonos, yo estoy segura de que era amor y del bueno, porque pese a todo me hiciste sentir la mujer más feliz y amada del mundo entero, me regalaste una tranquilidad inigualable y me enseñaste a estar en paz conmigo misma. Por nada ni por nadie había renunciado jamás a nada hasta que frente a mí se puso tu sonrisa, esa misma que me incitaba a lanzarme al vacío sin temor porque de antemano sabía que ahí estarías para sujetarme.
Lo cierto es que el amor al final de cuentas es un ingrediente entre tantos que deben aportarse en medida exacta porque de no ser así, resulta todo un caos.


Y aun cuando te amaba, aun cuando sabía que me amabas, no pude quedarme a ¨soportar¨, no pude quedarme a ver como los buenos momentos se empañaban por situaciones estúpidas que tenían solución hablándolo de no quedarte callado todo el tiempo. No pude soportar la indiferencia que comenzábamos a utilizar como un arma eficaz para todo, pensando que nos haríamos menos daño cuando resultaba ser todo lo contrario. No aguanté darme cuenta que mis acciones te herían aun cuando no llevaran esa intención y que las tuyas comenzaban a causar el mismo efecto en mí.
No soporté ver como todo aquello tan bonito que nos dábamos quedaba atrás y en su lugar se colaban un mundo de peleas en las que ninguno ganaba excepto la tristeza, el llanto y la desilusión.
Yo no quería ese tipo de historia, no quería ese tipo de amor que pasa de colores a un negro deprimente. Me reusé con todas mis fuerzas a llegar al punto del no retorno en donde jamás pudiera mirarte nuevamente a los ojos. No quería que mi amor por ti acabara en odio o tu amor por mí acabara en decepción, pero íbamos a toda prisa hacia ello y por eso frené esta historia en seco.
No quería ser ¨el error más grande tu vida¨, que contaras por ahí cuánto te arrepentías de haberme conocido, yo deseaba que a pesar de todo lo vivido me guardaras en un rinconcito de tu corazón como ese sentimiento que te deja una estrella fugaz, que a pesar de su rapidez, el deleite y disfrute se queda contigo para siempre.


Continúo preguntándome si la decisión que tomé fue la mejor, aun no estoy segura de la respuesta.
No descarto la posibilidad de volvernos a encontrar, en otra vida, en otro tiempo, tal vez en otro momento, porque sé que nos faltó mucho por dar y justamente eso será lo que nos dictará cuándo volverlo a intentar, por ahora lejos estamos mejor.

Escrito por: Stepha Salcas
© ᴅᴇʀᴇᴄʜᴏs ʀᴇsᴇʀᴠᴀᴅᴏs
LIBRO A LA VENTA ¨LA VIEJONA AGRIA: AMAR EN TIEMPOS DE COBARDÍA¨.