Te sigo echando de menos, sabes…
No sé si por boba o masoquista, le voy más a que te sigo queriendo un montón.
¿Cómo olvidar a quién dijiste ¨eres el amor de mi vida¨?, si sigo teniendo la misma vida y continúas siendo mi más grande amor.
Pensé que con el paso del tiempo cada vez te extrañaría menos pero la realidad es totalmente distinta. No puedo despertar y simplemente decidir <hoy no voy a pensar en ti> porque acabo haciendo totalmente lo contrario.

Especialmente cuando me ocurre algo, me da un desespero desenfrenado por llamarte y contarte todo lo que ha pasado.
No tienes idea de cuánto extraño las risas, las pláticas interminables, tu mirada fija en mí, tus abrazos que me daban calor y seguridad, cómo extraño perderme contigo por ahí y no parar de sonreír.
Tu fantasma continúa rondando mi habitación, se acuesta cada noche a mi lado. Me hace compañía, me cuenta anécdotas y me da un beso antes de cerrar los ojos.
Eso de olvidarte me está saliendo fatal, quizás es que me he hecho adicta a tu recuerdo, lo cierto es que últimamente eres la mejor excusa que conozco para estar triste, ya no sé si me sobras o realmente me faltas, si deseo que vuelvas o que te quedes a vivir en los recuerdos. Solo sé que no puedo desprenderme de lo que fuimos, de lo que soñábamos ser, de lo que tal vez nunca más seremos. No puedo o tal vez no quiero, ¿importa la diferencia?

No pretendo que tú o los demás me entiendan, porque para ser sincera ni siquiera logro comprenderme yo. Quizás no eres tú a quien necesito sino los momentos que tuve a tu lado y que me dieron más vida, felicidad y esperanza que cualquier otro hecho que haya acontecido en mi existir.
¿Exagero?, puede ser, lo cierto es que te sigo echando de menos y me sigo echando de menos, siéndolo todo, riendo a morir, viviendo la vida al máximo sin pensar en el mañana, solo disfrutando, solo soñando, solo siendo tú y yo, tú tan mío y yo tan tuya.
Y lo cierto es que cometer el error de ser más tuya que mía es lo que me tiene así hoy, acabé siendo una sombra de tu recuerdo, un fantasma que vaga sin alma y reclama tu amor.
Perderte dolió, pero perderme continúa doliendo cada maldito segundo, haber detenido mi reloj justo en aquel segundo que cerraste la puerta al salir… ya nada volvió a ser igual. Yo no volví a ser igual y eso duele más que cualquier otra maldita cosa.
Ahora me siento confundida, ya no sé dónde comienza tu recuerdo y termina mi realidad.

Ya no sé si en el ayer te busco a ti o me busco a mí o tal vez a ambos.
Ser tan tuya me ha sentenciado a que todo mi pasado esté envuelto de tu sonrisa, no me es posible viajar a él sin decir tu nombre porque lo escribí como título en cada capítulo de mi historia, y ¿para qué?, si es un libro que jamás volveré a leer, al menos no sin que mis ojos se inunden de lágrimas.
Lo sé, es momento de escribir una nueva historia, sin embargo, te (NOS) sigo echando de menos…
Escrito por: Stepha Salcas
© ᴅᴇʀᴇᴄʜᴏs ʀᴇsᴇʀᴠᴀᴅᴏs
LIBRO A LA VENTA ¨LA VIEJONA AGRIA: AMAR EN TIEMPOS DE COBARDÍA¨.