Inicio Blog Página 15

¿Estamos juntos por amor o solamente estamos condenados por una promesa?

0

Nuestras historias hermosas que vivimos juntos cada vez se van apagando más y más en mi mente, cada vez parecieran más lejanas y ajenas a mí, cada vez siento más frio a tu lado, cada día que pasa siento que nos dejamos de querer más, y no creo que sean solo mis pensamientos, porque en tus acciones demuestras que tengo la razón, tu trato hacia mí se ha vuelto tan insensible que muchas veces me pregunto qué hago aquí.

Estoy esperando que renazca algo que quizás ya no volverá, y aunque no tengo prisa por ir a los brazos de nadie, aunque no hay una persona en mi mente que pueda ocupar tu lugar, no puedo evitar preguntarme si estaríamos mejor cada quien por su lado, y es que quizás se necesite solo volver a intentarlo, pero ¿Cuántas veces lo hemos hecho ya?, todo mejora después de hablarlo, al menos por unos días, o a lo mucho un par de meses, pero inevitablemente volvemos a decaer, volvemos a comportarnos casi como si fuéramos extraños, cada vez siento más vacío mi corazón que antes rebosaba con tus palabras y tus caricias.

Estoy tan confundida que ya no sé si quiero irme o me prefiero quedar, estoy tan cansada de lo mismo que muchas veces termino solo ignorando nuestra triste realidad, y es que aunque es cierto que hay razones importantes que nos unen, pareciera que es solo eso lo que nos mantiene juntos, ¿debo entonces renunciar a sentirme amada por el resto de mi vida por aquellas razones?, y no quiero decir que este sufriendo, o que este del todo mal, pero creo que cada vez son más constantes los momentos en los que me pregunto si estamos mejor juntos o lo mejor sería decir adiós.

Lo pienso tanto porque sé muy bien que si me voy no volveré, lo pienso tanto porque sé que con este tipo de decisiones no se debe jugar, siento que debo aclarar mi mente, pero mientras mas lo pienso más confundida me siento, y quizás sea esa la razón por la cual aún no actúo, pero también me gustaría saber que sientes tú, ¿te sientes igual que yo?, quisiera pensar que soy solo yo quien tiene estos pensamientos, pero si somos los dos, probablemente lo mejor sea terminar de una vez.

Han sido muchas las veces que he mirado esa puerta, han sido muchas veces las que he mirado mi maleta, y aunque sé muy bien que me he retractado en cada una de ellas hasta hoy, es posible que la siguiente vez me falten las fuerzas para aferrarme a esta historia en la cual ya no puedo vislumbrar un final feliz. ¿Estamos juntos por amor o solamente estamos condenados por una promesa?

Autor: Sunky

Los COBARDES no saben vivir el amor y por ello lo pierden

No pretendo que lo entiendas ahora, eso sería tan absurdo como hacerte entender mi pasión por las letras cuando tú sabes más de números.

No pretendo que sepas porque huyo pero bueno, ya está hecho, he enviado ese estúpido mensaje anunciándote que todo ha terminado.

Ya sabíamos que acabaría así ¿o no? Comenzamos como un juego, una noche de descontrol en donde ninguno pudo resistirse a un beso y luego otro y enseguida caricias y finalmente, terminaste enredado en las sábanas de mi habitación.

Llegabas cada madrugada por una porción de besos y caricias y aunque de principio dije: «yo no me enamoro», cada una me hacían sentir algo distinto que desde hace mucho no sentía.

-Es solo sexo- decíamos los dos pero conforme pasaban los días y las noches a tu lado, algo comenzaba a cambiar en mi interior. -Nunca he hecho el amor-, pronunciaste y te hice saber que tampoco yo. Y aquella forma tan salvaje de poseernos comenzó a cambiar conforme el tiempo. Ahora mis caricias eran más suaves y mis besos más dulces. Ahora mi ritmo era más lento pero mi respiración más agitada, ahora los latidos de mi corazón se escuchaban y eso me asustó.

Tú no sentías nada, lo habías dejado tan claro que, estúpidamente yo no cometería el error de sentir primero pero entonces me envolviste con aquellos cálidos y tiernos besos. Por momentos bajabas tu intensidad y disfrutabas de la vista que yo te regalaba. Besabas mi frente y me acurrucabas en tus brazos y eso comenzó a derretir mi corazón, más aún cuando me refugié en tu pecho y escuché los latidos de tu corazón haciendo una gran melodía con los míos.

Pero no, no pretendo enamorarme ni que te enamores. Soy un alma libre, siempre lo he sido y siempre lo has sido. Tal vez no nacimos para el amor o tal vez no hemos nacido para estar juntos. No quiero saberlo, no quiero arriesgarme, no quiero ser la primera en sentir, me rehúso a que me lastimes y me rehúso a seguir cerca de ti…

Ahora no hay risas en mi habitación ni esos sonidos tan excitantes. Quiero olvidar los días de ayer pero… Toda la casa aún huele a ti, mis sábanas, mis almohadas e incluso la sala. Esa perfecta combinación de tabaco y loción. Sigues aquí aunque ya no estés, sigo sintiendo tus caricias en mi piel y sigo deseando verte llegar de madrugada, tanta confusión acaba con mi alma y no sé…

No pretendo enamorarme y por eso me declaro una total y completa cobarde.

Autor: Stepha Salcas  (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.

No importa cuanto huyas del amor, al final te termina atrapando

De un tiempo a la fecha no me quería dar cuenta de todo lo que acontecía a mí alrededor. Iba a toda velocidad por la vida ignorando personas y sentimientos porque a veces es mejor así, estar en soledad y crear muros altos para que nadie te pueda lastimar. No dejaba entrar a nadie, ni siquiera acercarse un poco. Huía como si no hubiese tráfico y todos los semáforos estuvieran a mi favor. ¿Qué más daba acelerar un poco más como si tuviese alas? a nada temía y nada me detenía. Me sentía invencible. No importaba que el mundo conspirara en contra de mí porque el mundo era mío, ¨según yo¨. Porque una niña caprichosa que siempre lo ha tenido todo no puede esperar otra cosa más que todos terminen rendida a sus pies.

 

Y de repente, el destino conspira en tu contra pero continúas siendo tan niña, tan egocéntrica, tan inmadura y tan tonta que no te das cuenta que en realidad lo está haciendo a tu favor. Aparece alguien justo cuando dejaste caer todas tus esperanzas y decidiste cerrar tu corazón. Aparece como una tormenta, de esas que llegan con tanta fuerza que te desmorona pero lo bueno de ese momento es que yo ya estaba desmoronada, rota, deshecha y él me reconstruyó.

Aparece alguien que te hace bajar la velocidad, que te hace quererte estacionar. Alguien que te llena de besos y caricias, alguien que ilumina tus días y te pinta de color. Alguien que te saca de la rutina, que te lleva a conocer otros horizontes, que te demuestra que eres de carne y hueso y que tienes la capacidad de sentir mil emociones.

Revoluciona tu mundo pero, no, no, no y no, el mundo no era tuyo, ese espacio que conocías no debía ser denominado así porque era un espacio triste y vacío, porque no hay más realidad que tu verdadero mundo es él y únicamente él; tu todo, lo que nunca imaginaste pero todo lo que hoy necesitas.

Aflojas, decides ir más lento por aquello de los baches en el camino, pero ¿cómo logras frenar si corrías tan aprisa, cómo? ¿Cómo logras hacerlo sin pisar de más el freno estropeando todo lo bonito que te ocurría? ¿Cómo logras hacer de una todo bien en algo que antes desconocías? ¿Cómo no cometer errores? ¿Cómo rectificarlos? ¿Cómo dar marcha atrás cuando te has equivocado?

Te has dado cuenta de las cosas ahora que alguien te ha hecho apagar el motor de una. Finalmente entiendes que el mundo no gira a tu alrededor y que no tienes todo en la palma de tu mano. Te das cuenta de que siempre habías estado equivocado, la arrogancia y la inmadurez no te han dejado ver lo que en verdad querías. No te han hecho valorar, ¡lo has arruinado todo! intentas repararlo pero nunca nadie te ha enseñado a hacerlo, siempre te habías deshecho de todo lo que se rompía y en esta ocasión te aferras a cada pedazo, intentas pegarlos con tanto esmero porque final y torpemente te das cuenta de que te has enamorado.

Si, bajaste la guardia y la velocidad porque después de tanto huir del amor… te terminó atrapando y díganme ¿quién es valiente ante algo desconocido? ¿Quién es perfecto cuando se es tan humano? y es de humanos equivocarse ¿o no?

Ahora estoy entre el estacionarme o el pisar el acelerador hasta el fondo y no parar. Ahora tú no estás y correr a toda velocidad ¿qué más da? …

Autor: Stepha Salcas  (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.

Ella no te engañó, tú la arrojaste a los brazos de él

Ella no te engañó, se engañó a sí misma creyendo aquella promesa de que la harías feliz pero no te engañó porque por días y semanas estuvo en espera de aquellos gestos y detalles que avivaran su corazón, por días se tragó la dignidad e hizo como que no pasaba nada cada vez que la desairabas, por días luchó contra su tristeza e hizo lo imposible por llamar tu atención, pero ella no te engañó, tú la arrojaste a los brazos de otro.

Ella no te engañó, fuiste tú quien dejó de hacerle caricias a su piel, fuiste tú quien permitió que se resecaran sus labios, fuiste tú quien dejó de estremecer su cuerpo, fuiste tú quien dejó que la flama de la pasión se apagara, fuiste tú quien hizo que su corazón se marchitara.

Ella no te engañó, tú dejaste de escucharla, de atenderla, de mirarla, tú le quitaste tu tiempo y tus atenciones, hasta lo más mínimo te distraía sin importar que ella estuviese frente a ti, comenzó a ser invisible, comenzó a ser una pared más en aquella casa, la mujer que te atendía pero a la que ya no querías o al menos eso demostrabas.

Ella no te engañó, agotó todas sus estrategias y recursos para recuperar tu amor aun cuando eras tú quien estaba haciendo todo mal.

Pero ella, ella no te engañó. Con juegos de seducción quiso volver a hacer arder aquella habitación, pero tu frialdad le terminó congelando el corazón.

Ella no engañó; ella no dejó de atenderte, de preocuparse y de ver por ti. No dejabas de ser su número uno aun cuando la posicionaste en tu lista de prioridades en último lugar, aun cuando el rechazo era constante y tu comportamiento era el de todo un cobarde.

Quizás a ambos les faltó valor y coraje para renunciar y poner fin a tiempo, pero ella no te engañó. Él apareció sin que ella lo buscara, él la miró marchita y comenzó a regarla. Pintó sonrisas en donde tú dejaste lágrimas, le dio todas las atenciones que de ti demandaba y que tú le negabas. Él supo escucharla mientras la miraba a los ojos. Secó sus lágrimas con dulzura y humectó sus labios con dulces besos que ya no tuvo más de ti.

Ella no te engañó, tú se la pusiste en bandeja de plata, desnudó su piel como tú te olvidaste de hacerlo y le hizo el amor, borrando las huellas de tu sexo.

Pero ella no te engañó… tú la hiciste a un lado un poco más cada día, ella quedó olvidada en la rutina y como un niño por descuidado, alguien te arrebató un tesoro preciado.

Pero ella no te engañó, tú la olvidaste y al final, ella te remplazó.

Autor: Stepha Salcas  (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.

Qué bonito es tener un corazón libre de remordimientos.

0

Quizás sea un pensamiento muy tonto o absurdo, pero he decidido que mi legado será un buen recuerdo en aquellas personas que tuvieron la suerte de pertenecer a mi vida, así sea corto o largo el tiempo que me acompañaron, así me hayan tratado bien o mal, así hayan sido mis amores o mis peores enemigos, yo no tengo la intención de devolver el daño recibido, a pesar de ser la burla de muchos, a pesar de que incluso algunos se vean atraídos a mí solo con la intención de hacerme el mal, yo no quiero responder a sus agresiones y humillaciones.

Imagino lo que haz de estar pensado sobre mí, puedes estar creyendo que soy una mujer que trata de expiar sus pecados, que he cometido actos tan malvados o perversos que pueden hacerme sentir un cargo enorme de conciencia y que por eso permito a cualquiera flagelarme con sus palabras o actos, pero no soy ni mejor ni peor que tú, y no siento un cargo de conciencia por mis acciones, ni busco redención con mi manera de ser, quizás entonces pienses ahora que soy una egoísta que cree ser superior a los demás y que por eso no me rebajo a pelearme con aquellos que me agreden y de nuevo debo decir que no es así.

Siento el mismo coraje que sientes tu hacia aquellos que me hacen daño, no voy por el mundo repartiendo bendiciones a quienes me han lastimado, es solo que estoy convencida de que el karma es siempre el mejor ejecutor, es el mejor juez, y comparado con él lo que pueda hacer yo sería muy poco, es por eso que dejo que sea él quien ajuste las cuentas, es por eso que prefiero no perder mi tiempo, y porque hay un sentimiento liberador en no tener remordimientos sobre una relación que terminó.

Así no debo gastar mi noches en vela pensando que habría pasado si hubiera actuado mejor, porque sé que hice lo que pude y a pesar de eso no funcionó, ese sentimiento es liberador, es un ungüento en el alma el dormir tranquila, algo de lo que no pueden presumir todos, pero yo sí, no soy mejor persona que nadie, tampoco soy peor, soy alguien como cualquiera, pero que ha decidido no odiar ni amar a quien no vale la pena, si alguien no es lo suficientemente bueno como para tenerlo en mi corazón rodeado de mi amor, ¿Por qué habría de permitirle arruinarle mi día con sentimientos de odio?, por otro lado es genial ver como las personas se desesperan cuando no pueden afectar tus emociones con sus insultos y actitudes.

Autor: Sunky

 

 

Volví a acordarme de ti

Volví a acordarme de ti y no sé precisar el momento, tal vez por alguna canción, algún gesto, un detalle o simplemente a tu recuerdo le dio la gana visitarme.

Recordé las risas, nuestras largas charlas que no tenían fin, recordé como tu mano me sujetaba al manejar y esos besos especiales que me dabas sin importar la gente y el lugar.

El viento me trajo tu fragancia, esa que tanto me encantaba, recordé los largos abrazos, tus cuidados y los mensajes que ya no me han enviado. Recordé que para nosotros cada cumple mes era especial y los detalles de vez en vez no se hacían esperar aun cuando no estuviésemos festejando nada; recordé las rosas, las serenatas y las cartas.

Recordé que sin pedírtelo hiciste mil cosas por mí. Fuiste caballeroso, tierno, romántico, detallista y mi súper héroe, hombres como tú ya están en peligro de extinción. Recordé nuestra relación y exhalé todo el aire que había en mis pulmones… cuanto la eché de menos, cuanto te eché de menos. Nuestros paseos, las escapadas y el cómo estando a tu lado no importaba más nada.

Recordé que soñamos con un futuro… juntos, que prometimos que lo nuestro no tendría final, que tantas veces nos repetimos estar hechos el uno para el otro y es que teníamos un tipo de conexión tan especial que decíamos que nunca nadie nos podría igualar.

Me recordé a tu lado y me miré feliz… la sonrisa estuvo presente en mis labios cada día que me regalaste. Recordé nuestras canciones, los dulces favoritos, las idas al cine y cada ¨te quiero¨. Contigo no fue difícil abrirte mi corazón y es que sólo un tonto no se enamora de quien cada día te entrega y demuestra su amor.

Contigo no existían los miedos ni las dudas, mucho menos las inseguridades ni la deslealtad, contigo todo era puro, transparente y real, realmente quisiera entender porque tuvo que terminar.

 

Recordé cuanto me quisiste y cuando te quise, suspiré profundamente y luego me lamenté… ¿sabes por qué? porque inconscientemente me hago mal, acepto toda clase de amor aunque no me quieran de verdad ni me den felicidad, yo soy mi propio karma y es que no me he podido perdonar no haber sabido luchar por ti hasta el final.

Continúan sin poderte igualar y es triste darme cuenta de la realidad; que el único hombre que me quiso en verdad, fuiste tú, el único que supo valorarme y cuidar de mi corazón, el único que me amó y que por tonta no volverá a estar jamás en mi vida y en mi corazón y es que todo amor que no se corresponde en igual proporción, termina diciendo adiós.

Volví a acordarme de ti y sonreí, un sinfín de recuerdos se vinieron a mi mente y pensé: ojalá ella lo esté haciendo el hombre más feliz, él lo merece.

Autor: Stepha Salcas  (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.

Él solo se inspiró para dar la estocada final

Y ahora me dolía tanto el corazón que no entendía porque decían que nadie muere de amor…

Mi pecho pulsaba diferente, mis pupilas se encontraban dilatadas, mi cabeza era una revolución de pensamientos que no me permitían sentir calma.

Sabía de sobra lo que se avecinaba… lo había vivido tantas veces pero cada vez que sucede nuevamente es un poco más fuerte, más doloroso, más deprimente.

Le había contado la historia de cada cicatriz para que no me causara ninguna herida más, pero él solo se inspiró para dar la estocada final. Él no es malo (lo continúo justificando), simplemente creo que nos encontramos a destiempo, tal vez él no estaba preparado para nada serio o tal vez tristemente yo no era la mujer de sus sueños.

Y entonces me preparo porque sé que sin él vienen días malos… días en los que no querré salir de mi cama, días en los que buscaré su olor entre mis sábanas, me aferraré a las almohadas como si fueran su cuerpo, incluso extrañaré sus ronquidos y como por las madrugadas me estrujaba el cuerpo.

Echaré tanto pero tanto de menos las actividades que hacíamos juntos, el reír, pelear, tontear y compartir de vez en cuando el desayuno. ¿Mis fines de semana? por Dios, serán un caos total, debo admitir que cada segundo se clavará en mi cuerpo como una espina mortal.

Lo extrañaré, estaré tentativa a enviarle un mensaje, saber si quizás me ha pensado, si me ha extrañado o cómo se encuentra sin mí a su lado, pero… no lo haré, ¿qué caso tendría volver a donde no te quieren? tal vez él se encuentre mejor que yo y de verdad deseo que así sea, ¿cómo poder desearle mal a quien quieres con todas las fuerzas de tu corazón?, eso es imposible.

Alucinaré con su sonrisa pícara, sus carcajadas provocadas por las cosquillas, cada gesto, cada mueca, cada mirada y cada latido de su corazón. Desearé volver a olerlo, tocarlo, recorrer su piel y su cicatriz con las yemas de mis dedos, fantasearé con cada uno de sus tipos de besos, con sus manos en mi cuerpo y las locuras que hicimos en cada encuentro.

Vienen días llenos de recuerdos… anhelos, planes y sueños que se han ido a la basura. Me torturaré viendo nuestras fotografías, releyendo sus mensajes, recordándolo aunque intente olvidarle. Me hundiré yo misma y no querré saber de nadie, dejaré de frecuentar personas y lugares, me cortaré las alas y dejaré que libremente mi corazón sangre… y cuando más hundida me encuentre en mi propia miseria, cuando me ahogue con los recuerdos y anhelos que ya no se volverán realidad… entonces, sólo entonces tal vez decida levantarme y continuar pero el puto destino es tan cruel que sé, me hará una jugada fatal… lo pondrá frente a mí y no sabré que hacer o decir, o peor aún, tal vez lo vea con alguien más… alguien más que estará ocupando mi lugar y entonces, tendré dos opciones: dejarme caer otra vez o terminar de comprender que hay amores que por más empeño que pongas, simplemente no pueden ser. Aceptar su felicidad, aunque esta no sea yo, tomar todas las piezas de mi corazón y armarlo… armarlo otra vez, otra vez.

¨Y ella se fue esperando que él la detuviera y él la dejó ir esperando que ella volviera¨…

Autor: Stepha Salcas  (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.

Te dejo libre de mí.

0

“Dicen que hasta la belleza cansa”, y ahora dices que ya te has cansado de mí, dices que estar conmigo es extenuante, que desde que estas a mi lado tu vida ha ido entre subidas y bajadas, que te has enfrentado a más estando conmigo que en toda tu vida pasada, dices que soy una persona que exige demasiado y que tú no estás dispuesto a vivir de esa manera tan acelerada, dices que te has cansado de mis besos, de mis abrazos, porque incluso en algunos momentos te llegaste a sentir acosado.

Quizás deba disculparme, la verdad es que debería de agregar esos detalles a mis platicas de ligue y advertirles a aquellos que quieran entrar en mi vida la manera en la que me gusta hacer las cosas, para que el próximo que decida estar a mi lado tenga la talla de hombre como para merecerme, que sepa en lo que se está metiendo y que venga preparado para dar lo mejor de sí, para encontrarse con sus defectos de frente y aceptarlos, abrazarlos y hacer las paces consigo mismo.

Me resulta curioso la mediocridad de la gente, y como las personas se aferran a ella como si fuera su posesión más importante, me da risa ver como al salirse de esa zona de confort muchos tiemblan, y otros se terminan quebrando como lo hiciste tú, porque debes reconocer que ahora eres una mejor persona de la que eras cuando nos conocimos, sé que te cansaste de todas mis exigencias, pero nunca fueron para mi aquellas cosas que te pedía, eran para tu propio crecimiento y creo que ahora lo puedes ver, puedes darte cuenta de que has avanzado mucho, y como dices: quizás nunca te habías sentido tan frustrado, pero al mismo tiempo nunca antes habías hecho tantas cosas, creo que ni siquiera sabias que tenías la capacidad para hacerlo hasta que me conociste.

Dices que te molesta mi manera tan acelerada de vivir, pero ¿Quién tiene tiempo de sobra?, acaso sabes ¿Cuánto tiempo te queda por vivir?, la vida es un regalo, en regalo que nadie sabe cuánto le va a durar, y debemos aprovechar el tiempo, o de otra manera la vida se nos va sin haber hecho nada de lo cual sentirnos orgullosos, sin haber trascendido, solo existimos y desaparecimos, no sé tú, pero yo quiero que mi existencia tenga un sentido, yo creo que vinimos a la vida con un propósito más alto que solo nacer, vivir, reproducirnos y morir.

También debes aceptar que no siempre tenía prisa, cuando se trataba de amarnos me tomaba el tiempo necesario, te disfrutaba en cada beso, en cada caricia, en cada abrazo, en cada suspiro, tu me mal interpretas, yo no vivo apresurada, solamente trato de vivir al máximo, de exprimirle lo más que pueda al jugo de mi vida.

Sé que llegará un momento en el que miraras hacia tu pasado y me recordarás, sé que te arrepentirás de la decisión que ahora estas tomando, pero a petición tuya te dejo libre, libre de mi afán por cuidarte, libre de mis ansias locas por amarte, libre de mi por completo y a cambio solo te pido que nunca vuelvas.

Autor: Sunky

Soltar a quien no sabes cómo hacer feliz… eso es amor

Tenía apenas 14 años y tú 16, eras el chico popular al que lo seguían una multitud de chicas; unas tan sólo te buscaban por interés, otras por diversión, otras eran sumamente bonitas, otras las prospectas ideales, otras las que tus padres hubiesen querido para ti y yo… yo no encajaba en ningún grupo pero ahí estaba; observándote a diario a lo lejos, suspirando más profundo cada vez que te miraba y escuchando como mi corazón se agitaba cuando cerca de mi pasabas.

En aquel entonces yo era un caos (tal vez continúo siéndolo), mi cabello siempre lucía despeinado, mi falda siempre estaba corta, mis uñas mordidas y tenía aires de superficialidad aunque sólo era una niña que temía de todo y todos, buscaba no ser lastimada y mi comportamiento solía ser un tanto altanero para que todo mundo se alejara.

Aun así, pasaba mis días observándote, nunca pensé que algún día tú me mirarías, pero entonces el destino conspiró a mi favor y entre toda aquella multitud que te perseguía, tú posaste tu mirada en mí.

Éramos polos opuestos… tú el chico atractivo y yo sumamente gris, tú inteligente y yo no tan buena para el inglés, tú calma y yo tempestad, tú tranquilo y yo un torbellino, tú el chico bien portado y yo la niñita rebelde desafiando siempre al mundo.

No sé cómo ni cuándo, sólo recuerdo que me miraste como nadie más y entonces se dio ese romance, ese mismo al que muchos llaman ¨primer amor¨ y que dicen jamás se olvida.

Contigo aprendí un sinfín de cosas que, a decir verdad, aunque las he vuelto a repetir, no se han sentido igual.

Aun puedo recordar las locuras, las escapadas, aquellas tardes bajo el portal de mi casa, los días en tu auto escuchando música, las fiestas, los juegos, nuestro rincón en una parte del cielo, puedo recordar los besos y las caricias, las únicas que tuve con verdadero amor, esas madrugadas de carcajadas, las primeras ocasiones en que bebimos alcohol, tu manera de cuidarme, de chiquearme, de demostrarme cuanto me amabas pero también, puedo recordar las veces en que fallé y que mi inexperiencia y estupidez me llevaron a perderte, a perder lo que tanto amé.

No sé puede recuperar a alguien que se ha dejado ir para que vaya en busca de alguien mucho mejor. Yo fui consiente, jamás fui lo que merecías, jamás logré estar a tu altura, jamás pude ser la chica estable que te demostrara su amor quedándose a tu lado enfrentando todos los obstáculos. Jamás supe luchar y entonces, después de años alguien supo llenar perfectamente mi lugar.

No le guardo rencor, ni siquiera tendría por qué. Hoy después de años luces tan bien que, cualquier chica enloquecería por ti tal cual como cuando éramos niños.

Hoy he vuelto a mirarte. Has besado mi frente como cada vez que algo me salía mal y eso significaba un ¨todo saldrá bien¨, me has visto apurada, viviendo una vida que tal vez no del todo me correspondía pero que así la he decidido yo. Hoy luces más maduro, más distinto, más experimentado pero tu corazón noble y bueno sigue intacto. Y yo… continúo igual, sigo siendo el mismo caos, aquel mismo que sólo se enamoró una sola vez pero que al amor dejó escapar.

Continúo siendo la misma loca y despeinada. Has sonreído mientras has puesto mi cabello tras la oreja como antes. Se siente distinto ahora pero me agrada. A veces no es tan malo dejar ir al ¨amor de tu vida¨ si sabes que estará mucho mejor lejos, que a tu lado. Y ese abrazo en el que me has encerrado me ha traído de vuelta los días pasados, los cuales sigo atesorando y no está tan mal saber que dentro de poco tu vida cambiará radicalmente. Hice bien en dejarte ir, hiciste bien en mirarme como nunca nadie lo hizo porque desde entonces, nunca más volví a ser gris pero sin duda alguna, una gran parte de mí, se quedó junto a ti.

Ahora te despides con un beso en la mejilla; es curioso, es extraño, es raro pero, está bien, eres feliz, estás con la mujer indicada y esa, es mi mejor paga.

Suena estúpido dejar ir a quien amas, pero suena lógico cuando no logras ser la persona que a quien amas ha de merecer.

Dicen que el primer amor nunca se olvida, ¡es verdad! hoy lo descubrí, hoy te vi, hoy sonreí al verte tan feliz… porque sé que a esa felicidad yo contribuí al dejarte ir…

Autor: Stepha Salcas  (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.

¿Quién en su sano juicio podría resistirse a una ¨loca¨?

Vivía ignorando lo que pasaba a mi alrededor porque no quería darme cuenta de las cosas; ni de que por la mañana el sol resplandecía, ni de que por la noche el cielo se llenaba de estrellas, tampoco de que se puede volver a sentir amor después de que te rompen el corazón.

Ella era una loca, de esas locas que no tienen remedio, de esas locas que quieren imponer sus ideas, de las que aman hasta la locura u odian hasta la muerte. De las que no le temen a nada, de las que son arriesgadas, tan fuerte, imponente, valiente y al mismo tiempo tan frágil e inocente.

¨La de los labios rojos¨, esa era ella. La que bebía como si el mundo se fuese acabar en aquella fiesta. La que al llevarla a casa me besó en la comisura de los labios y me hizo que en ella esa noche me quedara pensando.

Ella es de las locas que toman la iniciativa, con ella no va eso de que el hombre siempre tiene que dar el primer paso. Una charla, un jugueteo con sus dedos y en un descuidó le robé el primer beso.

Terminé envolviéndola en mis brazos. Besé sus manos, cada centímetro de su piel, su cuello, sus labios y su frente. Poco a poco la llevé hasta su habitación, la desnudé y le terminé haciendo el amor o al menos eso ella pensó porque para mí fue simplemente sexo o al menos eso pensé, porque la envolví en mis brazos y velé su sueño. En ninguna cama había dormido jamás y terminé durmiendo precisamente en la de aquella loca, esa que parecía no saciarse jamás, la que me miraba a los ojos al hacerme el amor y me llenaba de besos con ternura y pasión.

Y yo que pensé que no pasaría de esa noche, volví. Volví noche tras noche. La hice mía una y otra vez. Le conocí su olor a diferentes horas del día, sus manías, le descubrí los lunares más ocultos, sus suspiros y gemidos, le conocí los temores, sus fantasmas y pasado, toda la puta locura de su cabeza, sus pasiones y ambiciones, compartí el café con ella. Me adueñé de un lado de su cama, de un par de almohadas, me acostumbré a su gata que de vez en cuando me aruñaba, comencé a pasearme por cada rincón de su casa, fumarme un cigarrillo aunque el olor a ella no le gustaba.

Intenté alejarme tantas veces argumentando que habíamos llegado al punto de la aburrición pero era cobardía mía, no quería darme cuenta que ya comenzaba a necesitarla en mi vida, que se había vuelto indispensable para mí porque ella es de esas putas locas insistentes, de las que con sus tonterías no logras sacártelas de la mente, de las que llenan de detalles y cursilerías, de las que siempre dicen las palabras correctas en el momento preciso, de las que siempre tienen un plan en mente y te sorprenden.

Es de las que se meten a tu casa y se hacen querer por tu familia. De las que te dejan pensando porque cuando crees que ya lo han dicho y hecho todo, te salen con una cosa más cabrona que no logras asimilar. Es de las locas de las que juraste no enamorarte jamás porque es celosa hasta morir pero la realidad es que sus celos no te dañan, al contrario, causan ternura porque pocas veces deja ver su inseguridad. Es de esas locas caprichosas y berrinchudas, de las que jamás se callan, de las que son mitad niña y mujer y al final, aunque no lo quieras, aunque te resistas, te hacen enloquecer.

Es una loca que no se anda con rodeos, que expone lo que quiere, que lucha por ello, que es independiente, que si se cae se levanta sola, una loca digna de admirar y aunque lo quiera negar… ella es mi loca, una loca que me hizo ver las cosas de distinta forma, que me muestra la vida y me hace vivirla, una loca que me ha enseñado a dar besos de ¨pajarito¨ y que me ha enseñado a hacer el amor despacito y bonito.

Ella ya es mi loca pero aún no lo sabe, no todos somos valientes en el amor y aunque le diga que no, se ha colado en mis huesos, en mi mente, en mi piel y posiblemente en mi corazón, ese que prometió no volver a sentir amor pero…

¿Quién se puede resistir a una loca que con todas sus acciones y palabras te hace sentir el hombre más querido y valorado del planeta?

Autor: Stepha Salcas  (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.

Más allá de la muerte he de amarte

El sol se ha ocultado. Tenía alrededor de dos horas dormida. La casa estaba en silencio y en mis sueños tú aparecías. Vestías de blanco y me sonreías. No pude ocultar mi alegría, lucías tan guapo, tan varonil, tan irresistible… quise acercarme y me fue imposible. No despegabas tu mirada de mí y me decías algo que no alcanzaba a oír. Quise gritarte algo pero mi voz no salía, opté por leer tus labios pero me sentía confundida. Todo estará bien, ¡sé fuerte! Te amo princesa… fuiste, eres y serás el amor de mi vida-. Quise seguirte pero más te alejaste, apareció una luz tan brillante y con ella te me escapaste. Me quedé inmóvil sin poder entender lo que había ocurrido, ¿porque te despedías?, ¿Por qué huías?… y me seguías mostrando una sonrisa. ¿Acaso dejarme te hacía feliz?, ¿acaso te habías aburrido de mí?

Mi mente confusa me daba mil vueltas y entre mis pensamientos escuché voces que provenían de afuera. –Está dormida, no hay que despertarla, es mejor que lo sepa hasta mañana-. ¿Hablaban de mí?, ¿qué debía saber?, díganme que todo lo he soñado, que ha sido una simple pesadilla en donde aparecía él, ¡despiértenme!

Me sentía sudada y un tanto incómoda, me movía en la cama y sentía resequedad en la boca. Cuando menos pensé alguien me tocó. Eran mis padres luciendo nostálgicos. Algo no estaba bien, podía sentirlo en mi interior.

Necesitamos que seas fuerte-, apenas pudo pronunciar papá. –Él ha tenido un accidente-, ¿de qué rayos hablaba mamá? Instantáneamente pensé en ti. Apenas pronuncié tu nombre y mi mamá dijo –sí-.

Me encerró en sus brazos y se puso a llorar. Si tan solo te habías accidentado no entendía por qué se miraban tan mal. Me solté de sus brazos, tomé una sudadera y me coloqué los tenis. Le pedía a papá que se diera prisa, que me llevara al hospital a verte. –No lo has entendido hija-, pronunció él. Él se ha ido, no hubo más que pudieran hacer-.

Sentí perder el color en mi piel. Intenté no tambalearme pero fue imposible, las últimas palabras eran indigeribles. Me incorporé quedando recargada a una pared. Fijé la vista en aquel mural con nuestras fotografías y perdí noción de cuantos minutos transcurrieron estando así. Mi mente quedó en blanco. ¡Esto tenía que ser una maldita broma! Una muy mala broma.

Inesperadamente me paré y comencé a gritar. No había llanto, solo un inmenso dolor imposible de calmar. Tiré todo cuanto estaba a mi paso, mis papás solo observaban como me rompía en pedazos. Con mis manos tomé aquellas flores que me diste una noche antes, cuando hicimos el amor y me dijiste que después de mi no habría nadie. Que siempre sería yo y que siempre serías tú. Sentí una inmensa rabia que no pude controlarme, tu estúpida promesa habías roto pues de mi te habías ido.

Me aferré a cada flor con aquella rabia y con aquel dolor, encajé en mis manos sus espinas inconscientemente porque solo logré reaccionar cuando escuché a mi papá gritar ¡basta, ya detente! Y como si aún hubiese estado dormida, aquel zangoloteo me hizo abrir los ojos y darme cuenta que en minutos había roto todo.

Hasta entonces comprendí aquel sueño en donde te despedías, aquellas palabras tan tuyas en donde decías que me querías. Rompí en llanto y todo a mí alrededor se hizo pedazos. Pedí quedarme a solas unos minutos y me refugié en una esquina abrazada a tu almohada favorita. Aún tenía tu aroma de la noche anterior. Deseaba que todo fuese falso y aparecieras por esa puerta, ¡deseaba volver a verte mi amor!

Mi vida sin ti nada valía. Mis sueños, mis planes, mi futuro y mis anhelos se habían convertido en NUESTROS, sin ti todo acababa yéndose al infierno. Ni siquiera puedo recordar de donde saqué fuerzas para verte en aquella fría caja. Tu piel tan pálida no te quitaba el lucir tan guapo. Abre tus ojitos- te supliqué más de una vez. Quería suponer que solo dormías pero entonces te toqué. Tu cuerpo tan frío me congeló la piel, te rodeé con mis brazos y sin dudarlo te besé.

No respondiste a mis besos, a mi cuerpo, a mi calor. Continuaste intacto, ya no me sonreíste ni me volviste a mirar jamás. Injustamente me apartaron de ti, sin importarles que yo quería irme contigo y no regresar nunca más. Me postré de rodillas ante ti, mientras bajaban tu cuerpo supliqué a mi Dios que te regresará a mí. Todo mi llanto, todas mis suplicas y mi sufrir no fueron escuchados. Besé la flor con la misma ternura que solía besar tus labios. Cayó en tu tumba y en ese momento cayó mi mundo en pedazos.

Espérame por allá y guárdame mi lugar y es que no sé cómo, ni cuándo, ni dónde, solo sé que un día nos volveremos a encontrar y ésta vez, ésta vez será para siempre.

Autor: Stepha Salcas  (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.

Terminaste perdiendo a quien te quería, por no saber lo que querías

Y al final de cuentas me cansé, sí, me cansé de darte un amor tan grande que no merecías y no sabías valorar. Me cansé de ser la mujer apasionada, romántica, tierna y detallista que daba todo por ti. Me cansé de pedir perdón aun cuando no era yo la que fallaba. Me cansé de la rutina, de los mismos buenos días y de ser ignorada. Me cansé de las preguntas sin respuestas, de ser yo la que te buscara, la única que mostraba interés, la única que amaba, me cansé de ti… de un ser tan egoísta que por sentir que todo lo merecía no valoró lo que tenía. Me cansé de un perdedor que no merecía mi amor y por eso mi mejor opción fue irme de ti.

Tenía que ser así, quizás ya estaba escrito en el destino pero no lo quise ver, tu inmadurez tarde o temprano terminaría afectándonos, el sentir que merecías mucho más de lo que tenías aun cuando ni siquiera eso sabías valorar y teniendo tanto amor como si nada lo dejaste escapar, pero esta vez, ni tus excusas, ni chantajes, ni tus falsas palabras me harán regresar. Hoy me quito la venda de los ojos y miro la cruel realidad; no me quieres y tal vez nunca lo hiciste porque una relación es de dos y en la ¨nuestra¨ la única que dio fui yo.

Arriesgué cuanto tuve y pude, siempre me la jugué por ti, pero agoté todas mis estrategias y antes de llegar a la última partida me rendí, decidí apostar únicamente por mí. No me importan tus argumentos porque ambos sabemos que amor, es algo que tuviste de más. Creo que todos tenemos un límite y yo terminé agotada de tantas derrotas, de que me hicieras mierda una y otra vez y aun así continuara amándote con todo mi ser. Me rompiste tantas veces que sin darme cuenta fueron haciéndose más grandes los huecos de mi corazón, con nada pudiste llenar mis vacíos y entonces la mejor opción, fue decir adiós.

Sé que los próximos días que están por venir no serán nada fáciles ni para ti ni para mí, pero también sé que algún día yo volveré a amar con la misma intensidad y quizás aún mejor de cómo te amé a ti, pero ¿y tú? Tú continuarás siendo el mismo, pero la pregunta es ¿te llegarán a amar cómo lo hice yo?  Posiblemente si pero lo más probable es que no.

Si hubieses tenido los huevos para decirme que sólo se trataba de un juego, que no me enamorara ni me estacionara contigo, hoy la historia sería muy diferente. Hoy debería odiarte pero a decir verdad me es muy difícil. Aún hay sentimientos de por medio pero ni con todo ello yo a tus brazos vuelvo.

Sólo puedo desear que aprendas la lección pero me duele imaginar que habrás de sufrir por amor y la razón no he de ser yo. Me duele más pensar que todo este tiempo ha sido aparentado. Que aquellos besos y caricias han sido improvisados, que todo fue parte de tu farsa, de aquel sucio juego que practicabas en el que ilusamente yo me enamoraba.

Y si fui de tu colección, te apuesto que he sido la mejor, porque nadie como yo te entregó tanto amor y eso de los dos, tú lo sabes mejor.

Ahora no me queda más que dedicarme a sanar mis heridas, vivir mi duelo y superarte. Sé que no todos los hombres son como tú así que tarde o temprano volveré a darme otra oportunidad en el amor y es que sólo fuiste una lección, el hombre que rompió mi corazón y que jamás supo valorar mi amor, no te proclames vencedor porque el tiempo te demostrará que tan solo eres un perdedor.

Ahora continúa divirtiéndote, yo recojo los pedazos de mi corazón y me voy. Cuando vuelvas a verme, te aseguro verás a una mujer diferente; una mujer que se ama y se valora, una mujer fuerte, segura de sí misma y lo más importante, feliz. ¿Qué si me he de vengar? Eso definitivamente no se hizo para mí, mi mejor venganza será que me mires feliz, feliz como no lo fui cuando estaba junto a ti.

Y ahora verás que tan cierto es aquella frase de por no saber lo que quieres, terminas perdiendo a quien te quiere y tú, tú me perdiste a mí.

 

Autor: Stepha Salcas  (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.