Inicio Blog Página 18

Existen amores que perduran por siempre… aunque terminen

Al final no importará lo que todo mundo piense; si elegiste al mejor, si encontraste a alguien que te ama con todo su corazón, alguien al que le ha quedado bien el título del ¨indicado¨ porque te aseguro, que no habrá más noche en que no cierres los ojos y pienses en aquel, al que amaste con todo tu ser pero aun después de intentarlo mil veces simplemente no pudo ser.

Dicen por ahí: ¨nada es para siempre¨ y efectivamente todos tenemos un ¨nada¨ que anda por ahí recibiendo otros besos, acariciando otra piel y durmiendo en otra cama. Para bien o para mal tú eres ese amor que aunque se puso punto no ha podido ser final aun cuando ambos tomamos caminos distintos, tú con ella y yo con él.

No eres un capricho u obsesión, confieso que tampoco es soledad o falta de amor, simplemente creo que, hay distintos tipos de amores y todos tienen un toque especial según la edad a la que lo vivas.

Éramos unos niños… ¿lo recuerdas? Ese primer amor que continúa presente en mis pensamientos y que aparece algunas noches en mis sueños cuando cierro los ojos y caigo profundamente dormida.

Ese al que no le importó nunca cuan loca, caprichosa o rebelde fuera. Ese que rió a carcajadas con mis locuras, él que me enseñó a besar, a acariciar y a desnudar el alma antes que la piel, el que me convirtió de niña a mujer y con el que alguna vez pensé vivir toda la vida. Ese con el que juré tantas veces un para siempre y con el que aun mantengo ese juramento pues aunque no estemos juntos físicamente, continúas en mi alma y tal vez, no lo sé, así sea toda la vida.

 

Cuan irónica puede ser la vida y cuan aferrados podemos ser nosotros; cuantas veces dijimos ¨ya no más¨ y al final llegaban tus mensajes o me encontrabas tocando la puerta de tu casa y entonces nuestra historia de amor continuaba. Muchos podrán pensar cuan enferma era nuestra relación pero yo pienso que llegamos a ese punto de la compenetración en que no podíamos estar el uno sin el otro, sin embargo, tarde o temprano uno se cansa de luchar, de quitar piedras del camino, de levantarse después de haber caído y termina tirando la toalla aun cuando eso signifique romper tu corazón y el de la persona que amas.

Fuimos valientes o tal vez bastantes cobardes, al final renunciamos, al final esperamos que el tiempo hiciera lo suyo y ahora tú estás con ella y yo con él. Pasaron años y encontré a alguien con quien logré sentir una química especial aunque no esos increíbles e indescriptibles torbellinos que tú me provocabas. Tú eras tempestad y en él encontré calma, bastante distintos… al final supongo que crecí, maduré y comprendí que aunque suene cruel, pocas veces uno se queda con el amor de su vida, tal vez tu llegaste a la misma conclusión.

Soy feliz con él aun cuando te esté escribiendo estas líneas, tal vez lo hago por desahogo, tal vez solo para recordar aquellas tardes en que escribía y tú me leías o tal vez, sólo hecho de menos a la joven que fui estando junto a ti.

Y ahora la vida es tan distinta y los años han pasado; ya no son las mismas canciones, ahora recibo otras flores, frecuento otros lugares e incluso el concepto de amor ha cambiado.

No es que esté mal, a decir verdad no me arrepiento de lo vivido, tal vez soy una tonta que echa de menos sus días de ayer aun cuando tiene un presente maravilloso que me hace feliz, aun cuando ese ayer también tiene su presente, tal vez solo es eso… el que existen amores que perduran por siempre, aunque terminen.

No sé si está bien o mal el volver a recordar, pero díganme ¿quién no echaría de menos a esa persona que te hizo feliz y te enseñó a amar, ese con el que tantas noches te pensaste quedar aun cuando el pronóstico no estaba a su favor?

Y después de serlo todo… hoy solo somos un par de desconocidos con un sinfín de recuerdos en común… tal vez tú ya olvidaste pero yo no.

Autor: Stepha Salcas (Diario De Una Bipolar)

Derechos de Autor.

El amor no duele, duelen nuestras fantasías, duele la mentira que nos contamos a nosotros mismos.

0

Al ver esos bellos ojos, esa mirada tan penetrante, tan sincera, tan simple, y continuamos mirando, esta vez nos enfocamos en su sonrisa, tierna y reluciente, a veces con toques de picardía, que solo consiguen darle más luz y belleza a su rostro, para luego, volverle a observar, y desear su boca, a esos deliciosos labios produciendo ese tono de voz tan suave y profundo, características muy propias de ti, que tal vez puedan tener muchos, pero siguen siendo solo muy propias de ti a través de mis ojos.

Oírte hablar es un deleite, saber de ti es mi mejor momento del día, saber cómo te están saliendo las cosas, qué tal te va en el trabajo, con los amigos y, sobre todo, con tu yo interno. Con eso que se queda guardado en lo más privado de tu corazón y que solo te atreves a compartir con pocos, hasta a veces incluso sin poder encontrar a alguno y solo compartes contigo.

 

Y yo te veo, te regalo mis horas desinteresadamente, anhelando poder ser algún día una de aquellas, una de esas personas con las que sientes poder contar y con las que realmente cuentas. Yo quiero estar ahí, quiero ser parte de ese grupo, quiero recibir un mensaje cibernético tuyo diciéndome que deseas hablar, de lo que sea, te juro que me da igual, o espero ese mensaje donde colocas que deseas salir a pasear un momento conmigo, por muy mal que vaya todo, estoy muy atenta a recibir ese mensaje donde pides verme y no hablemos de nada, solo me quede allí asiéndote compañía mientras el silencio nos enseña su monólogo.

Y en la realidad es diferente, sé que no te hago falta, sé que no me consideras, sé que te has pasado la vida disfrutando de quienes entran y celebrando con quienes se quedan en tu vida, lo sé muy bien, y me alegro muchísimo de saber que estás bien, y de que has elegido tan sabiamente a tus amistades, con esos altos y bajos tan propios de la naturaleza humana, pero sigues saliendo adelante. Y es por eso por lo que infiero que no debería molestar, que debería dejar mis anhelos y fantasías solo para mí y así no sentir que me convierto en una carga para ti.

Me siento como una carga, como una pulga en la oreja con tantas atenciones tan dispuestas a que las tomes cuando haga falta, siendo que vienen de una persona a la que no consideras en aquel pequeño grupo, aprendí a entenderlo gracias a ti, existen las personas temporales y las permanentes en la vida, y no importa lo mucho que uno desee que ese alguien sea parte de los permanentes, no se les puede obligar.

Las relaciones se dan sin forzar nada, simplemente les nace a ambos, es ahí cuando duele, pero no es el amarte lo que duele, son mis deseos más profundos verlos convertidos en fantasías como las de un libro lo que realmente duele.

Por: vale

Hoy no te pierdo, me pierdes; pierdes a quien a pesar de tus defectos te quería en su vida

0

Tal vez sufrí y llore muchas noches esperando que tu reaccionaras, a que por fin te animaras a dar el siguiente paso, después de un tiempo acepte que no siempre uno y uno son dos. Me pase días tratando de hacerte feliz y tu jamás fuiste capaz de ser reciproco conmigo, vivía engañada y conforme con el poco cariño y atención que me brindabas, cada vez que fríamente lo volvías a hacer, yo débilmente te advertía que esta sería la última vez. Siempre te sentiste seguro de mí, que cada domingo por la tarde cuando regresabas de un fin de semana de diversión, aventuras quien sabe con quienes, estaría yo para brindarte el cariño que necesitas y llenar tus vacíos.

Pase por eso y por más, pero por fin me arme de valor y decidí dar un paso al costado, ponerme fuerte y decir ya basta. No me merezco esto, yo merezco que me quieran y no a tu manera intermitente, cuando quieres estas y cuando yo quiero no. Creías que estaría para siempre, que con una llamada o un mensaje con palabras lindas endulzándome sería suficiente, pues no.

Hoy me armé de valor y aprendí una palabra mágica NO, No me voy a conformar con tu poco cariño, no me voy a conformar con el poco tiempo que me das, con tu falta de atenciones y gestos, no me voy a conformar contigo.

Hoy te diste cuenta de que deje de ser la incondicional, vienes a decirme que me quieres, que vas a cambiar, que dejas a todas tus conquistas por mí, que te de una última oportunidad, que te diste cuenta de que era importante en tu vida y que no me quieres perder.

Hoy te digo no puedes perder algo que nunca tuviste, luche incansablemente para enamorarte, pero por fin me di cuenta de que el que me tenía que enamorarse eras tú, el que me tenía que llenar de detalles eras tú, permití demasiado y ese fue mi peor error.

Hoy no te pierdo, me pierdes; pierdes a alguien que veía en ti todos tus defectos y aun así los quería en su vida, pierdes a alguien que te quería sin condición, solo pedía a cambio que me quisieras como te quería yo. Jamás te prohibí nada, pero hoy te prohíbo que me vuelvas hablar, me he dado cuenta de que tal vez perdí mi tiempo, pero me quede con una gran lección, YO SI SE QUERER.

Por: Lucia Silva

¡Ni puta, ni zorra, soy la Otra!

0

Condenada a ser culpable de dañar un hogar, sí, un maravilloso hogar, de dos personas que una vez se amaron y juraron amor eterno,  hogar que se destruye poco a poco , un hogar que hoy llora  desconsoladamente por la ausencia de ese hombre que amaba a su esposa y que por dejarse llevar por el ego absurdo en el que viven todos los hombres, de considerarse más hombre por tener más mujeres, ¡ay por favor! en un mundo en el que hoy vivimos, necesitamos de una compañía para toda la vida, un abrazo quizá en tiempo difícil, un beso en la frente indicando que todo estará bien, un apretón de manos que nos impida cometer errores y una vejez más tranquila al lado de tu compañera o compañero fiel, un hombre de verdad es aquel que reconoce y aprecia el amor incondicional, es aquel príncipe que toda hija quiere tener y no un depredador irracional que solo busca satisfacer su idea errónea de ser más hombre que sus amigos, una competencia donde sale victorioso el más insensato e incrédulo.

Soy culpable por ser esa ilusa entrometida, que estaba a punto de tocar el cielo pero preferí el infierno; lo conocí tarde pero lo conocí, todo era tan perfecto, todo en nosotros encajaba, estaba cegada con sus detalles, en su forma de mirarme, de sonreírme, el roce de su piel con la mía era la gloria, una nueva ilusión en mi vida se había creado y aunque sabía de su esposa e hijos, preferí dejarme llevar por el intento, por mi corazón, mis emociones, no quería escuchar mi parte racional, me enamoré perdidamente y lo preferí muchas veces.

Pero como toda historia con mal comienzo tiene su final, era cierto que ese mundo desdichado, era un solo juego en el que la única que salía perdiendo era yo o tal vez él, por tener una tercera persona en su vida, yo sabía dentro de mí que él no me quería y lo comprobé. Se alejó de mí y está viviendo una vida caóticamente solitaria, un vagabundo mendigándole amor a su digna esposa.

Sin duda alguna me arrepiento profundamente y con lágrimas en mis ojos le escribí una carta a ella.

Señora:

Señora de Giraldo, Quiero confesarle que me arrepiento de todas las noches que pasó con desvelo esperando la llegada de su esposo,  me duele el alma en pensar que le arrebaté a sus hijos el padre que ellos necesitaban, sabía perfectamente como lo amaban y añoraban el tiempo que él me regalaba, por cada lagrima que usted derrama, Dios en el cielo me reprocha y cumple con su justicia divina, mis días son cada vez más tristes y desolados, siento que el mundo quiere comerme a gritos, con señalamientos, insultos, mi vida se convirtió en viral, en un mundo virtual en el que nadie se salva si comete un error,  así que cerré mis redes sociales, ya no tengo amigos y mi familia me mira con otros ojos,  me voy lejos a empezar una nueva vida por que la anterior está arruinada, soy culpable sin objeción alguna, pero quiero que usted más que el mundo entero, no me condenen con todo el peso de la dignidad, sin antes saber que todo lo hice porque estaba perdidamente enamorada del hombre equivocado, no soy un peligro para la sociedad como quieren verme, solo me enamoré en el momento equivocado y con un hombre casado.

No siendo más me despido y espero que algún día pueda perdonarme.

Atentamente: La otra de Giraldo.

Por: Karen Gil

La clave para ser feliz consiste en no aferrarse a nadie.

0

Todos hemos querido a alguien con todas nuestras fuerzas y creemos que esa persona será eterna, que esa historia jamás se va terminar pero cuando eso ocurre te sientes rota por dentro, sentimos que se nos cae el mundo en pedazos, que la vida no tiene sentido, y que no podemos estar sin esa persona y es ahí cuando luchamos y hacemos todo lo posible para tenerla de vuelta y hasta llegamos al punto de perdernos a nosotros mismos ya que dejamos a lado nuestro amor propio por querer más a la otra persona, nos volvemos tan vulnerables que nos podemos dejar pisar sin saber cuánto daño nos están causando pero solo te digo algo, ¡ABRE LOS OJOS!, deja de hacerlo porque al final no ganas nada, sólo pierdes y te lastimas.

Si una persona quiere estar contigo, lo estará, déjate de excusas y deja de aferrarte porque en verdad no quiere estar contigo y sé cuánto duele pero cuando alguien quiere algo, no hay nada de por medio que lo detenga así que trata de aceptar tu situación actual y seguir adelante porque no puedes cambiar la realidad, cuando se termina algo simplemente se termina, no estés esperando a que esa persona vuelva arrepentida porque seguramente lo estás haciendo, en verdad valórate, debes de entender que no necesitas a nadie para ser feliz ni sentirte completa.

En lugar de desgastarte por una persona que no te valora y que ya no quiere estar en tu vida, utiliza ese tiempo para sanarte y conocerte a ti misma, para crecer como persona y para valorarte ya que de esa manera aprenderás a quererte lo suficiente como para que únicamente aceptes el amor que estás dispuesto a dar, no le tengas miedo a la soledad, simplemente disfrútala porque será la única forma en la que aprenderás bastantes cosas acerca de ti y por lo tanto crecerás.

Hay que darnos cuenta de que la vida es bastante bonita y que de un segundo a otro se nos puede acabar, por lo tanto, no desaproveches ni un minuto aferrándote a alguien que ya no te corresponde, si te duele llora todo lo que puedas y sufre lo que necesites para cerrar ese ciclo porque sé que no es fácil pero cuando te sientas mejor entonces suéltalo, suelta todo aquello que te impide ser feliz y aprende de esta experiencia ya que cada una nos va definiendo como las personas que somos y quédate satisfecha de que tú diste todo lo que pudiste por esa persona, si no lo supo aprovechar es su problema, ya llegará una persona que te valore y quiera como eres, pero acuérdate de nunca aferrarte porque todo va cambiando constantemente, simplemente disfruta de la compañía de las personas porque cada una te deja algo en tu vida, ya sea bueno o malo.

Y recuerda algo muy importante, todo depende de nosotros mismos y de nuestras ganas de ser felices y seguir adelante. Así que valórate, quiérete, disfruta y vive. ¡Tú puedes!

Por: Daniela Ramos.

Ahora soy yo quien no quiere volver a intentarlo

0

En un principio yo era quien sentía que no podría vivir si te fueras de mi lado. Pasaba noches enteras en velas pensando en todos esos factores que hacían que te fueras dejando poco a poco de mí; yo lo notaba, notaba como con el tiempo yo te sentí cada vez más lejos de mí, distanciado y comenzaba mi temor a crecer dentro de mí pensando que no sabía que hacer si un día tú te alejarás de mí. Comenzaba a notar como tu interés por mí disminuía y como dejabas de hacer cosas para sorprenderme y demostrarme el gran amor que sentías y decías sentir por mí. No sabía como explicármelo, como explicárselo a mi corazón para que entendiera que quizá un día te alejarías y jamás volverías; con cada una de las explicaciones mi corazón se cuarteaba, yo sentía como yo misma me lastimaba y formaba heridas que no cambiarían ni sanarían por un buen tiempo. Sabía en la situación en la que me encontraba y vía como mi mundo y mi vida a la cual en algún momento considere feliz a tu lado se desmoronaba y se llenaba de ala obscuridad que tanto temía.d

Paso el tiempo, y con ese mismo tiempo cómic´a entender y acostumbrarme a lo que estaba pasando. me enfríe, comencé a tomar una actitud más fría contigo, ya no sentía lo mismo cuando estabas a mi lado y comenzabas a notarlo. Comenzabas  darte cuenta que al igual que tú algo en dentro de mí comenzaba a cambiar. Con el tiempo el temor se esfumo y el dolor disminuyo porque comenzaba a comprender que si llegarás a irte de mi vida sería porque realmente no pertenecías a ella. El dolor era menor y de hecho, en algunas ocasiones ya no lo sentía, podías mostrarte lejano y frío pero a mí ya no me dolía. Me di cuenta que lo que un día sentí por ti ya no era lo mismo, y no hice nada para evitarlo, porque m gustaba esa sensación, esa fuerza que necesitaba cuando comenzabas a alejarte de mí.

No sé que fue lo que te hizo cambiar de opinión, pero comenzaste a ser de nuevo más cercano a mí, comenzabas a mostrar nuevamente interés y te preocupabas por mí y mi vida como en un principio, pero lamentablemente yo ya nos sentía lo mismo por ti y comenzó a dejarme de importar que era lo que sentías o pensabas de mí. Lo único que quería era comenzar una nueva vid y lo hice, y tú comenzaste a notarlo.

Un día llegaste siendo el mismo de antes, pidiendo explicaciones de lo que estaba pasando en se momento conmigo, pidiéndome explicaciones dl por qué me estaba alejando de ti, del porque me mostraba tan fría y distante a ti. De un día para otro comenzaste de nuevo a luchar por lo que un día hubo entre los dos, pero yo ya no estaba dispuesta, yo me había alejado porque realmente era lo que necesitaba; porque ahora soy yo quien no quiere volver.

Después de la primera cita

0

Lo que sucede después de la primera cita depende en gran medida del tipo de hombre con el que estés tratando, traigo para ti, esta lista con la que te identificaras con más de alguna situación.

“El salvador” llega cuando apenas tienes días de ruptura cuando tu corazón esta frágil y necesita ser consolado, llega sutilmente y te hace sentir que todo estará bien, él será nada más el inicio de una larga escuela, al final terminara alejándose, este peculiar personaje suele ser casado, tener novia, u otro compromiso, usualmente este chico después de tu primera cita te baja las estrellas y la luna, y te hace sentir que todo es real, pero calma esto solo empieza.

El “inteligente”, ese que es profesional, que tiene muchos estudios, que quizás fue tu superior y que se fijó en ti, quiere conocerte, es capaz de presentarte con sus compañeros de trabajo, pero terminara por hacerte alguna propuesta indecente como “Romeo Santos” en su canción, y ahí terminara todo su interés cuando le digas que NO, sin haber tenido una primera cita.

El “chico Virtual” quiere una relación, es aquel que está a todo momento pendiente, has comido, has dormido, si todo está bien, él quiere hacerlo todo en chat o con llamadas, pero, van pasando los días, los meses y nunca te propone una primera cita, él no quiere una relación real.

El “hijo de Dios” que conociste en la iglesia habla de Dios y parece el indicado, que después de la primera cita soñó con casarse, tiene los nombres sus hijos, te presento a la familia, y lo quiere todo rápido, deja todo en manos de Dios que al final te descuida tanto que te pierde

El “Hombre perfecto” es un buen partido, con un buen empleo, te cumple todos tus caprichos, responsable, sin compromisos, trabajador, sin vicios, el compañero ideal, pero al que su mama aun le elige la ropa, los zapatos y hasta la novia, este después de su primera cita, querrá presentarte a su mama, pudiste haber sido tú la elegida, pero créeme no querrás estar contestando llamadas de tu suegra hasta cuando estas en el cine.

El “don Juan” ese por el que todas mueren, que tu decidiste aceptarle esa primera cita, en la que te persuadirá y logrará robarte un beso, apasionado, un hombre experimentado, que buscará más citas, pero no buscará nada serio.

El “que le hizo falta valor” ese que conoces, sabes que es una buena persona, se han frecuentado algunas veces, pero nunca en otro plan, antes de invitarte a salir, te asegura que está dispuesto a todo por ti, pero en su primera cita, no tuvo valor, este después se aleja sin explicación, porque a estas alturas eres una gran mujer, que no cualquier hombre tendrá valor de dar ese paso.

Finalmente “el indicado” ese que no buscaste, llega y no lo esperabas, usualmente es aquel viejo compañero de clase, el vecino que nunca saludaste, o a esa persona que conociste en el lugar donde no andabas buscando, ese ser inesperado que llega a tu vida sin avisar,  el que en tu primera cita puedes ser tú, te ríes como nunca, sin necesidad de aparentar o de pensar que pasara después, ese ser mágico que después de su primera cita sigue haciéndote sentir ganas, de tener otra primera cita.

Por: arlen

Estoy en una situación en la que busco alguien que me apoye en todo, porque para besos y fotos cualquiera puede.

0

Todos queremos escuchar el que nos digan “te amo”, “eres lo más importante de mi vida”; todas queremos tener un hombro sobre el cual poder llorar cuando nos sentimos desconsoladas, todas queremos besos, todas somos amantes de las demostraciones de amor, de los besos pasionales, de los abrazos eternos, de las caricias en la piel, todos queremos sentirnos amados, todos queremos tener a alguien a nuestro lado y alguien a quien pertenecer.

Todos lo queremos, pero también queremos que esas palabras tengan sentido, queremos que aquellos que están a nuestro lado sean fieles y leales, pero sobre todo queremos saber que podemos contar con ellos, queremos tener la certeza de que no estamos solos, que si el día de mañana amanece gris tendremos con quien compartir ese día igual que aquellos que han sido soleados, el amor es la palabra más usada en el mundo y a pesar de eso la mayoría desconoce su significado, la mayoría la confunde con el “querer” o “desear” a alguien o algo.

No es que me sienta mayor, pero si que he madurado, ya no busco con quien jugar a estar enamorados, ya no quiero estar con el chico más guapo o de mejor cuerpo, ya no me interesan todos aquellos presuntuosos que se creen mejor que los demás, de eso creo que tuve suficiente, creo que ya me cansé de pretender que estamos enamorados.

Me puedo dar cuenta de que lo que buscamos es muy diferente, y que tu aun estas en esa etapa en la que crees que con decir las cosas es suficiente, crees que por el hecho de decirme que me amas yo debo corresponderte y creerte, crees que porque me digas que yo soy lo más importante de tu vida yo voy a caer rendida a tus pies sin pensarlo un segundo, pero como dije, yo ya no estoy para jugar a estar enamorados, quiero a un hombre que de soporte a sus palabras, que les de valor, que sea consciente de que no siempre se puede estar bien y que esté dispuesto a apoyarme cuando sea necesario.

Busco a un enamorado, pero más que a eso quiero a un cómplice, alguien que me conozca y que me ame por lo que soy, que me demuestre más con sus actos que con sus palabras, que no quiera un mundo de color de rosa, que sepa que hay veces que la vida se torna gris y que sumemos esfuerzos para salir adelante juntos, busco alguien que me apoye en todo, porque para besos y fotos cualquiera puede.

Autor: Sunky

Yo daba todo por vos y al principio recibí lo mismo, pero luego tu personalidad cambio.

0

Luego de un año lleno de amor y risas en el que me enseñaste que es dejar todo por la otra persona comenzamos a pelear, todas las noches por motivos diferentes, comenzaste a decirme cosas hirientes que nunca imagine que dirías, porque simplemente tu no eras así y nunca te imagine de esa manera.

Lentamente mi amor crecía y el tuyo se desvanecía, yo daba todo por vos y al principio recibí lo mismo, pero luego tu personalidad cambio, te desconocí completamente cuando comenzaste a ignorarme, a dejar los detalles, a dejar caer lo que teníamos. Me costó mucho el entender que ya no era lo de antes, que tu cambiaste y aunque yo también cambie mi amor por ti nunca cambio.

Una noche de charla entre amigas lo logre entender, después de tener la misma charla miles de veces comprendí lo que pasaba, yo sola no podía llevar una relación a flote cuando debería ser de a dos, porque si tu amor se fue yo no podía forzarlo a volver. Ese día junte el valor y te mande el mensaje, ese que nunca pensé que te mandaría, «tenemos que hablar», recibí lo mismo que había recibido todo este tiempo, rechazo.

Te dije que necesitaba un poco más de atención a nuestra relación si querías seguir ya que en el último tiempo la habíamos descuidado, te reíste diciendo que vos nunca cambiaste y que si me sentía mal era mi culpa, ya nada te importaba, mientras que yo no paraba de pensar en nosotros y como salir adelante vos pasabas bien con amigos, disfrutabas y no pensabas ni un poco en mi. Deje en claro intentando no llorar que si las cosas no cambiaban me iba a ir, iba a abandonar todo lo que habíamos construido por casi dos años y no te importo ni un poco, me encontré deseando un voy a cambiar por vos o un no me dejes cuando recibí un «Ándate, yo no tengo problema».

Me encontré en un pozo, llorando y sufriendo por lo que perdimos, llego un momento que ya ni lo hablaba, sentía que tanto hablar de un mismo tema molestaba. Todas las noches abría tu foto y la miraba sin parar mientras juntaba fuerzas para seguir adelante, para no volver a llamarte y pedirte que vuelvas porque tenía claro que iba a pasar lo mismo, cambiaste y yo lo tenía que aceptar.

Un día volviste a escribir y te respondí, cuando ya casi se me pasaba este bajón emocional en el que nuestra relación me metió. Y la historia se repitió, yo dando todo y tu nada, otra vez lo mismo, estaba tan enojada conmigo misma por permitirte lastimarme de nuevo.

Hasta que hoy estoy bien, puedo decir que no te guardo rencor porque tú me enseñaste que todo se supera y que si estas en algo que hace mal es preferible salir que quedarse. Estoy en condiciones de decir que si vuelves te rechazo, estoy lista para empezar una relación nueva, estoy segura de que finalmente voy a encontrar a alguien que me respete, que me quiera de verdad y si no voy a ser feliz, yo puedo estar bien sola.

Estoy feliz de decir que finalmente, estoy bien

Por: María Renarra

Hoy te digo adiós y buen viaje.

0

Hoy te vas en busca de tus sueños, de tu tan anhelado deseo de conocer el mundo, hoy te vas dejando a tu familia, tus amigos, tus trabajos, tu vida y a mí atrás. Te vas sin destino, sin tiempos, sin planificación, te vas sin saber si vuelves.

Si pienso en el ayer son más los años que pasamos separados que juntos, son muchas más las noches que te extrañé que las que te tuve, sin embargo, siempre te sentí ahí, siempre supe que estabas a más o menos kilómetros, pero en el mismo lugar. La seguridad que me daba saber que con un mensaje podía tenerte en mi cama… esa seguridad es la que hoy se escapa y en mi interior me dice que llegó la hora de la despedida real.

Nunca imaginé sentirme atada a un amor de adolescente que hoy ya siendo adultos me persigue.

Me alejé de la ciudad con el objetivo de olvidarte, viajé, soñé, me creí libre, pasaron otros hombres, intenté otra relación, pero no lo conseguí… ese amor de adolescente parecía nunca dejarme.

Cuando nuevamente coincidimos, cuando decidí volver creyendo que ahora sí esta historia iba a tener el final que tanto deseaba, cuando estaba decidida a todo con vos, cuando la imagen de aquel adolescente había cambiado a la de un hombre, cuando creí que estábamos en el momento justo de comenzar a construir un futuro juntos… me dijiste me voy…

Estos últimos días he intentado no pensarte con el objetivo de acostumbrarme a tu falta, pero te escribo cada noche que me invaden estas ganas inmensas de poder pasar todo el tiempo posible con vos… y respondes… como siempre respondes.

Siempre imaginé otro final para nosotros, siempre creí que la viajera y soñadora era yo, que iba a ser yo la que te dejara para recorrer el mundo, porque siempre te mostraste tan calculador.

Hoy te despido, hoy te digo que no te espero, hoy me atrevo a confesar que fuiste mi primer y único amor, pero me despido con la cabeza alta, con la sonrisa de los recuerdos, las lágrimas de lo que no pudo ser y el quizás de lo que podría haber sido… hoy te digo adiós y buen viaje.

Por: Orca

Te defendí de muchos comentarios, y al final resultaste ser la basura que ellos me advertían.

0

Sabes muy bien que fuiste la causa del distanciamiento que tuve con mis seres queridos, y todo porque ellos trataban de protegerme de ti, yo también tuve la culpa por no darles el beneficio de la duda, por no escucharlos después de tanto tiempo que me han demostrado su cariño, tu viste el daño que me causo el separarme de ellos por ti y aun así no fuiste ni siquiera bueno para hacer que al menos valiera en poco la pena.

Aún no puedo entender tu que ganabas con todo esto, porque me mentiste, porque me hiciste pasar por todos esos problemas si sabías bien que me enamoraste a base de mentiras, ¿acaso creías que podrías engañarme por siempre? No sabes el alivio que siento de haberme resistido a tus constantes peticiones de hacer el amor, y no era que yo no lo deseara, solo que yo quería que fuera algo memorable nuestra primera vez.

Puedo darme cuenta de que de alguna manera querías embaucarme, querías engañarme para que cayera en tus garras y ya no pudiera escaparme, creo que es por eso que hablabas tanto de una familia y los hijos, eso era lo que querías de mí, querías embarazarme para que me sintiera atada o acorralada a permanecer contigo, y me da mucho gusto que los planes te salieran mal.

No cabe duda de que tengo a alguien que me cuida desde el cielo, porque sé muy bien que, si por mi fuera quizás aun estaría contigo, pero gracias a Dios pude darme cuenta de la persona que eras, gracias a Dios tuve un momento de claridad en mi mente, y eso fue suficiente para que me quitara la venda de los ojos, y por fin pude alejarme de ti.

No tienes idea de lo arrepentida que me siento, no puedes ni imaginarte la vergüenza en la que me pusiste, porque ahora tengo que agachar la cabeza ante todos aquellos que me advirtieron sobre ti y con quienes me pelee por defenderte, y que finalmente tuvieron la razón, no sabes cómo me duele esta gran desilusión, y como me ha pegado en mi orgullo haber sido tan estúpida para no darme cuenta, para incluso ignorar por completo las advertencias que me hacían aquellas personas que en el pasado ya me habían demostrado su lealtad.

Autor: Sunky

 

5 heridas emocionales de la infancia que persisten cuando somos adultos

0

Los problemas vividos en la infancia dejan heridas emocionales que vaticinan cómo será nuestra calidad de vida cuando seamos adultos. Además, estos pueden influir significativamente en como nuestros niños de hoy actuarán mañana y en como nosotros, por otro lado, afrontaremos las adversidades.

Así, de alguna forma, a partir de estas 5 heridas emocionales o experiencias dolorosas de la infancia, conformaremos una parte de nuestra personalidad. Veamos a continuación cuáles son nuestras heridas definidas por Lisa Bourbeau….

1- El miedo al abandono

La soledad es el peor enemigo de quien vivió el abandono en su infancia. Habrá una constante vigilancia hacia esta carencia, lo que ocasionará que quien la haya padecido abandone a sus parejas y a sus proyectos de forma temprana, por temor a ser ella la abandonada. Sería algo así como “te dejo antes de que tú me dejes a mí”, “nadie me apoya, no estoy dispuesto a soportar esto”, “si te vas, no vuelvas…”.

Las personas que han tenido las heridas emocionales del abandono en la infancia, tendrán que trabajar su miedo a la soledad, su temor a ser rechazadas y las barreras invisibles al contacto físico.

La herida causada por el abandono no es fácil de curar. Así, tú mismo serás consciente de que ha comenzado a cicatrizar cuando el temor a los momentos de soledad desaparezca y en ellos empiece a fluir un diálogo interior positivo y esperanzador.

2- El miedo al rechazo

El miedo al rechazo es una de las heridas emocionales más profundas, pues implica el rechazo de nuestro interior. Con interior nos referimos a nuestras vivencias, a nuestros pensamientos y a nuestros sentimientos.

En su aparición pueden influir múltiples factores, tales como el rechazo de los progenitores, de la familia o de los iguales. Genera pensamientos de rechazo, de no ser deseado y de descalificación hacia uno mismo.

La persona que padece de miedo al rechazo no se siente merecedora de afecto ni de comprensión y se aísla en su vacío interior. Es probable que, si hemos sufrido esto en nuestra infancia, seamos personas huidizas. Por lo que debemos de trabajar nuestros temores, nuestros miedos internos y esas situaciones que nos generan pánico.

Si es tu caso, ocúpate de tu lugar, de arriesgar y de tomar decisiones por ti mismo. Cada vez te molestará menos que la gente se aleje y no te tomarás como algo personal que se olviden de ti en algún momento.

3- La humillación

Esta herida se genera cuando en su momento sentimos que los demás nos desaprueban y nos critican. Podemos generar estos problemas en nuestros niños diciéndoles que son torpes, malos o unos pesados, así como aireando sus problemas ante los demás; esto destruye la autoestima infantil.

Las heridas emocionales de la humillación generan con frecuencia una personalidad dependiente. Además, podemos haber aprendido a ser “tiranos” y egoístas como un mecanismo de defensa, e incluso a humillar a los demás como escudo protector.

Haber sufrido este tipo de experiencias requiere que trabajemos nuestra independencia, nuestra libertad, la comprensión de nuestras necesidades y temores, así como nuestras prioridades.

4- La traición o el miedo a confiar

Surge cuando el niño se ha sentido traicionado por alguno de sus padres principalmente, no cumpliendo sus promesas. Esto genera una desconfianza que se puede transformar en envidia y otros sentimientos negativos, por no sentirse merecedor de lo prometido y de lo que otros tienen.

Haber padecido una traición en la infancia construye personas controladoras y que quieren tenerlo todo atado y reatado. Si has padecido estos problemas en la infancia, es probable que sientas la necesidad de ejercer cierto control sobre los demás, lo que frecuentemente se justifica con un carácter fuerte.

Estas personas suelen confirmar sus errores por su forma de actuar. Sanar las heridas emocionales de la traición requiere trabajar la paciencia, la tolerancia y el saber vivir, así como aprender a estar solo y a delegar responsabilidades.

5- La injusticia

La injusticia como herida emocional se origina en un entorno en el que los cuidadores principales son fríos y autoritarios. En la infancia, una exigencia en demasía y que sobrepase los límites generará sentimientos de ineficacia y de inutilidad, tanto en la niñez como en la edad adulta.

Las consecuencias directas de la injusticia en la conducta de quien lo padece será la rigidez, pues estas personas intentan ser muy importantes y adquirir un gran poder. Además, es probable se haya creado un fanatismo por el orden y el perfeccionismo, así como la incapacidad para tomar decisiones con seguridad.

Requiere trabajar la desconfianza y la rigidez mental, generando la mayor flexibilidad posible y permitiéndose confiar en los demás.

Ahora que ya conocemos las cinco heridas del alma que pueden afectar a nuestro bienestar, a nuestra salud y a nuestra capacidad para desarrollarnos como personas, podemos comenzar a sanarlas.

Autor: Raquel Aldana

fuente: lamenteesmaravillosa.com