No fuimos nada, pero llegaste a ser mi todo.

0
20363

Debo admitir que he llorado durante horas y me he quedado dormida en medio de lágrimas, me he preguntado una y otra vez que hice mal o si en verdad no fui lo suficiente para lo que tú querías, pero poco a poco he logrado ser más fuerte de lo que nunca había sido, y he logrado reconstruirme como mujer.

Recuerdo aquella primera vez que te vi, en la cual no causaste gran impresión en mi porque eras una persona más que conocí en el camino, pero tú te encargaste de ganar mi atención y en el transcurso mi cariño, te convertiste en la persona en la que más he confiado en mi vida sentía que eras el único que podía escucharme porque nos sentábamos a hablar por horas de todo y de nada y era simplemente magnifico sentir una conexión tan perfecta con alguien y siempre pensé que para ti también era algo muy importante.

En el transcurso de los años me enamore de ti y no me enamore de tu físico sinceramente me enamore de la persona que eras de todo lo que eras de tu chispa de entusiasmo de tus chistes y de todo, te aceptaba tal y como eras tú, sabias que podías confiar ciegamente en mí, porque nunca te iba a decepcionar y siempre quería lo mejor para ti y todo lo que hacía era para que fueras cada día mejor.

Confieso que se me destrozo el alma y el corazón en mil pedazos cuando me enteré que eras feliz con otra persona, porque en medio de mi ingenuidad pensé estarías junto a mí, pero no era la persona para ti, y siento que siempre querías tener todo y tenerme ahí pero no era justo para mí, porque yo no podía quedarme viéndote ser feliz y estar locamente enamorado mientras yo me consumía en medio del dolor y aunque según tu versión no querías hacerme daño, lamento decirte que la sinceridad era más que necesaria.

Hoy finalmente debo decirte que no tengo rencor hacia ti, yo te dije que siempre quería que fueras feliz y espero sinceramente espero que sea así, espero que la decisión que tomaste sea la correcta y te haga feliz, por mi parte debo decir con gran satisfacción que me reconstruí y han quedado muchas enseñanzas en mi alma y corazón, entendí que yo no era el problema, porque la persona que se enamore de mi debe quererme tal y como soy, y no necesitará compararme con nadie.

Ahora decido seguir mi camino de nuevo con gran felicidad y le pido a la vida y al cielo que me regale el verdadero amor que traiga a mi vida alguien que me ame y que yo pueda amar.

Att: Mai.