El amor no es una droga ni se le parece.

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Creo que todos queremos una relación que nos marque de por vida, todos queremos tener recuerdos intensos sobre alguna persona con la que vivimos cosas irrepetibles, situaciones que escapaban a nuestra imaginación, con las que nos llenamos de deseos y pensamientos que nunca antes habíamos experimentado, todos queremos tener una buena historia que contar a nuestros nietos, y es por eso que muchas veces nos confundimos cuando encontramos personas que nos brindan relaciones así.

 

Creo que todos tienen claro que amar y querer no es igual, ¿pero realmente cual es la diferencia?, creo que todos podemos tener alguna experiencia que valoramos mucho, una situación en la que las cosas se salieron de control, que nos vimos sumergidos en un amor profundo y fuerte sin siquiera darnos cuenta, que sacó a relucir una parte de nosotros que no conocíamos, que nos volvió más locos, más atrevidos, que nos hacía sentirnos felices, llenos de vida, llenos de plenitud, en el que lo único que pensábamos era en estar el mayor tiempo posible con esa persona, ese tipo de relación que te hace sentir que el mundo puede rodar o partirse en mil pedazos siempre y cuando siga esa persona a tu lado, ¿te suenan este tipo de descripciones?

Ahora comparémoslo con la sensación de estar drogado o tomado, ¿no te ha pasado que comenzaste con una probadita y de pronto ya estabas sumergido en sus efectos?, que de pronto parecía que todo el mundo era mejor persona, de hecho casi podrías jurar que todos aquellos que te acompañaban en ese lugar te apreciaban muchísimo, aunque ni los conocías ni ellos a ti, compartías historias privadas con gente a quien ni le importaba, pero esa sensación de libertad era agradable, te descubrías haciendo cosas que nunca te imaginaste, mirando la realidad desde una perspectiva completamente diferente, eras feliz, y solo querías más y más, solo querías que la noche no terminará, si pudieras, quizás te gustaría permanecer en ese momento de tu vida congelada por siempre.

Pero tanto en el amor como en la borrachera llega el siguiente día, el siguiente día cuando todo termina, cuando sientes la resaca de los excesos que tuviste, y todas esas risas desaparecen, toda esa felicidad que sentías ahora ya no está, incluso puede que te arrepientas de alguna cosa que hiciste bajo los efectos de aquello que te hacia actuar con tanta libertad, este tipo de “amor” se parece a la bebida, porque cuando se acaban te sientes peor, y no quieres volver a saber nada sobre beber durante un tiempo.

El amor real viene de personas reales, y una persona real no puede estar todo el tiempo sonriendo, también tiene momentos en los que quiere llorar o ponerse serio, no puede estar todo el tiempo excitado, también hay momentos en los que prefiere más bien un trato tierno, o incluso un momento de soledad, una persona real no llega y te golpea tan fuerte que pierdes los sentidos, llega y te acaricia el alma y te das cuenta de que es el indicado simple y sencillamente porque tu vida es mejor a su lado.

Autor: Sunky