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Cuando la educación hace daño: madres tóxicas

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Hablamos de madres tóxicas, no obstante, cabe aclarar también que hay padres tóxicos y abuelos tóxicos. Las madres tóxicas son pilares en la educación de los niños que lejos de fomentar una madurez personal y una seguridad, anclan pesadas cadenas vetando por completo la independencia física y emocional de esa persona.

Ahora bien, cabe decir que el rol de la madre tiene casi siempre, un peso más intenso en la educación de los niños. Es ella quien establece ese vínculo de cuidado y afecto tan estrecho con ese recién nacido, que día a día, irá desprendiéndose de sus brazos para avanzar con seguridad por el mundo sabiéndose amado, teniendo siempre ese referente que le ha aportado un amor incondicional pero saludable, con el que madurar de modo inteligente.

Las madres tóxicas ofrecen una amor a sus hijos hostigante a la vez que inmaduro. Proyectan sobre ellos sus inseguridades para reafirmarse personalmente, y así, tener mayor control sobre sus vidas y sobre la de sus hijos.

  1. ¿Qué hay detrás de la personalidad de las madres tóxicas?

Puede que nos llame la atención, pero detrás del comportamiento de una madre tóxica, está el amor. Ahora bien, todos sabemos que a la hora de hablar del amor, existen dos caras de una misma moneda: está esa dimensión capaz de propiciar el crecimiento personal de la persona, ya sea a  nivel de pareja o a nivel familiar, y a su vez, está también ese lado más tóxico donde se ejerce un amor egoísta e interesado, a veces hasta asfixiante, que puede ser completamente destructivo.

Lo preocupante, es que los familiares que despliegan las artimañas de la toxicidad, lo hacen hacia criaturas que están en pleno proceso de maduración personal, ahí donde debe asentarse su personalidad, su autoestima… Todo ello, irá esculpiendo en ellos grandes vacíos, grandes inseguridades en ocasiones insalvables. Veamos ahora qué dimensiones psicológicas perfilan a las madres tóxicas:

  1. Personalidad insegura

En ocasiones, en una madre tóxica suele esconderse una clara falta de autoestima y autosuficiencia que les obliga a ver en sus hijos “esa tabla de salvación” a la cual modelar y controlar para tener siempre a su lado, para que cubran sus carencias.

El ver por ejemplo que sus hijos empiezan a ser autónomos, que ya no las necesitan tanto y que poco a poco son capaces de hacer su vida, supone para ellas una gran ansiedad, puesto que temen ante todo quedarse solas. De ahí que sean capaces de desplegar “hábiles artimañas”, para seguir teniéndoles cerca e incluso justificarles que debe ser así, y un modo de hacerlo es proyectando en los niños desde el inicio su misma falta de autoestima, y su misma inseguridad.

  1. Obsesión por el control

La necesidad que tienen las madres tóxicas por tener controlado cada aspecto de sus vidas, hace que acaben haciendo lo mismo en la vida de sus hijos. No son capaces de ver los límites. Para ellas, control es sinónimo de seguridad, de algo inmanente que no cambia, y lo que no cambia es bueno porque les hace sentir bien.

Lo complicado de esta dimensión es que las madres tóxicas suelen ejercer el control pensando que con ello, hacen el bien y que así demuestran amor por los demás. “Yo te hago la vida fácil controlando tus cosas para que seas feliz”, “Yo solo quiero lo mejor para ti, y por ello evito que puedas equivocarte”…

El control llevado a cabo desde la justificación del cariño, es el peor acto de la sobreprotección. Impedimos con ello que los niños sean autónomos, capaces y valientes. Y aún más, que aprendan de sus errores.

  1. La proyección de los deseos incumplidos

“Quiero que consigas lo que yo no tuve”, “No quiero que caigas en mis mismos errores”, “Quiero que llegues a ser aquello que yo no puede conseguir”.

En ocasiones las madres tóxicas proyectan en sus hijos los deseos incumplidos de su propio pasado, sin preguntar si quiera qué es lo que ellos desean, sin darles opción a elegir, pensando que con ello, les demuestran un amor incondicional, cuando en realidad, es un falso amor. Un amor interesado.
¿Cómo enfrentarnos a una madre o a cualquier familiar “tóxico”?
Sé consciente de que debes romper el ciclo de la toxicidad. Has vivido durante mucho tiempo dentro de él, sabes las heridas que te ha dejado, sin embargo, ahora ya comprendes que necesitas abrir tus alas para ser tú mismo. Para ser feliz. Te va a costar, pero debes empezar a decir “No”, a poner en voz alta tus necesidades y a alzar tus propios muros, esos por los que nadie debe pasar.

Es tu madre, o es tu familia, los quieres y sabes que romper ese ciclo de toxicidad puede causar algún daño. En ocasiones, decir la verdad de lo que uno siente hace daño a los demás, pero es una necesidad vital. Se trata solo de marcar límites y dejar claro lo que permites o lo que no. No deseas causar daño alguno, debes dejarlo claro, al igual que debe quedar constancia de que tampoco tú quieres ser herido/a nunca más.

Reconoce la manipulación. Hay veces que es tan sutil, que no nos damos cuenta, así que atiende cualquier palabra, cualquier comportamiento. Y sobre todo, no caigas en las redes de la “victimización”, puesto que es un recurso fácil al cual suelen recurrir las personas tóxicas y las madres tóxicas. Alzarse como las más dolidas, las más heridas, cuando en realidad, al que han hecho daño es a ti. Tenlo siempre en cuenta.

 

Autor: Valeria Sabater

fuente: lamenteesmaravillosa.com

La gente se arregla todos los días el cabello, ¿por que no el corazón?

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Te has puesto a pensar ¿Cuándo fue la última vez que te arreglaste el corazón?, las personas somos conscientes de que tenemos un lado físico, que es importante bañarnos, cambiarnos, cortarnos el pelo de vez en cuando, pintarnos y cortarnos las uñas, comer, dormir, caminar, trabajar y descansar, si alguien dice que está fortaleciendo su físico para alguna competencia o simplemente para sentirse mejor todos lo toman como algo muy normal.

¿Pero que tan seguido escuchas a alguien decir que se va a arreglar el corazón?, creo que muchas veces pasamos de largo lo importante que es tener una buena salud emocional, solamente nos preocupamos por sanar nuestras heridas emocionales después de haber tenido una ruptura amorosa, y a veces nos involucramos en una nueva antes incluso de sanar por completo. Pero solo cuando estamos sufriendo es cuando nos damos cuenta de que tenemos que dedicarle algo de tiempo a nuestro corazón, pero, así como tienes que bañarte y cortarte el pelo cada tiempo o se estropea tu cuerpo, de la misma manera tenemos que darnos un tiempo para ir sanando a nuestro corazón de vez en cuando.

La verdad es que estamos tan emocionados por encajar en este mundo moderno que todo lo quiere hacer rápido, que olvidamos que hay cosas que definitivamente tienen que tomarse su tiempo, tener una buena relación con nuestros propios sentimientos y con la calidad de estos nos convierte en personas más auténticas, más felices, más agradables y sobre todo nos permite vivir la vida de manera intensa, así que hay que tomarse un tiempo para el corazón de vez en cuando.

Nunca está de más ese cafecito con las amigas, pero me refiero con las verdaderas amigas, con aquellas con las que puedes hablar de todo, decir hasta el miedo más tonto que te venga a la mente, o aquello que te preocupa, afrontar y compartir nuestras emociones más obscuras nos hace de alguna manera poder superarlas o si somos incapaces de superarlas en el momento nos da algo de control, también nos hace caer en pláticas reales con esas apersonas a las que estimamos y eso genera al mismo tiempo lazos más fuertes de amistad.

Pero sobre todo y lo más importante es darnos esa tarde a solas, en nuestra casa o en nuestra habitación para pensar sobre nuestras emociones, para afrontar nuestros miedos, para planear nuestras metas y ver cómo vamos con las que actualmente tenemos, para poder comprendernos y conocernos mejor, hace falta estar a solas para descubrirnos a nosotros mismos, para entender lo hermosos y únicos que somos y sobre todo para aceptarnos por completo.

Si te resulta tan natural arreglarte el cabello todos los días, deberías comenzar a pensar que lo mismo es para el corazón, al menos una vez a la semana tener un escape de nuestra agenda ocupada para ocuparnos de nuestras emociones es lo más sano que puedes hacer, recuerda que en la calidad de tu comunicación con tu propio corazón está la clave para ser feliz o infeliz.

Autor: Sunky

Que te importe quien te aporte

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“Que te importe quien te aporte”. Es posible que esta expresión te suene algo drástica. Para ello, y en primer lugar, deberíamos definir lo que encierra el concepto de aportación personal. Nos aportan todos aquellos que son sinceros de actos, voz y voluntad. Las relaciones humanas, lejos de ser un intercambio a base de “tú me das yo te doy”, es algo que va más allá de todo bien material.

Estamos hablando de emociones, y en especial de emociones positivas que favorezcan nuestro crecimiento personal con ese intercambio de experiencias, y pequeños momentos que alzan universos enteros.

Vivimos en una sociedad compleja cargada muchas veces de intereses personales e individualismos. El día a día está regido a menudo por la competitividad, e incluso por las ansias de posesión. Hay quien ansía controlar a sus pareja por miedo a perderla, padres que sobreprotegen a sus hijos, amigos que dominan a amigos por miedo a la soledad, por temor a perder un apoyo incondicional  y cotidiano.

En muchas de nuestras relaciones interpersonales pesa un sibilino egoísmo del que somos conscientes y que sin embargo, soportamos. ¿Qué podemos hacer ante estas situaciones? ¿Cuál es la forma más efectiva de actuar? Que te importe quien te aporte…

Ha llegado un momento en mi vida en que practico “la economía de personas”. Incluyo en mi día a día a todo aquel que dé riqueza a mis días, valores a mis sueños y ganancias a mi corazón.

Aprender a construir relaciones positivas

Tenemos muy claro que no se trata solo de alejarnos de todos aquellos “que no nos aportan nada”. La vida real no es como en las redes sociales, donde existe la opción de “eliminar o borrar amigos”. Se trata de dar más importancia o menos…

Es muy posible que algún familiar tuyo, lejos de enriquecer tu vida, te la llene de malestares. O que tengas un compañero de trabajo algo negativo, derrotista y crítico. No podemos borrarlos de nuestro día a día.

Se trata, simplemente, de no darles la importancia que merecen. Evitar que te afecten sus actos o sus palabras, siempre y cuando, no crucen el límite de tu integridad emocional o psíquica, en ese caso, la distancia sería más adecuada.

Ahora bien, ante este tipo de personalidades donde su toxicidad no sale de la zona crítica, lo mejor es no darles poder: ni en tu vida ni en tus pensamientos. Marca límites. Porque de hacerlo, de permitir que te afecten, acumularás un estrés físico y emocional muy peligroso.

A pesar de que en muchas ocasiones no nos es posible controlar quién entra y quien sale de nuestras vidas, sí tienes la capacidad y la responsabilidad de decidir quién se mantiene en tu corazón.

La clave de esta permisividad, de esta forma de conseguir que te importe quien te aporte, es construir relaciones positivas. Te explicamos cuáles son los pilares básicos:

  1. Construye apegos saludables

En nuestro espacio te hablamos muy a menudo de la importancia de “evitar apegos“. Bien, la esencia está en saber diferenciar los apegos que nos ocasionan sufrimiento de esos apegos saludables, donde se construyen los vínculos de crecimiento.

Debemos favorecer apegos basados en la confianza y no en la ansiedad, es decir, en el miedo a ser abandonados o traicionados. Es vital que exista una armonía basada en la madurez y el respeto mutuo.

  1. Saber satisfacer las necesidades básicas

Negar que todos tenemos necesidades es ponernos una venda en los ojos. Para que alguien nos importe de verdad, debe existir un adecuado intercambio de ganancias personales:

Un respeto mutuo y la seguridad de que no vamos a ser sancionados, juzgados o rechazados al expresar nuestros pensamientos. Esta sensación es la que suele aparecer en especial a nivel de familia, cuando sabemos que no se van a respetar nuestras opiniones o acciones.

Muestras de afecto cotidiano: es esa sensación de complicidad que disfrutamos con nuestras amistades, el cariño altruista de nuestras parejas… Es ofrecer afecto de forma libre, el arropar y dejarnos envolver por un sentimiento íntegro de cercanía.

  1. Poder afrontar determinados problemas

En ocasiones, cuando tienes un problema, alguien cercano a ti en lugar de aportarte estrategias, o simplemente ponerse en tu lugar para comprenderte, te recriminan determinadas cosas. Son esas personas que lejos de ayudarte, te hunden más aún. Intenta marcar distancia en estos casos, y elige bien quien se acerca a ti en esos momentos.

Las relaciones positivas tienen como esencia el disponer de una armonía interna donde los problemas lejos de ser obstáculos, son oportunidades personales donde ofrecer ayuda, aprender y fortalecer aún más el vínculo.

  1. Las relaciones positivas admiten la existencia de errores

Si alguien de tu contexto más cercano no acepta el hecho de que hayas cometido ciertos errores, no será una relación saludable ni emocionalmente segura. Te enfrentas siempre a su “dura vara de medir”, donde no caben equívocos, donde no se te concede la oportunidad de ser mejor.

Evita este tipo de relaciones, que no te importe marcar distancia o más aún, desactivar la posible influencia que puedan tener en ti. Las personas nos equivocamos, erramos,asumimos faltas y avanzamos para crecer personalmente.

Todos aquellos que te quieran tal y como eres, con tus aciertos, faltas, manías y grandezas, son personas que aportan luz a tu vida.No las pierdas, agárrate con fuerza a la cola de sus cometas…

 

Autor: Raquel Aldana

fuente: lamenteesmaravillosa.com

¿Quieres darte una idea de cómo te tratará cuando estén casados?, fíjate en cómo trata a su mamá.

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Creo que todos aquellos que se han casado han sentido ese nerviosismo previo, esas ganas de salir corriendo y escapar, esa incertidumbre de no saber cómo serán las cosas después de que se conviertan en una familia, esa es una de las razones por las cuales las uniones libres son cada día más populares, porque de alguna manera se conserva esa libertad o porque se sobre entiende la advertencia de “si no me gusta cómo me tratas me iré”.

Pero las uniones libres muchas veces resultan ser más problemáticas que los matrimonios, porque son dos personas que desde un principio se unen con la mirada puesta en la puerta, ósea que están predispuestas a que “algo salga mal”, y creo que ya todos nos habremos dado cuenta de que son muchas las cosas que se pueden llegar a complicar en un matrimonio y que no por eso las personas forzosamente se tengan que separar, pero en una unión libre es más fácil que las personas se echen para atrás.

Así que por eso creo que la unión libre no es la mejor solución a esto, ya que el compromiso con el que se unen dos personas al cazarse y en unión libre es completamente diferente, pero entonces todos nos hacemos la pregunta ¿hay alguna manera de darme una idea de cómo me tratará? Y aunque no es válido en todos los casos ya que cada cabeza es un mundo si te puedo decir que hay algo que te puede servir de guía.

Las personas tienden a repetir lo que aprendieron en casa.

Fíjate como trata a su mamá, como habla de ella, de esa manera podrás darte una idea de cómo podría ser contigo cuando sean esposos, porque si ella le dio la vida, le educo y lo amó durante todo ese tiempo lo más lógico es que el sienta lo mismo con ella y que le trate con respeto y amor, que sea cariñoso y comprensivo, que evite preocuparle en la medida de lo posible, y si su padre no trata adecuadamente a su mamá entonces debería de sentir indignación por el trato que recibe ella de parte de su papá.

Está demostrado que las personas repetimos lo que aprendimos en nuestra infancia, así que si tiene un padre machista es una pequeña señal de alerta a la que deberíamos poner atención, si él se siente identificado con su padre es posible que te trate igual que se padre a su mamá, como dije no aplica para todas las personas, pero si en una gran mayoría y podría ser algo que o te ayuda a poner atención a ciertos detalles de su actitud cuando le haces enojar para tratar de evitar tomar una mala decisión.

Autor: Sunky

El problema es que sueño contigo y despierto sin ti.

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Quizás sea la naturaleza nuestra él nunca estar cien por ciento conformes con nada, porque es verdad que al principio me contentaba con ser parte de tu vida y nada más, después lo que sentía por ti fue creciendo y cada vez necesite un poco más y un poco más de ti, hasta llegar al momento en el que ahora estamos viviendo, que eres mío, pero no puedes estar conmigo.

Sé muy bien que las circunstancias nos obligan a vivir de esta manera, sé que no es tanto así como una decisión que has tomado para alejarte de mí, pero eso no impide que sienta el vacío tan grande que dejas cuando no estas, porque te has vuelto alguien muy importante en mi vida, y quisiera tenerte aunque fuera un momento en mi día a día.

Dime si cometí algún error al tenerte así de presente, dime si es que mal interprete tus palabras o si me tomé la libertad de sentirte mío cuando no debía, solo quiero saber la verdad, no es que no me importe, es que el estar en este punto intermedio amándote sin tenerte a mi lado es una completa tortura, y si tengo que resignarme me gustaría comenzar ahora mismo, porque aunque nunca antes ame a nadie como te amo a ti y pienso que nuestra situación no podría ser peor, no dudo que en un futuro podría llegar a amarte aún más.

Es muy molesto el no saber que debes sentir, el no tener la seguridad de estar en el derecho de soñar con alguien o de echarle de menos, sinceramente no es algo que yo haya deseado que me pasara jamás, y tampoco lo estoy haciendo apropósito, por eso, aunque la verdad duela, quiero saberla ya, dime porque es que te estoy amando y esperando, pero no llegas a estar a mi lado de una vez.

Entiende que quiero apoyarte, que no quiero ser una carga para ti, pero también necesito algo de lo que aferrarme, esta distancia me está matando y si el amor que me tienes es parecido al que te tengo a ti seguramente te estarás sintiendo de la misma manera, así que calma mis ansias y ven, aunque sea un momento, que estoy cansada de soñar contigo y despertar sin ti.

Autor: Sunky

No te rindas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda.

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“No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, / aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, / liberar el lastre, retomar el vuelo. /  No te rindas que la vida es eso, / continuar el viaje, perseguir tus sueños, / destrabar el tiempo, correr los escombros / y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas, / aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, / aunque el sol se esconda  y se calle el viento. / Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, / porque lo has querido y porque te quiero, / porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo. / Abrir las puertas, quitar los cerrojos, / abandonar las murallas que te protegieron, / vivir la vida y aceptar el reto.

Recuperar la risa, ensayar un canto, / bajar la guardia y extender las manos, / desplegar las alas e intentar de nuevo, / Celebrar la vida y retomar los cielos.

(…)

Porque cada día es un comienzo nuevo, / porque esta es la hora y el mejor momento. / porque no estás solo, porque yo te quiero.”

-Mario Benedetti-

Si algo sabemos es que vivir a veces resulta complicado y que resistir ante el vaivén en alta mar lo es aún más. Mantente a flote, sé como aquellas ranas de Jorge Bucay que cayeron a una taza llena de crema desde la que no podían saltar.

Tras unos momentos pataleando una de ellas se rindió y dejó de mover sus patas, pues no encontraba sentido a demorar su muerte realizando un esfuerzo inútil. La otra rana, sin embargo, pensó que merecía la pena pelear hasta el último segundo de su vida y siguió moviendo sus patitas cada vez más deprisa. Así que de repente, sorprendida, empezó a notar cómo la crema se convertía en manteca fuerte y dura, permitiéndole coger impulso y salir de aquella taza.

La resiliencia

Resiliencia significa no concebir seguir caminando como imposible, caerse mil veces y levantarse mil y una.  Sé fuerte, resiste y trabaja por pelear porque la dificultad de algo aumenta en la medida en la que dejas de intentarlo y la vida es lo que ocurre hoy, no mañana.

Te preguntarás si sigue mereciendo la pena, y lo cierto que el hecho de que lo haga es la clave de tu éxito. Te preguntarás si la sonrisa que esbozas soñando es realmente sincera y si la inercia es la que guía tus pasos. Pues bien, esa sonrisa es tu garantía, son los destellos de tu valentía. Cuando estamos absortos no sonreímos si en nuestro interior ya no queda ilusión y alegría por nuestro objetivo.

Las ganas de abandonar también forman parte de nuestra fortaleza, nuestra paciencia y nuestra persistencia; porque después de un “no puedo” llega el “venga sí, que sigo”, como el ave fénix resurgía de sus cenizas.

La resiliencia, esa capacidad para no rendirnos ante las adversidades y conseguir adaptarnos, es nuestra mejor arma ante el agotamiento y la resistencia que nos ofrece la vida. A veces no consiste solo en hacerlo bien y tenemos la obligación de rozar la propia perfección para seguir respirando. Pero esto es porque nuestra naturaleza no es quedarnos quietos, eso lo hacen las piedras, nosotros evolucionamos y nos protegemos de la lluvia y nos calentamos ante el frío.

Prepararse para vencer la adversidad

Lo cierto es que ganar la batalla no es lo que más huella deja, lo que influye realmente es la batalla en sí y el prepararte para ella. Para empezar a practicar la resiliencia, te sugiero que busques una palabra para recordar cuál es tu lucha cada día o una simple letra que te apoye, la C de Coraje, la P de Perseverancia, la S de Superación, la A de Aguante…  Elígela según cuál sea tu bache y permítete soñar, pues los sueños son nuestros anclajes con la vida.

Cuando los japoneses reparan objetos rotos realzan la zona estropeada rellenando las grietas con polvo de oro. Este arte se llama Kintsukuroi y el resultado es que la pieza dañada no solo queda reparada, sino que se hace aún más fuerte.

En vez de ocultar sus defectos y grietas los resaltan y embellecen, puesto que ahora se ha convertido en la parte más fuerte y linda de la pieza. Así, deberíamos de sanar y reparar nuestras heridas por las caídas de la vida, convirtiéndolas en nuestra parte distintiva, nuestra verdadera belleza. Las arrugas de nuestra piel no son sino las marcas de una gran vida y de muchas historias que contar.

Es importante que nos permitamos el colapso, tocar fondo nos da excesivo miedo. La clave está en no dejar el barco a la deriva, no amoldarnos ni dejarnos llevar, lo realmente valioso es lo que cuesta, es en lo que ponemos el corazón.

Poner en práctica la resiliencia, derribar los muros más inmensos abre ante nosotros un nuevo horizonte y permite que nos pongamos otras gafas para contemplar la vida y seguir subiendo peldaños tan costosos como los anteriores que, además, dejarán un abismo ante nosotros.

Entonces, cuando escuchemos el eco desesperado del vacío, oiremos que nuestra vida nos dice: “Resiste porque serás feliz, pero primero te haré fuerte”.

 

Autor: Raquel Aldana,

fuente: lamenteesmaravillosa.com

De todo lo que llevas puesto tu actitud es lo más importante

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Para muchos, la vida como tal, carece de sentido. El día a día adquiere su significado dependiendo del modo en que veamos las cosas, las valoremos y permitamos que impacten en nosotros. Podríamos decir entonces, que nosotros con nuestra actitud, damos forma a todo lo que acontece a nuestro alrededor.

Seguro que en alguna ocasión te has encontrado con ese tipo de personas que van siempre a la defensiva, que buscan siempre los dobles sentidos y la cara más negativa de toda moneda. Son actitudes cerradas, poco receptivas e incluso inmaduras. Su mundo, es poco más que un túnel sin salida.

La realidad adquiere sentido a través de nuestros pensamientos, nuestros afectos y atribuciones. Lo que piensas creas, de ahí que sea esencial tu actitud hacia la propia vida y el modo en que permites que las cosas lleguen a ti.

La relación entre actitud y personalidad

Actitud y personalidad están siempre relacionadas. No obstante, mientras la primera puede cambiarse y reestructurarse hacia un enfoque más abierto y positivo, nuestra personalidad tiene unas raíces muy largas y nadie puede ni va a cambiar de la noche a la mañana.

Todos vivimos momentos oscuros, y el día a día trae siempre esas nubes grises que no se escampan solo con soplar. En ocasiones, en lugar de luchar para ir en contra de algo no tenemos más remedio que asumir, aceptar y mantener siempre una actitud positiva y constructiva.

La vida siempre tiene días grises y días negros. Por ello, basta con abrir el paraguas y esperar a que escampe. No hay prisas, cuando menos lo esperes la tormenta se habrá callado y el día será aún más luminoso.

Tu actitud y el modo en que asumes las cosas que te suceden

Y tú… ¿De qué manera afrontas las cosas que gusta traerte la vida de vez en cuando? En primer lugar cabe señalar que las actitudes se edifican a través de nuestras creencias, pero también por nuestras emociones, de ahí, que en ocasiones, y dependiendo de nuestro estado de ánimo reaccionemos de un modo u otro.

Recuerda siempre que puedes controlar tu actitud hacia las cosas. La diferencia entre un buen día y un mal día dependerá no de la ropa que lleves puesta, o de cómo te traten los demás. Está en tu actitud y en esa fuerza implícita que es capaz de afrontarlo todo.

Desde la psicología social nos indican que las actitudes, en realidad, están íntimamente hiladas en tres dimensiones sobre las que valdría la pena reflexionar unos instantes:

Dimensión cognitiva

¿De qué manera interpretas las cosas que te suceden y experimentas? ¿Cómo las encajas en tus experiencias anteriores? Si tengo una cita y mi pareja no aparece, puedo atribuírmelo por ejemplo, a mí mismo, a que tengo mala suerte en materia afectiva, a que“mi madre ya me decía aquello de nunca te casarás”…

Es decir, creamos una serie de atribuciones, creencias y representaciones internas que conforman esa actitud negativa. Con nuestra mirada construimos una realidad que da forma a esa negatividad.

Dimensión afectiva

A la hora de hablar de emociones en materia de actitudes, podríamos decir que hay tres esquinas. Están, como ya puedes intuir, las personas que muestran unas atribuciones casi siempre negativas hacia todo lo que les rodea. Y el origen estaría en determinadas experiencias que no han gestionado de forma adecuada.

Están también las personas con una actitud generalmente positiva, y por último, tendríamos aquellas que optan por dejarse llevar, por no tomar partido, no reaccionar y ser indiferentes a lo que sucede a su alrededor…

Dimensión conductual

En este caso es curioso observar cómo las personas tenemos una predisposición bastante “regular” a reaccionar siempre de la misma forma ante las cosas. Hay quien evita tener responsabilidades, otros adquieren las propias y las ajenas… Es decir, cada uno, y según nuestras propias actitudes, mostramos un patrón comportamental determinado.

En tu vulnerabilidad, hay fuerza

No es fácil ni siquiera “esperable” que podamos mantener una actitud positiva cada día de nuestras vidas. Todos tenemos momentos bajos, y no por ello somos más o menos fuertes. Somos seres humanos y por tanto vulnerables, no obstante no lo dudes nunca: en tu vulnerabilidad también está tu fuerza.

En ocasiones acabo llorando no porque soy débil, sino porque me canso de ser fuerte. Pero son solo unos segundos, tras desahogarme, me visto de nuevo con mi actitud de persona que puede con todo, y que ha obtenido su aprendizaje de la vida.

Cómo mantener una actitud positiva ante la vida

La actitud positiva debe trabajarse cada día. Es como una cuerda que hay que tensar para que el viento nos lleve ahí donde deseamos, y por ello debemos mantener el control de las tres dimensiones antes señaladas: los pensamientos, las emociones y nuestro comportamiento. Ten pues en cuenta estas sencillas dimensiones.

Tu connotación emocional es importante: dependiendo de la emoción que atribuyas a una experiencia determinada hará que tu actitud posterior sea positiva o negativa.

Ejemplo: no porque me hayan rechazo voy a cambiar mi actitud hacia las relaciones afectivas. Un “no” no me descarta como persona. Un “no” debe empujarme a encontrar a alguien que encaje conmigo.

Comprende que no puedes controlarlo todo: las personas tenemos límites y no alcanzamos a controlar todo lo que nos rodea, y más aún, el mundo no siempre puede ser como nosotros deseamos.

Ejemplo: la situación económica y social no va bien, y por ello estoy pasando alguna dificultad. Pero no por ello voy a dejar de confiar en las instituciones, en mi país y en las personas. Empezaré por confiar en mi mismo, la sociedad la formamos las personas, y yo soy parte de la sociedad. Yo soy parte del cambio.

Aumenta tu amor propio: si no crees en ti mismo, si no te valoras y asumes que tienes derecho a equivocarte, a aprender y a ser feliz, nadie lo va a hacer por ti. Eres el dueño de tu destino, y tu actitud es la brújula que irá permitiéndote subir montañas, siempre y cuando tú mismo te lo permitas, y por su puesto, creas en ello.

Autor: Valeria Sabater

fuente: lamenteesmaravillosa.com

No existe la falta de tiempo, existe la falta de interés

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Dicen que no existe la falta de tiempo, que existe la falta de interés, porque cuando la gente realmente quiere, la madrugada se vuelve día, martes se vuelve sábado y un momento se vuelve oportunidad.

Quien mucho espera, se decepciona y sufre. La verdad es que la falta de interés duele, y mucho. Va más allá de la decepción, son crueles punzadas de dolor en el estómago, como si algo por dentro nos desgarrara el alma.

En el momento en el que nos hieren, no podemos hacer nada para aliviar ese dolor, pues mantener nuestra cordura ante el abandono y la humillación ya supone suficiente esfuerzo.

La verdad es que tanto el tiempo como los daños nos cambian, haciendo que lo que hoy nos apetecía compartir mañana no nos resulte tan atractivo. No obstante, esto no justifica la falta de sinceridad ni de correspondencia con los demás.

Aceptar la falsedad del tiempo vivido

Tristemente, la falsedad y la hipocresía son tan resbaladizas que solemos encontrarlas en el rincón que menos esperábamos cuando ya es demasiado tarde. Normalmente, la esperanza de que alguien es lo que creemos conocer nos hace estar tranquilos cuando en realidad deberíamos mantenernos expectantes.

Entonces es cuando vienen los problemas, pues la verdad es que abunda la gente interesada y a nosotros nos cuesta abrir los ojos. Esto ocurre porque nos resistimos a creer que alguien a quien consideramos tan indispensable en nuestra vida no sea sincero.

Normalmente, las personas falsas o interesadas son aquellas que ni comen ni dejan comer y que cuando les pides explicaciones se enervan intentando evadir la confrontación que les hemos planteado.

Es probable que nos devoren con palabras envenenadas, de manera que nosotros, sedientos de encajar, alimentemos la esperanza de quien tiene una de cal y otra de arena.

Aprende a regalar tu ausencia a quien no valora tu presencia

En ocasiones perdemos el tiempo insistiendo en ver a alguien que no hace nada por vernos y en forzar situaciones que creemos necesarias.  Solemos caer en el error de buscar sin permitir que nos encuentren, lo que al final resulta en un maltrato a nuestra dignidad.

Cuando nos damos cuenta de esto, hay algo que se rompe en nuestro interior y nos invade una ola de decepción, de miedo y de tristeza. En ese momento, nos percatamos de que no podemos esperar a quien no quiere ser esperado.

Entonces empieza todo un duro proceso de protección que requiere que recubramos nuestra vida de comprensión y que prohibamos la entrada a todas aquellas personas que nos dañaron y se comportaron de manera interesada.

Rodéate de las personas que te gustan y sé feliz

Comprométete con aquellos valores que te resultan fundamentales, disfruta de la sensibilidad, de la bondad, del respeto, de la humildad, de la confianza y la fe, de la gratitud, de la sabiduría, de la sinceridad, del amor, de la amistad, del cariño y de la incondicionalidad.

Mantén cerca de ti la mejor realidad que conozcas, deshecha lo vil y lo cruel, no prestes atención a las personas tóxicas, busca tu oxígeno, cuenta hasta tres y respira. Siente las bocanadas de aire psicológico y saluda a tus emociones.

Rodéate de toda esa gente que te hace sentir que el mundo es un lugar que merece la pena y que tu caparazón solo está contigo para que te resguardes en los días de lluvia. Rechaza en tu vida a todos aquellos que te hacen sentir menospreciado y que no te dedican ni un momento sin que tengas que rogarlo.

Libérate de todo lo que te aprisiona y permite que la vida te sorprenda sin necesidad de dañarte. No esperes nada de nadie, espera todo de ti. El resto llegará cuando menos de lo esperes.

 

Autor: Raquel Aldana

fuente: lamenteesmaravillosa.com

 

¿Cuantos días de ausencia se necesitan para dar a alguien por perdido?

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Cuando comenzamos a salir juntos creí que no se podía ser más dichosa en la vida, pensé que por fin había encontrado a alguien con quien poder enamorarme sin arrepentimientos, quizás fue poco el tiempo que duro ese pensamiento en mi cabeza, pero ese inicio que tuvimos podría decir que fue el mejor de todos, parecíamos estar de acuerdo en al menos lo más importante a cerca de nuestras expectativas sobre el amor y lo que podíamos esperar uno del otro.

Creí que ya todo estaba dicho, que solo faltaba ponerlo en práctica, y creo que ahí fue donde todo se fue al carajo, tus actos no daban soporte a tus palabras, porque hacías cosas completamente contrarias a lo que decías que querías, y fue ahí donde las primeras alarmas en mi cabeza sonaron, pero comenzaste a desaparecerte por muchos días y eso fue lo que me dejo ver que esto no podría prosperar de ninguna manera.

Creo que nuestras definiciones sobre el amor son completamente distintas, creo que mi manera de amar es más profunda que la tuya, porque dices que me amas, lo puedes gritar a los cuatro vientos, pero tus prolongadas ausencias me dicen todo lo contrario, es por eso que no sé siquiera si creerte que me amas y si en verdad tú crees eso entonces no puedo entender que es lo que significa para ti el amor.

Quería decirte esto de frente, pero me la pones muy difícil ya que casi nunca estas, así que he tenido que recurrir a este medio para informarte que hay alguien que ya está ocupando tu lugar, quizás está de más, creo que es obvio que no hay un interés real en mí, quizás era yo la única que aun creía tener una relación, porque hasta llegue a pensar que algo te pudo pasar, pero tuve el cuidado de informarme y me di cuenta de que estabas bien, así que sin más remordimientos me declare soltera de nuevo.

Así que mi única intención con esto es decírtelo a pesar de que parezca una completa obviedad el que ya tiene mucho tiempo que dejamos de ser algo, no vaya a ser que en tu loca cabeza creas que aun tienes a alguien esperándote y te quieras sentir con el derecho de reclamarme algo y es que ¿Cuántos días deben pasar para dar a alguien por perdido?, la verdad no lo sé con exactitud, pero lo que si sé es que ese tiempo al menos conmigo ya paso, ya tuve fue suficiente de tu completo abandono, adiós.

Autor: Sunky

Amor es luchar una y mil veces por estar juntos.

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No es la primera vez que alguien me termina con una excusa que me deja con cara de tonta, pero es que en esta ocasión creo que te estas equivocando, si fuera en otra situación aceptaría sin más tu petición de dejarnos de ver, pero es que sé que tenemos algo especial, algo que vale la pena proteger y ver crecer aún más, porque si bien es cierto que nunca había amado a nadie como lo hago hoy por ti, estoy consciente de que estamos viendo solo la punta del iceberg.

Juntos tenemos un potencial increíble y es por eso que te pido que reconsideres tu decisión, obviamente no puedo ni quiero forzarte a quedarte si tú no deseas más estar conmigo, solo dame la oportunidad de decirte porque creo que estas cometiendo un error, eso es todo lo que quiero de ti, y si después de leer estas líneas sigues pensando igual muy a mi pesar te dejaré partir sin más.

Todos los “problemas” que hemos tenido hasta ahora no han sido realmente causados por nosotros, la gran mayoría son por personas que se han metido en nuestra relación o por situaciones ajenas a nuestro control, sé que lo nuestro se ha vuelto bastante complicado, pero dime ¿Qué posees que realmente valga la pena y que no hayas tenido que luchar por el?, las cosas que valen la pena regularmente son difíciles de obtener.

Nosotros llevamos más de la mitad de la partida ganada, porque hemos encontrado lo más difícil de todo: la persona correcta, porque puede que suene presuntuoso, pero creo que somos la pareja no perfecta, pero si correcta, creo que tenemos las cualidades necesarias para que nuestro amor florezca, para hacer de esta historia que de por si ya es la más grande de mi vida, una aún más majestuosa, eso al menos es lo que pienso yo, ¿es acaso que tu no piensas igual con respecto a mí?

Por favor no te rindas con lo nuestro, esta es una tormenta que en algún momento pasará, y debes saber que tienes todo mi apoyo y mi amor incondicional para que juntos salgamos de esta y de las futuras pruebas que la vida decida ponernos enfrente, porque para solamente el amor puede darte la fuerza para luchar una y mil veces, entonces dime ¿Qué piensas, aun te quieres marchar?

Autor: Sunky

Dale a tus hijos la oportunidad de vivir sus vidas, no la tuya.

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No tengo duda de que me amas, lo supe siempre y la verdad es que estaba feliz por sentir el calor de una madre amorosa, cariñosa, tierna. Si bien es cierto que muchas veces eras demasiado dura conmigo, entiendo también que siempre lo hiciste porque creías tener la razón, no puedo reclamarte nada, porque me has dado la vida, me diste todo sin pedir nada a cambio y sé que eres el amor más verdadero que he experimentado en esta vida.

Todos podemos cometer errores, y muchas veces los peores los cometemos en nombre del amor, soy consciente de ello, los peores errores de mi vida han sido precisamente por amor, pero debo decirte que tu cometiste un error muy grave conmigo, algo con lo que simplemente no sé cómo lidiar ahora mismo, me hiciste estudiar una carrera que no me gustaba, solo porque sabias “que ahí se ganaba bien”, y si bien es cierto que se puede ganar bien en lo que me obligaste a estudiar, también podría haberlo ganado con aquello que realmente yo quería.

Todos los días voy a realizar un trabajo que no me gusta, y sé que muchas personas pueden estar en las mismas circunstancias que yo, pero si hubiera tenido el valor para decirte que mi carrera la elegía yo, quizás no estuviera pasando por todo esto, haber tomado este camino me llena de remordimientos, cada día que tengo desempeñar mi trabajo veo con un poco de envidia a aquellos que me acompañan, y la mayoría son felices haciendo su trabajo, mientras que yo me la paso suspirando imaginando y preguntándome “que hubiera sido si hubiera estudiado lo que yo quería”.

Como dije, no quiero parecer mal agradecida, sé que hay muchas personas que no tienen unos padres que les apoyen para poder estudiar, es solo que te quiero decir esto para que no obligues a mis hermanos a pasar por la misma angustia que vivo yo, me gustaría que ellos fueran libres de vivir de la manera que crean les hará más felices, el dinero es importante no lo niego, pero creo que desempeñarte todos los días en una actividad que amas es completamente invaluable.

Estoy orgullosa de ser tu hija, y si pudiera elegir que madre habría de criarme créeme que nuevamente te elegiría, sin embargo, espero que entiendas que esa actitud tuya de hacernos vivir las cosas que te hubieran gustado a ti, o repetir tu camino es algo que puede traer mucha infelicidad a nuestros corazones, por favor, a mis hermanos dales la oportunidad de elegir sus vidas, te amo.

Autor: Sunky

Quien dedica su tiempo a mejorarse a sí mismo no tiene tiempo para criticar a los demás

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No hay nada más agotador que escuchar a una persona criticar y malmeter contra todo lo que se mueve. Además, vivir rodeados de este peculiar negativismo nos acaba haciendo sentir fatal, pues las palabras y las actitudes de un criticón son como virus que se adentran en nuestra mente y la devastan.

De las personas habituadas a criticar es mejor alejarse, pues nos intoxican y nos ahogan de tal manera que hacen que nos desequilibremos. El precio de vivir en tranquilidad es incalculable, por eso no debemos permitir que nadie vulnere nuestro espacio físico y psicológico.

Uno de los mejores indicios de la pobreza emocional y vital de una persona es que dedique su tiempo y esfuerzo a criticar a los demás.

La gente feliz no habla mal de los demás

¿Cuánto tiempo inviertes al día en escuchar criticar a los demás? ¿Mucho? ¿Poco? Pues es hora de dar un paso a un lado y apartarte de ciertas situaciones o personas. Están haciendo peligrar tu bienestar y tu equilibrio emocional.

Por eso, dedica tu tiempo a mejorarte a ti y a tu entorno. Esto te servirá para dos cosas: mantener una actitud saludable ante la vida y predicar con el ejemplo.

Es decir, si en vez de señalar a los demás nos preocupáramos por corregir los errores que nos pertenecen, alcanzaríamos el mayor nivel de bienestar emocional existente. Por eso, debemos superarnos en el orden personal, así ganaremos en sinceridad y en respeto tanto como en humildad, generosidad y honradez.

No somos perfectos ni debemos pretender serlo, pero sí que es importante mantener una actitud de mejora constante que nos ofrezca la posibilidad de vivir nuestra vida sin someternos a los estados emocionales ajenos.

Lo que otras personas piensen de ti es su realidad, no la tuya

Hay personas que dan su opinión sobre nosotros, sobre nuestra vida, sobre nuestras decisiones o sobre cualquier cuestión de su entorno. Lo hacen aunque nadie se la haya pedido. Suelen ser opiniones malintencionadas o carentes de todo criterio cuyo único objetivo es hacer daño, menospreciar y disfrutar del pesar ajeno.

Generalmente, las personas que critican tienen baja autoestima y no se aceptan a sí mismas, por lo que difícilmente puede aceptar a los demás. Estas personas ponen etiquetas que reflejan la realidad de cómo se sienten ellas mismas, proyectando así sus dificultades emocionales.

Las personas más infelices en este mundo son las personas que se preocupan demasiado por lo que piensen los demás.

El daño emocional de las críticas

Empieza a curar tu herida emocional teniendo claro que cada uno de nosotros es único y excepcional. Para vivir no necesitas la opinión de nadie. De hecho, eres una persona adulta que, en sus plenas facultades, puede tomar decisiones por sí misma.

Haz que sean tus emociones y tus sentimientos las que valgan, piérdele el miedo a sentir y piensa por ti mismo. Escuchar críticas y chismes de manera constante satura a cualquiera, pero no eres tú quien está haciéndolo.

“No le pongas atención a las cosas que hacen o dejan de hacer los demás, presta atención a lo que tú haces o dejas de hacer.”

-Buda-

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No te olvides de que las críticas sin fundamento llevan consigo una gran pobreza emocional en el mundo interno de quien las realiza. Si la persona no se deja enriquecer, si vive aislada en sus resentimientos y no permite ningún tipo de ayuda, te conviene ser emocionalmente egoísta. Aléjate, mantente feliz y protege tu vida interior.

Imágenes cortesía de Claudia Tremblay

Autor: Raquel Aldana

fuente: lamenteesmaravillosa.com