Inicio Blog Página 21

No te rindas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda.

0

“No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, / aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, / liberar el lastre, retomar el vuelo. /  No te rindas que la vida es eso, / continuar el viaje, perseguir tus sueños, / destrabar el tiempo, correr los escombros / y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas, / aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, / aunque el sol se esconda  y se calle el viento. / Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, / porque lo has querido y porque te quiero, / porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo. / Abrir las puertas, quitar los cerrojos, / abandonar las murallas que te protegieron, / vivir la vida y aceptar el reto.

Recuperar la risa, ensayar un canto, / bajar la guardia y extender las manos, / desplegar las alas e intentar de nuevo, / Celebrar la vida y retomar los cielos.

(…)

Porque cada día es un comienzo nuevo, / porque esta es la hora y el mejor momento. / porque no estás solo, porque yo te quiero.”

-Mario Benedetti-

Si algo sabemos es que vivir a veces resulta complicado y que resistir ante el vaivén en alta mar lo es aún más. Mantente a flote, sé como aquellas ranas de Jorge Bucay que cayeron a una taza llena de crema desde la que no podían saltar.

Tras unos momentos pataleando una de ellas se rindió y dejó de mover sus patas, pues no encontraba sentido a demorar su muerte realizando un esfuerzo inútil. La otra rana, sin embargo, pensó que merecía la pena pelear hasta el último segundo de su vida y siguió moviendo sus patitas cada vez más deprisa. Así que de repente, sorprendida, empezó a notar cómo la crema se convertía en manteca fuerte y dura, permitiéndole coger impulso y salir de aquella taza.

 

La resiliencia

Resiliencia significa no concebir seguir caminando como imposible, caerse mil veces y levantarse mil y una.  Sé fuerte, resiste y trabaja por pelear porque la dificultad de algo aumenta en la medida en la que dejas de intentarlo y la vida es lo que ocurre hoy, no mañana.

Te preguntarás si sigue mereciendo la pena, y lo cierto que el hecho de que lo haga es la clave de tu éxito. Te preguntarás si la sonrisa que esbozas soñando es realmente sincera y si la inercia es la que guía tus pasos. Pues bien, esa sonrisa es tu garantía, son los destellos de tu valentía. Cuando estamos absortos no sonreímos si en nuestro interior ya no queda ilusión y alegría por nuestro objetivo.

Las ganas de abandonar también forman parte de nuestra fortaleza, nuestra paciencia y nuestra persistencia; porque después de un “no puedo” llega el “venga sí, que sigo”, como el ave fénix resurgía de sus cenizas.

La resiliencia, esa capacidad para no rendirnos ante las adversidades y conseguir adaptarnos, es nuestra mejor arma ante el agotamiento y la resistencia que nos ofrece la vida. A veces no consiste solo en hacerlo bien y tenemos la obligación de rozar la propia perfección para seguir respirando. Pero esto es porque nuestra naturaleza no es quedarnos quietos, eso lo hacen las piedras, nosotros evolucionamos y nos protegemos de la lluvia y nos calentamos ante el frío.

Prepararse para vencer la adversidad

Lo cierto es que ganar la batalla no es lo que más huella deja, lo que influye realmente es la batalla en sí y el prepararte para ella. Para empezar a practicar la resiliencia, te sugiero que busques una palabra para recordar cuál es tu lucha cada día o una simple letra que te apoye, la C de Coraje, la P de Perseverancia, la S de Superación, la A de Aguante…  Elígela según cuál sea tu bache y permítete soñar, pues los sueños son nuestros anclajes con la vida.

 

Cuando los japoneses reparan objetos rotos realzan la zona estropeada rellenando las grietas con polvo de oro. Este arte se llama Kintsukuroi y el resultado es que la pieza dañada no solo queda reparada, sino que se hace aún más fuerte.

En vez de ocultar sus defectos y grietas los resaltan y embellecen, puesto que ahora se ha convertido en la parte más fuerte y linda de la pieza. Así, deberíamos de sanar y reparar nuestras heridas por las caídas de la vida, convirtiéndolas en nuestra parte distintiva, nuestra verdadera belleza. Las arrugas de nuestra piel no son sino las marcas de una gran vida y de muchas historias que contar.

Es importante que nos permitamos el colapso, tocar fondo nos da excesivo miedo. La clave está en no dejar el barco a la deriva, no amoldarnos ni dejarnos llevar, lo realmente valioso es lo que cuesta, es en lo que ponemos el corazón.

Poner en práctica la resiliencia, derribar los muros más inmensos abre ante nosotros un nuevo horizonte y permite que nos pongamos otras gafas para contemplar la vida y seguir subiendo peldaños tan costosos como los anteriores que, además, dejarán un abismo ante nosotros.

Entonces, cuando escuchemos el eco desesperado del vacío, oiremos que nuestra vida nos dice: “Resiste porque serás feliz, pero primero te haré fuerte”.

Autor: Raquel Aldana,
fuente: lamenteesmaravillosa.com

Los hijos no se “pierden” en la calle, sino dentro de casa

0

Los hijos no se “pierden” en la calle. De hecho, esa pérdida se inicia en el propio hogar con ese padre ausente, con esa madre siempre ocupada, con un cúmulo de necesidades no atendidas y frustraciones no gestionadas. Un adolescente se desarraiga tras una infancia de desapegos y de un amor que nunca supo educar, orientar, ayudar.

Empezaremos dejando claro que siempre habrá excepciones. Obviamente existen niños con conductas desadaptativas que han crecido en hogares donde hay armonía y adolescentes responsables que han conseguido marcar una distancia de una familia disfuncional. Siempre hay hechos puntuales que se escapan de esa dinámica más clásica donde lo acontecido día a día en una casa marca irremediablemente el comportamiento del niño en el exterior.

“Sembrad en los niños buenas ideas, aunque hoy no las entiendan el futuro se encargará de hacerlas florecer”

-María Montessori-

En realidad, y por curioso que parezca, un padre o una madre no siempre termina de aceptar este tipo de responsabilidad. De hecho, cuando un niño evidencia conductas agresivas en un centro escolar, y se toma contacto con los padres por parte del tutor, es habitual que la familia culpabilice al sistema, al propio instituto y a la comunidad escolar por “no saber educar”, por no intuir necesidades y aplicar adecuadas estrategias.

Si bien es cierto que en lo que se refiere a la educación de un niño todos somos agentes activos (escuela, medios de comunicación, organismos sociales…), es la familia la que hará germinar en el cerebro infantil el concepto de respeto, la raíz de la autoestima o la chispa de la empatía.

Te proponemos reflexionar sobre ello.

Los hijos, el legado más importante de nuestro futuro

  1. G Wells dijo una vez que la educación del futuro iría de la mano de la propia catástrofe. En su famosa obra “La máquina del tiempo”, visualizó que para el año año 802.701, la humanidad se dividiría en dos tipos de sociedad. Una de ellas, la que vivíría en la superfice, serían los Eloi, una población sin escritura, sin empatía, inteligencia o fuerza física.

Según Wells, el estilo educativo que predominaba en su época ya apuntaba resultados en esta dirección. El inicio de las pruebas estandarizadas, de la competitividad, de las crisis financieras, del escaso tiempo de los padres para educar a sus hijos y de la nula preocupación por incentivar la curiosidad infantil o el deseo inherente por aprender hacían ya que, en aquellos albores del siglo XX, el célebre escritor no augurara nada bueno para las generaciones futuras.

No se trata de alimentar pues tanto pesimismo, pero sí de poner sobre la mesa un estado de alerta y un sentido de responsabilidad. Por ejemplo, algo de lo que se quejan muchos terapeutas, orientadores escolares y pedagogos es de la falta de apoyo familiar que suelen encontrarse a la hora de hacer intervención con ese adolescente problemático, o con ese niño que evidencia problemas emocionales o de aprendizaje.

 

Cuando no hay una colaboración real o incluso cuando un padre o una madre desautoriza o boicotea al profesional, al maestro o al psicólogo, lo que conseguirá es que el niño, su hijo, continúe perdido. Aún más, ese adolescente se verá con más fuerza para seguir desafiando y buscará en la calle lo que no encuentra en casa o lo que el propio sistema educativo tampoco ha podido darle.

Niños difíciles, padres ocupados y emociones contrapuestas

Hay niños difíciles y demandantes que gustan actuar como auténticos tiranos. Hay adolescentes incapaces de asumir responsabilidades, y que adoran sobrepasar los límites que otros les imponen acercándose casi hasta la delincuencia. Todos conocemos más de un caso, sin embargo, hemos de tomar conciencia de algo: nada de esto es nuevo. Nada de esto lo ocasiona Internet, ni los videojuegos ni un sistema educativo permisivo.

“Antes de enseñar a leer a un niño, enséñale qué es el amor y la verdad”

-Gandhi-

Al fin y al cabo estos niños evidencian las mismas necesidades y conductas de siempre contextualizadas en nuevos tiempos. Por ello, lo primero que debemos hacer es no patologizar la infancia ni la adolescencia. Lo segundo, es asumir la parte de responsabilidad que nos toca a cada uno, bien como educadores, profesionales de la salud, divulgadores o agentes sociales. Lo tercero y no menos importante, es entender que los niños son sin duda el futuro de la Tierra, pero antes que nada, son hijos de sus padres.

Reflexionemos a continuación sobre unos aspectos importantes.

Los ingredientes de la auténtica educación

Cuando un profesor llama a una madre o a un padre para advertirles de la mala conducta de un niño, lo primero que siente la familia es que se está poniendo en tela de juicio el amor que sienten por sus hijos. No es cierto. Lo que ocurre, es que a veces ese afecto, ese amor sincero se proyecta de forma errónea.

Querer a un hijo no es satisfacer todos sus caprichos, no es abrirle todas las fronteras ni evitar darle negativas. El amor auténtico es el que guía, el que inicia desde bien temprano un sentido real de responsabilidad en el niño, y que sabe gestionar sus frustraciones dando un “NO” a tiempo.

La educación de calidad sabe de emociones y entiende de paciencia. El niño demandante no detiene sus conductas con un grito o con dos horas de soledad en la propia habitación. Lo que exige y agradece es ser atendido con palabras, con nuevos estímulos, con ejemplos y con respuestas a cada una de sus ávidas preguntas.

Hemos de tomar conciencia también de que en esta época donde muchas mamás y papás están obligados a cumplir jornadas de trabajo poco o nada conciliadoras con la vida familiar, lo que importa no es el tiempo real que compartamos con los hijos. Lo que importa es la CALIDAD de ese tiempo.

Los padres que saben intuir necesidades, emociones, que están presentes para guiar, orientar y para favorecer intereses, sueños e ilusiones, son los que dejan huella y también raíces en sus hijos, evitando así que esos niños las busquen en la calle.

Autor: Valeria Sabater 
>fuente: lamenteesmaravillosa.com

A veces el mayor acto de amor hacia una persona consiste en desaparecer de su vida.

0

No puedo negar que te amo demasiado, no puedo decir que no es verdad el hecho de que estamos hechos el uno para el otro, que mi corazón se vuelve loco con solo mirarte y comienza a latir a mil por hora, siempre imagine que terminaríamos juntos nuestra historia, que quizás no sería fácil pero que al final encontraríamos la manera de hacer que las cosas funcionaran, porque teníamos la actitud de luchar juntos para ver nuestra relación florecer en algo inimaginable incluso para nosotros dos.

No puedo decir que fuiste un error ni por un momento, eres esa persona cálida, amable, sincera, cariñosa que siempre quise a mi lado, y aunque también tienes tus defectos en realidad son cosas a las que he llegado a acostumbrarme de tal forma que han dejado siquiera de molestarme, en verdad nunca creí que llegaríamos a ser así de compatibles como lo somos, y tampoco creí que pudiera ser capaz de sentir una amor tan intenso, tan fuerte, tan puro, como el que siento por ti, y es que en verdad lo que siento hacia ti es algo que ni yo misma logro a veces comprender, porque con gusto soy capaz de olvidarme de lo que quiero, de lo que me gustaría, con tal de que tu estés bien y que seas feliz.

Son precisamente estas últimas cosas que he mencionado aquellas que me obligan a dejarte atrás, por una parte, mi intención de que estés bien, de que no sufras, de que pases por la menor cantidad de sufrimiento en esta vida, y por otro lado tu carácter tan gentil, en esta ocasión esos dos factores resultaron en una trágica combinación.

Tus padres han hablado directamente conmigo diciéndome que no soy bienvenida en tu familia, que nuestra relación está condenada a ser solo un noviazgo, pero que jamás podrá convertirse en algo más, me dijeron que ya lo habían tratado contigo y que tu simplemente no quisiste confrontarlos de ninguna manera, ellos han interpretado que yo no soy tan importante siquiera como para que pelees por mí, pero yo sé que están equivocados, es sencillamente que eres tan noble que no has querido pelear con ellos, que aunque sabes que están equivocados no te gusta discutir con ellos porque los amas y los respetas demasiado.

Sé que a mí tampoco me dijiste nada por la misma razón, imagino lo mucho que has de estar sufriendo, me imagino tu corazón partiéndose en dos por la agonía de amar a los dos lados y que de alguna manera se encuentren opuestos de tal manera que tengas que elegir entre uno de los dos, yo te amo tanto que deseo evitarte ese sufrimiento, prefiero ser yo quien te pierda, prefiero llorar miles de noches en desvelos recordando a ese enorme y verdadero amor, que tenerte a mi lado al precio de ser despreciado por tus otros seres queridos.

Hay pocas ocasiones, pero si existen situaciones en las que el mayor acto de amor y de sacrificio es desaparecer de la vida del amado, y esta es una de ellas, me voy, pero nunca dudes de lo mucho que te he amado y que te seguiré amando por mucho tiempo más.

Autor: Sunky

Tengo mil defectos, lo sé… pero no soy falsa.

0

Es una lástima como la gran mayoría de personas solo se interesan en lo que “puede verse” y no en lo que realmente vale la pena, es verdad que en el fondo todos tenemos un poco de eso, pero cuando la estética se vuelve tu principal forma de discriminar a las personas, puedo decirte que ciertamente te estas perdiendo de muchas relaciones importantes o hermosas que podrías tener, ya sea de amistades, o parejas que bien pudieron dejar una huella en tu vida.

Es triste ver como por ejemplo un perrito de “raza pura” es fácilmente adoptado por cualquiera, incluso hay veces que se los roban con tal de venderlos o de tenerlos, pero hay muchos otros perritos que pueden ser un amor y que no hay persona que se fije en ellos o los quiera adoptar simplemente porque estéticamente no son muy atractivos o peor aún, porque no pertenecen a una raza pura.

No voy a decir que las personas más excepcionales que he conocido son todos feos, o poco populares por alguna razón, pero si puedo decir que me hubiera lamentado mucho de no haber tenido la dicha de tener a algunos que de ellos, y es muy triste porque aun siendo grandes personas, amables, atentos, alegres y con la actitud de siempre ayudar a quien lo necesite, aun así muchos de ellos son catalogados como si no fueran siquiera personas, sin siquiera conocerlos muchas personas les dan la espalda, los critican o hacen burla de estas magnificas personas.

 

Pero parece ser que a nadie le importa, parece ser que todos prefieren tener relaciones superficiales, o convenencieras, y después cuando se encuentran en un problema se dan cuenta de lo solos que han estado todo ese tiempo en realidad, las personas valen por lo que significan en nuestras vidas, cualquier persona que haga tu día a día mejor es importante de conservar y cuidar a tu lado, porque son estas personas las que realmente le dan color a tu vida, las que te hacen ser mejor persona, las que siempre están a tu lado incluso cuando tu sol a dejado de brillar.

 

Pero que nos podemos esperar de este mundo tan torcido, tan equivocado, que nos ha enseñado a ser tan superficiales, ya que vivimos en un mundo en el que importa más el funeral importa más que el muerto, la boda más que el amor, donde importa más lo que piensen de nosotros que lo que realmente somos o queremos, y el físico más que el intelecto o los sentimientos.

Autor: Sunky

 

En el fondo toda mujer guarda una niña que quiere ser cuidada y mimada.

0

La mayoría que me conoce cree que soy una mujer fría, sin emociones, incapaz de sentir absolutamente nada que no sea ira o rencor, creen que soy inmune a la tristeza, a la desesperación, a la soledad, a la felicidad, al amor.

Al principio me molestaba que me tuvieran en ese concepto, porque ellos no entendían todo lo que me había pasado y que me había convertido no en alguien fría si no cautelosa, fueron incontables las decepciones no solo amorosas, si no también amigos que decían serlo y que terminaban traicionándome, usándome, o simplemente dejándome, no creo que nadie pueda acostumbrarse a eso, no creo que nadie pueda pasar por todo lo que yo viví y seguir como si nada confiando en todos y tratando a cualquiera de lo mejor, es verdad que antes así era, pero ahora simplemente ya no puedo ser así.

Sin embargo, eso es algo que solo sé yo, los demás no se interesan en saber mis razones, son felices con criticarme, con tener alguien de quien hablar mal, y aunque me da un poco de tristeza que sean así conmigo, al mismo tiempo doy gracias a Dios de no tener a todas esas harpías cerca de mí, mi actitud de alguna manera ha sido un repelente para ellos y pues eso es algo bueno que se puede rescatar de mi situación.

Pero apareciste tú, ignorando todo aquello que se decía de mí, te acercaste con dulzura y me trataste de lo mejor, no podía ser grosera con alguien que tan educadamente siempre me regalaba un saludo por las mañanas y antes de irnos cada uno a su casa, es por eso que te correspondía con una sonrisa sincera que nacía desde el fondo de mi corazón.

Comenzamos a salir juntos y por primera vez en mucho tiempo siento que estoy con alguien a quien vale la pena apostarle el corazón, pude notar que te has sorprendido un poco con lo diferente que ahora soy contigo, y es todo a causa de ti, porque te lo has ganado a pulso, porque fuiste capaz de ver más allá de los rumores que de mí se decían, y porque te has portado siempre como un caballero, galante y atento, es por eso que quiero ser contigo como realmente soy.

Tu lograste ver esa niña que llevo por dentro, fuiste capaz de tener la sensibilidad suficiente para darte cuenta de que en el fondo estaba sufriendo y que necesitaba que me mimaran un poco, es por eso que te entrego mi corazón, cuídalo no como el de la mujer que soy por fuera, si no como el de la niña que soy por dentro.

Autor: Sunky

Hay que tener una vida muy miserable para coquetear con alguien que tiene familia.

0

No me voy a poner en el plan de ser una santa, creo que nadie realmente lo es, todos en algún momento hemos llevado el agua solo a nuestro molino, ya fuera por desesperación, por necesidad, o porque quizás no éramos capaces de darnos cuenta de que aquel acto que estábamos cometiendo era tan horriblemente egoísta.

Creo que es natural y sano pensar siempre en nosotros primero, pero hay excepciones que rompen la regla, y es que sinceramente no entiendo cómo funciona la mente de aquellas personas que se meten con alguien casado, sé que muchas veces estas mujeres pueden también ser víctimas de un engaño, pero ambas sabemos que este no es tu caso.

¿Que es lo que te impulso a meterte en la vida de alguien casado?, creo que alguien medianamente inteligente se puede dar cuenta de todo el mal y todo el daño que esto puede ocasionar a todas las partes, incluyéndote a ti misma.

He escuchado que muchas son llamadas por el deseo de lo prohibido y que es de esta manera que muchas infidelidades comienzan, pero sinceramente me parece en una completa estupidez, por muy prohibido que sea, ¿Qué de bueno puede ser el estar con alguien que no te pertenece?, ¿Qué de emocionante puede tener el hecho de saber que eres la otra?, porque al menos la esposa no sabe que está compartiendo el marido, pero tu si, sabes que solo está contigo para utilizar tu cuerpo, en pocas palabras se convierten en prostitutas muy mal pagadas.

¿Qué tan miserable se debe de ser como para conformarse con un pedazo de nada?, porque sabes que al final lo más probable es que seas tú la que se vaya con las manos vacías, solo añadirás una persona más a la lista de aquellos que te han usado como una simple muñeca inflable.

Y en el caso de que logres quedarte con mi marido, nunca será completamente tuyo, porque aunque es verdad que yo ya no lo veré ni querré saber nada más de él, el continuara siendo el padre de mis hijos para toda la vida, si por fin logras quedártelo dejará de ser prohibido, y dejara de ser emocionante, y entonces estarás en mi lugar, esperando en tu casa, y cuando se le haga tarde no podrás evitar que está con alguien más, porque si le fue infiel a la mujer con quien estaba bien, con quien tenía una familia, y con quien era una persona respetada, ¿Por qué razón va a serle fiel a una cualquiera como tú?

Solo quiero que sepas que estoy consciente de que mi marido tiene mucha más culpa que tú, porque nadie se mete donde no lo dejan, y por muy ofrecida que hayas sido, él siempre tuvo la opción de rechazarte con un simple “no”, también quiero que sepas que en mis manos está la decisión de que te lo quedes o se quede conmigo, que si yo lo perdono el volverá a mi lado, y que hasta en este momento sigues siendo la segunda opción.

Pero debo aceptar que están hechos el uno para el otro, porque mi marido no valió la pena y tú eres una simple cualquiera, mendiga no de amor si no de lo que le quieran dar, y es más que obvio que el karma tocará a tu puerta y te quedarás sola sin haber conocido el amor, porque no puede existir amor de aquello que nació de una infidelidad.

Autor: Sunky

No sé si enamorarme o seguir así feliz.

0

No voy a negar que me ha ido muy bien hasta ahora, he vivido sin muchas complicaciones, sin muchos sobresaltos, y puedo concentrarme completamente en mí y mis necesidades, mis amigos ocupan una parte de mi agenda, pero hay momentos en los que me gustaría tener alguien especial en mi vida, en el sentido de que me haga sonreír con solo pensar en él.

Algunas veces he tenido oportunidades de salir con alguien en un plan de ser algo más que amigos, pero regularmente yo misma complico las cosas de tal forma que todos se desesperan y se van, todos, menos tú, debo decir que la firmeza y la constancia con la que me has buscado ha despertado cierto interés en mí, me gustan las personas que no se rinden fácilmente cuando buscan algo, más si es alguien que es “importante” para ellos.

Pero después pienso que al principio todos suelen dar lo mejor, suelen esforzarse más, suelen demostrar mucho más interés, y también pienso que para algunas personas el hecho de que las rechacen golpea directamente en su ego y eso las impulsa a aferrarse más a que les den un si, no por amor a la persona, sino por pura egolatría.

 

La verdad es que no he tenido muchas experiencias en el amor, pero las pocas que tuve fueron lo suficientemente desagradables como para no insistir más al respecto por un tiempo, aprendí a alejarme rápidamente de aquellos que mostraban esa clase de interés en mí, y puedo decir que la gran mayoría de ellos demostraron no valer la pena, porque poco tiempo después de haberles rechazado ya estaban detrás de otra chica.

Tú eres de los pocos que han insistido más, y para serte completamente sincera, si me gustaría enamorarme de alguien que valga la pena, no porque sienta que a mi vida le falte algo, no porque necesite “alguien que me haga feliz”, soy feliz en este preciso momento sin la necesidad de tener pareja, pero en el fondo de mi corazón me gustaría experimentar la sensación de estar perdidamente enamorada de alguien que valga la pena, de alguien que me ame tan fuerte y sinceramente como sé que soy capaz de amar yo.

No te ofendas, pero déjame pensarlo un poco más, porque ahora mismo tengo miedo de perder mi felicidad por buscar un amor.

Autor: Sunky

Mi amor, me portaré igual que tú. Así que puedes tener la conciencia tranquila.

0

Soy fiel testigo de que las cosas tarde o temprano se pagan, lo sé porque lo he visto, y también sé que, si algo me haces, no pasaría mucho tiempo para que alguien te haga lo mismo y te sientas igual de mal que como me hiciste sentir, solo hay un problema con esto: es que te vas a sentir tan mal que ni siquiera te vas a acordar que lo que estas pagando es por aquello que me hiciste a mí.

Sabes que tienes toda mi confianza, es por eso que no te digo nada cuando dices que no vendrás a verme, porque vas a ir con tus amigos de cerveza y a mí no me gusta cómo se ponen las cosas entre ustedes después de algunas copas, por eso prefiero quedarme en mi casa o salir con mis amigas, pero también quiero que sepas que la confianza que te tengo no es ciega y que de vez en cuando puede que tenga a alguien vigilándote para ver que te comportes bien, sabes bien que las noticias malas siempre tienen alas, solo te lo digo para que sepas que en caso de que quieras jugármela no será por mucho tiempo.

Conmigo no van a existir reclamos, sabes muy bien que no me gustan los dramas, me gustas como persona y si eres lo que dices ser creo que podremos tener una relación hermosa y duradera, pero en caso contrario no sería la primera vez que me encuentro a un lobo disfrazado de oveja, y tengo muy en claro que es lo que voy a hacer si llego a darme cuenta de que me has estado mintiendo, o que me has engañado, yo encarnaré al karma para ti y te haré pagar con la misma moneda.

Puedes ver que hay algo bueno y algo malo en mí, si eres buena persona igualmente seré contigo, si te quieres pasar de listo, pues al menos puedo decirte que no saldrás con alguna clase de deuda con el universo, porque te haré que sientas lo mismo que me has hecho sentir, te irás de mi vida con la conciencia tranquila y te lastimaré en tu orgullo haciendo lo mismo que has hecho conmigo, sé que para los hombres resulta más doloroso saber que su mujer ha estado con alguien más, y también debes saber que mientras tú te esfuerzas en convencer a quien llevarte a la cama, yo solo necesito decidir a quién decirle que si.

Así que amor mío puedes vivir con la conciencia tranquila, hagas lo que hagas no habrá una víctima aquí, te haré sentir lo mismo que me has hecho y después te mandaré por un tubo muy lejos.

Autor: Sunky

La magia de ser mujer después de los 40

0

Mujer, ya no tenemos la figura de los 20 años, pues las piedras del camino han moldeado nuestro cuerpo. Nuestra mirada es cómplice, pues se ha formado durante años, permitiéndonos manejar el arte de amar a nuestros hijos, a nuestra pareja, a nuestros familiares y a nuestros amigos.

Acumulamos de manera perfecta la experiencia y la juventud, lo que nos hace dominar el arte y el manejo de nuestra esencia, sumando vida a los años que hemos disfrutado y que nos quedan por disfrutar.

Porque una mujer de más de 40 deja huella por dónde camina, haciéndose dueña de sus pasos. Siente que pisa fuerte, transmite seguridad en sí misma y ha logrado una estabilidad y un equilibrio emocional y personal que hipnotiza.

“Se necesita mucho valor para amar a las mujeres marcadas por el pasado, aquellas de carácter fuerte pero de corazón bueno. Se necesita mucho amor para curar las heridas y las desilusiones.

Pero, sobre todo, se necesita ser inteligente, porque son tan maduras y tan experimentadas que ya no creen en lo que sienten, sino en lo que estés dispuesto a hacer por ellas.”

-Walter Riso-

Más de 40 soplos de aire fresco…

Los 40 y los 50 son un momento peculiar, en el que te encuentras entre dos generaciones que ponen en evidencia lo efímero de la vida, por eso nos damos cuenta de que hay que aprovecharla y conciliar nuestros mundos. Dejas de preocuparte por lo que pasó y por el que pasará para comenzar a disfrutar de lo que está pasando.

A partir de los 40 por fin entendemos que cada persona que te encuentras tiene un papel. Algunas personas te ponen a prueba, otras te utilizan, no falta quien te ama y te enseña, pero las personas realmente importantes son las que sacan lo mejor de ti. Son y serán personas pocos comunes y extraordinarias las que te recuerdan que todo ha merecido la pena.

¿QUE CUÁNTOS AÑOS TENGO?

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas…
Valen mucho más que eso.

¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!
Lo que importa es la edad que siento.

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.

-José Saramago-

La magia del momento

Muchas mujeres de más de 40 ya se han visto en situaciones complicadas. Han podido ser renegadas y rechazadas por su sociedad. Han vivido traiciones y desengaños que las han hecho madurar. Han podido sentir en su piel el desgarro de separaciones deshonrosas, de abandonos y de menosprecios.

Están forjadas en el fragor de la batalla y heridas por las flechas más inesperadas. Han cargado sobre sus espaldas gran parte del peso de la vida y, por eso, las mujeres con más de 40 han desarrollado un séptimo sentido que les permite ir más allá, mantenerse serenas y reconciliarse con la vida.

“Las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto. Hoy tienen cuarenta y pico, y son bellas, muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas y, sobre todo, endiabladamente seductoras, esto a pesar de sus incipientes patas de gallo o de esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos, pero que las hace tan humanas, tan reales…

Hermosamente reales.”

-Sharon Stone con 48 años-

A modo de chiste, se dice que una mujer de 20 años puede ser atractiva, la mujer de 30 puede ser seductora pero solo después de los 40 se puede ser irresistible. Este es el resultado de una mezcla perfecta entre experiencia y juventud.

De alguna manera, la mujer de más de 40 ha dado un importante paso en la búsqueda del amor, ahora se ama a sí misma mucho más que lo que lo hacía un década atrás.

No te olvides, mujer…

Tienes los años que permiten mirar la vida con calma pero con el interés de seguir creciendo. Ahora es cuando el amor puede ser ardiente o un remanso de paz. Cuando puedes gritar sin miedo tus temores y hacer lo que deseas aún temiendo al fracaso. Hoy puedes amarte, aceptarte y abrazarte, porque los años te han convertido en una persona mucho más plena, mucho más TÚ.

 

Autor: Raquel Aldana

fuente: lamenteesmaravillosa.com

 

No busques, permite que te encuentren

0

La vida es demasiado corta como para correr detrás de alguien que ni siquiera camina por ti. No es necesario ir detrás cuando ya saben dónde estás, cuando conocen tu hogar y saben de tus misterios. Por eso, no busques, permite que te encuentren.

Lo cierto es que hay personas a las que no les importamos pero que, sin embargo, a nosotros sí que nos importan. En estos casos puede resultarnos difícil comprender la situación, pues el interés por los demás no habla el lenguaje del egoísmo. Pero no busques algo que no te ofrecen, tampoco lo mendigues.

Recuerda que tu número de teléfono está compuesto de los mismos dígitos y que, en realidad, no existe la falta de tiempo, sino la falta de interés. Piensa en que cuando alguien quiere o necesita de algo o de alguien es capaz de remover cielo y tierra para compartir aunque sea unos segundos.

El cariño no se suplica

No busques. Arrastrarnos y suplicar migajas de un cariño que no nos quieren dar no es saludable ni a corto ni a largo plazo. Sin embargo, puede que ciertas muestras nos lleguen a enternecer y que nos sirvan para buscar motivos para seguir anclados en el deseo de que esa persona permanezca en nuestra vida.

Si nos paramos a pensar, lo único que hacemos con esa actitud es prolongar de manera innecesaria el sufrimiento emocional. Someternos a la voluntad de los otros hace que nos convirtamos en marionetas de sus necesidades y de sus antojos.

En este sentido, como es obvio, hay cosas que pasan porque tienen que pasar, pero hay otras que pasan cuando hacemos que pasen. No podemos sentirnos libres ni ser felices si vivimos aferrados y atados a unas esperanzas que manejan los demás.

No busques, deja que el viento se lleve lo innecesario de tu vida

Resulta complicado soltar o dejar marchar aquello que consideramos muy nuestro, ya sean sentimientos o personas. Es decir, que a ciertas piedras que cargamos sobre nuestra espalda nos une un sentimiento de identidad y pertenencia que se fusiona con nuestro miedo a perder algo que creemos tan intenso e importante.

Sin embargo, a pesar de que todo ese caos emocional nos ate a ciertas personas, también acabamos cansándonos de que no nos valoren. Es probable que cuando nos percatamos de esto nos sintamos algo egoístas, lo cual es terrible para nuestra salud emocional.

Sentir que si no aguantamos un poco más una situación o a ciertas personas estamos fracasando es algo asombrosamente común. El fundamento de este sentimiento es el miedo que nos da enfrentarnos con el vacío que la pérdida genera.

Dicho de otra manera, sentimos que si dejamos de sacrificarnos perdemos la oportunidad de construir parte de la historia emocional de nuestra vida. Sin embargo, lo que realmente estamos haciendo es comportarnos de la manera más cruel posible con nosotros mismos, con nuestras expectativas y con nuestros deseos.

El camino de ida hacia la libertad emocional está construido a partir de las piedras que vamos soltando; es decir, de sentimientos y personas tóxicas de las que nos vamos deshaciendo.

Soltar es la única manera de dejar hueco a nuestras fortalezas, de asumir nuestros errores y de conseguir manifestar nuestras intenciones y nuestro compromiso. De esta forma evitamos que lo negativo le reste espacio a lo positivo, consiguiendo incrementar nuestro entusiasmo por la vida y nuestro bienestar.

No es más fuerte quien más soporta, sino quien es más capaz de “soltar”

Si no te trae alegría a tu vida… SUELTA

Si no te ilumina ni te construye… SUELTA

Si permanece, pero no crece… SUELTA

Si te procura seguridad y así te evita el esfuerzo de desarrollarte… SUELTA

Si no brinda reconocimiento a tus talentos… SUELTA

Si no acaricia tu ser… SUELTA

Si no impulsa tu despegue… SUELTA

Si dice, pero no hace… SUELTA

Si no hay un lugar en su vida para ti… SUELTA

Si intenta cambiarte… SUELTA

Si se impone el `yo´… SUELTA

Si son más los desencuentros que los encuentros… SUELTA

Si simplemente no suma a tu vida… SUELTA

SUÉLTATE…la caída será mucho menos dolorosa que el dolor de mantenerte aferrado a lo que pudo ser pero no es

No busques ni vayas detrás de lo que no quieren darte, suéltalo… Pero mantente abierto a la posibilidad de que te encuentren aquellos que si quieren forman parte de tu vida de una manera sana. No busques, permite que te encuentren…

Autor: Raquel Aldana

fuente: lamenteesmaravillosa.com

Los abuelos nunca mueren, se vuelven invisibles

0

Los abuelos nunca mueren, se vuelven invisibles y duermen para siempre en lo más hondo de nuestro corazón. Aún hoy, los echamos en falta y daríamos lo que fuera por volver a escuchar sus historias, por sentir sus caricias y esas miradas llenas de infinita ternura.

Sabemos que es ley de vida, mientras los abuelos tienen el privilegio de vernos nacer y crecer, nosotros hemos de ser testigos de cómo envejecen y dicen adiós a este mundo. Su pérdida, es casi siempre la primera despedida a la que hemos tenido que enfrentarnos en nuestra infancia.

Los abuelos que son partícipes en la crianza de sus nietos dejan huellas en su alma, legados que los acompañarán de por vida como semillas de amor imperecedero para esos días en que se vuelvan invisibles.

Hoy en día es muy común ver a los abuelos y a las abuelas involucrados en las tareas de crianza con sus nietos. Son una red apoyo inestimable en las familias actuales. No obstante, su papel no es el mismo que el de un padre o una madre, y eso es algo que los niños intuyen desde bien temprano.

El vínculo de los abuelos y los nietos se crea desde una complicidad mucho más íntima y profunda, por ello, su pérdida puede ser en muchos casos algo muy delicado en la mente de un niño o un adolescente. Te invitamos a reflexionar sobre este tema con nosotros.

El adiós a los abuelos: la primera experiencia con la pérdida

Muchas personas tienen el privilegio de tener a su lado a alguno de sus abuelos habiendo llegado a la edad adulta. Otros, en cambio, tuvieron que afrontar su muerte en la primera infancia, en esa edad en que aún no se entiende la pérdida en todo su realismo, y donde los adultos, en ocasiones, la explican mal. Como intentando dulcificar la muerte o hacer como “si no doliera”.

La mayoría de psicopedagogos nos lo dicen bien claro: a un niño se le debe decir siempre la verdad. Es necesario adaptar el mensaje a su edad, de eso no hay duda, pero un error que suelen cometer muchos papás es en evitar, por ejemplo. una última despedida entre el niño y el abuelo en el hospital o en hacer uso de metáforas como “el abuelo está en una estrella o la abuela está durmiendo en el cielo”.

  • A los niños se les debe explicar la muerte de manera sencilla y sin metáforas para que no se hagan ideas equivocadas. Si le decimos que el abuelo se ha ido, lo más probable es que el niño pregunte cuándo va a volver.
  • Si explicamos al pequeño la muerte desde una visión religiosa determinada, es necesario incidir en el hecho de que “no va a regresar”. Un niño pequeño solo puede absorber cantidades limitadas de información; así que las explicaciones deben ser lo más breves pero sencillas posibles.

Es importante tener en cuenta también que la muerte no es un tabú y que las lágrimas de los adultos no tienen por qué quedar ocultas ante la mirada infantil. Todos sufrimos la pérdida de un ser querido y es necesario hablar de ella y desahogarla. Los niños lo harán a su tiempo y en su momento, por ello, hemos de ser adecuados facilitadores de ese proceso.

Los niños nos harán muchas preguntas que necesitan de las mejores y más pacientes respuestas. La pérdida de los abuelos en la infancia o en la adolescencia siempre es complejo, así que es necesario atravesar ese duelo en familia siendo muy intuitivos ante cualquier necesidad de nuestros hijos.

Autor: Valeria Sabater

fuente: lamenteesmaravillosa.com

En mi vida quiero personas que sumen, no que resten

0

No dejes que se pierda tu esencia. Intenta no perderte entre las personas, pues cada vez desconocemos más a los que nos rodean. No te desveles ni te deshagas de tu esencia aunque lo que estás viviendo te atormente. No cambies ni te transformes sino es porque has asumido una buena lección.

Tu corazón es hermoso así, no permitas que las personas resten o dividan tu vida. Ama tu interior y mejórate cada día, pero no consientas perder tu esencia. Si ella desparece, serás solo alguien más y aquellos que te quieren y te valoran no podrán distinguirte.

Recuerda que aquello que te hace llorar te hace tan especial como lo que te hace reír. Darte cuenta de esto constituye una liberación en sí misma. Cubre tu esencia, no dejes que las circunstancias la despedacen, protégela del frío.

 

 

El dolor que causa aquello que nos anula a veces es insoportable

Nadie quiere tener a su lado personas que le anulen o que boicoteen su crecimiento personal. Todos queremos a nuestro lado personas que nos ayuden a sumar experiencias y buenos sentimientos.

Sin embargo, generalmente no todo es blanco o negro. Habrá momentos en los que alguien descontará en algún grado de nuestro bienestar pero otros en los que sume tanto que compense todo lo anterior.

 

Es como el yin y el yang, la tristeza y la alegría, la noche y el día. Los aciertos requieren de los errores de la misma forma que sumar no tendría sentido si nunca hubiese nada que restar. Y es así como somos las personas, a veces blanco, a veces negro y, en otras ocasiones, de colores.

Nadie es totalmente bueno o totalmente malo

Aún sabiendo que no podemos ser todo o nada, no podemos dejar al descubierto nuestro bienestar, tenemos que protegerlo de daños que pueden ser evitables y previsibles.

Para eso debemos solemos una especie de balanza emocional. A un lado ponemos todo aquello generado por los demás que es negativo y que sobra. Al otro lado colocamos lo bueno y lo positivo que podemos encontrar en nuestro camino.

Como es obvio, deberemos sopesar emocionalmente a cada persona por separadoteniendo siempre en cuenta la situación física y emocional de las personas afectadas, así como, por supuesto, el contexto.

Queda a la vista que no es nada fácil utilizar nuestra balanza, pues hay cientos de factores que no podemos controlar y que son totalmente subjetivos. Así es que… ¿por qué juzgamos como bueno o malo tan a la ligera?

“No hay nada mejor que reencontrarse con uno mismo y perdonar a la otra persona tenga razón o no, porque la gente, cuando hace cosas dolorosas, normalmente las hace porque en ese momento no podía hacerlo mejor, porque tenía miedo o por lo que fuera. Entonces, perdonar es algo maravilloso”

-Marwan-

Sé una persona justa, no pierdas tu esencia

A veces estar inmersos en un profundo dolor nos precipita al barranco de los prejuicios y de los tópicos. Cuando sucede esto, solemos cegarnos por el dolor de nuestras heridas y no por lo bondad que en otras circunstancias nos caracteriza.

A través del perdón y de la comprensión podemos conseguir que cualquier persona sume aun partiendo de sus malas acciones o palabras. Somos nosotros los que damos validez a los demás, por lo tanto somos nosotros quienes elegimos de qué manera queremos aprender.

Tomar conciencia de que muchas veces juzgamos demasiado alegremente nos ayudará a eliminar de nuestra vida lo realmente dañino y negativo. Pensándolo así, a la larga nunca nos arrepentiremos de ser personas coherentes y justas.

No etiquetes ni juzgues a los demás, perdona y toma sus malas acciones como una oportunidad para seguir creciendo y aprendiendo. Tu esencia será la mejor protección y, por si fuera poco, siempre la tendrás a tu alcance.

 

 

 

Autor: Raquel Aldana,

fuente: lamenteesmaravillosa.com