Inicio Blog Página 2

A ti que decidiste regresar en el momento menos indicado.

0

Por primera vez te doy la razón no quiero hablar contigo, no es porque no te odie si no porque simplemente tengo amor propio y memoria, simplemente me quite del camino con dignidad, te deje el espacio libre para que fueras feliz por el camino que tú escogiste, acepte que no había otro lugar para mí en tu vida, por tanto, con mucha dignidad y amor propio simplemente abrí la puerta y me marche.

Al marcharme me lleve las tristezas yo sola y entendí que tenía suficiente amor para brindar a quien realmente lo merezca y lo sepa valorar, no soy una mujer que acostumbra a comer migajas y menos en un segundo plato. No me conformo con menos, voy por más; porque mi valor como mujer supera todo tipo de barreras, si soy una mujer que no merece poca cosa, adquiero un nivel elevado en mi círculo moral y social.

No soy una mujer que se deja pisotear por quienes creen que soy un perrito faldero, a estas alturas de mi vida si estoy para criar a un niño es uno que salga de mi vientre y no de uno ajeno de hace años atrás, soy una nueva mujer que nació de la tristeza, las lágrimas y el dolor, que supo descifrar que fue eso lo que la hizo más fuerte y segura de sí misma, continuando caminando firme y con la cabeza en alto. Porque al final entendí que no me equivoque, sin duda alguna en algún momento, el tiempo me dará la razón.

Cuando llegue ese momento te acordaras que no estaba pensando que era una competencia, sino un reclamo de un sentimiento verdadero, porque como mujer entiendo que a mi alrededor no hay distancia, ni competencia y nunca lo habrá, ciertamente esto va más allá de vestirme apropiadamente o usar lo último de la moda o simplemente de vivir a cierta distancia. Se trata de decencia, moral, dignidad, valentía y coraje para amar a la otra persona sin importar la distancia.

Se trata de ajustarse bien los pantalones y tener el valor de enfrentar lo que se presente. No se trata de esconderse de supuestos sentimientos de rareza, no, se trata de ser hombre y mujer de verdad. Pero esta enseñanza me hizo entender que las cosas se deben tomar como aventura con cordura. Sin mirar atrás, porque allí no se me quedo nada, solo un asiento vacío que se cansó de esperar por algo que jamás llego.

Por: Sydmarie Rodríguez

Te valoro a ti, por ser quien eres y por lo que significas en mi vida.

0

si fue una sabía decisión el hacerles caso a mis padres; por qué a pesar de la distancia me siento cautiva y encerrada, extraño todo de ti, y ni yéndome a miles de kilómetros lejos de ti, ni pasando el tiempo te puedo sacar de mi mente y no tengo el valor de hacerlo.   A pesar de todos los problemas que tuvimos, sigues siendo la persona de la que alguna vez me enamore y con la que había decidido pasar el resto de mis años juntos, y dejar todo y a todos para luchar por el gran amor que te tengo.

Hablamos diario, varias veces al día nos decimos TE AMO, TE ECHO DE MENOS; y quiero pensar que sea verdad lo que nos decimos. Llego a pensar que en parte fue correcto que me fuera y esté donde ahora me encuentro: Es el lugar donde nació mi papá, la persona que siempre ha estado conmigo desde pequeña, hacía más de diez años que no veía a mi familia, a mis tíos, tías y primos que ahora son padres y conocer por primera vez a esos niños que corren a mi alrededor con una invitación a jugar con ellos; ¡je!  es lindo, aunque a veces me irritan porque no estoy acostumbrada a convivir con personas así. Ante todo, me siento tranquila y de cierto modo feliz, no hay día que no deje de pensar en ti, cuestionándome dónde estás, con quién estas, si ya comiste, cómo te sientes aun piensas en mí, si ¿me extrañas como yo a ti?

Estas son solo de las pocas curiosidades que quisiera responder cómo antes, aunque tuvimos momentos de distancia llegué a conocerte bien, sabía exactamente todo de ti hasta las cosas más pequeñas cuando te cepillabas los dientes y la pasta dental se derramaba en el lavamanos, o cuando terminabas de tomar un baño como me molestaba que saliendo de la ducha mojaras todo el suelo, incluso se la forma en cómo te acomodabas para vestirte o de que lado dormías, grandes cosas que ahora te puedo decir ya no me incomodan por qué te quisiera tener a mi lado que tus brazos rodeen mi cintura y en este momento estar dormidos bajo una manta para cubrirnos este frío que estoy sintiendo en ausencia de tu calor.

Nunca es demasiado tarde para reconocer y aprender de las pequeñas cosas que te hicieron grande ante mi corazón y el amor que aún te tengo.  Te afirmo que ahora valoro los mínimos detalles que quizá tu jamás ni te diste cuenta, valoro las noches o los minutos donde nadie nos interrumpía con una llamada o un mensaje para comenzar a pelear, valoro todo de ti, valoro el sudor que recorría tu frente cuando comías picante, valoro cada paso que diste al caminar junto a mí, valoro todos los momentos que pasamos, porque ni la distancia, ni las personas, ni el tiempo mismo, podrá separarnos, ni hacer que te saque de mi corazón.

QUIERO QUE SEPAS AMOR MÍO, QUE SIGUES SIENDO MI PERSONITA ESPECIAL QUE ME ENAMORO Y LLEGÓ A MI VIDA EN EL MOMENTO QUE MÁS NECESITABA DE TI

QUE TE DES CUENTA DE QUE TODA ACCIÓN QUE HAGAS, AÚN LA VALORO Y ECHO DE MENOS A MONTONES.

TE VALORO A TI POR SER LO QUE ERES EN MI VIDA.

Por: Nayeli Márquez

Se me rompe el corazón, pero te dejo ir.

0

Se que no harás nada al respecto lo aceptaras y me dejaras ir, sin importarte lo que me llegue a doler y cuanto tenga que sufrir al estar aceptando que nunca me amaste y nunca te importe.

Se acabará todo y ni siquiera por tu memoria estaré mientras derrotada y llena de lágrimas estaré cada noche pensando en lo que paso y que fue que tu egoísmo y tu falta de querer me hicieron ver que seguir al lado tuyo solo me iría causando más daño.  Me canse de solo ser yo quien te busca, que lucha y se esfuerza en que no termine lo que alguna vez llamamos «nuestro”, ó al menos eso me hiciste creer durante un largo tiempo, como el creer que alguna vez me amaste, que te importe y no solo me usaste para satisfacer tu placer.

Me alejo para reponerme, sanar y encontrar a la persona que solía ser antes de que te aparecieras en mi vida, una muchacha normal, que solo le importaba el estar bien consigo misma. Pero llegaste y todo lo que tenía guardado dentro de mí, te lo di a ti, cada cosa, cada detalle, palabra, te dedique tiempo, me arriesgue solo por ti. No me arrepiento de nada lo que viví contigo, pero tengo muy claro que no volveré a vivir lo mismo con nadie más, tu eres el único que sabe hacerme sentir tan especial aun en esos días que ni yo me soportaba. Te amo tanto que me alejo de ti para no seguir molestando en tu vida, ni en tus planes. Te amo y conmigo o sin mi quiero que seas feliz y que si alguna vez te llego aparecer en algún recuerdo solo recuerda que fui la única que te amaba con todo y cada pedazo de su ser te amaba hasta cuando más daño me hacías.

Así es el amor o es algo que fisiológicamente creía tener días buenos malos, pero si es a la persona que amas sigues estando ahí en todo momento.

Te dejo ir, diciéndote que te amo, te amé y te amare siempre, y serás el único a quien lamentablemente me enamoré y le entregue un amor incondicional.

Por: Daniela Francisca

No somos, ni seremos

0

No tengo dinero y mucho menos soy de una posición social de la que puedas presumir con tu familia y tus amigos. Así que si, te he decepcionado, pero sabes, ahora doy gracias porque entendí que a ti solo te enamoran las mujeres que tienen dinero, que eso es lo único que realmente a ti te importa, pero como no soy de tu clase social o sea (rica), te desilusionaste, porque yo no puedo ofrecerte ese nivel de poder al que tu aspiras, y empezaste a salir con una chica que si puede darte eso y más.

Entonces me di cuenta de que tu buscabas en mi era una “aventura”, porque nunca buscaste ser ese hombre en mi vida, lo que tú quieres es que lo “nuestro” siempre se quede en la oscuridad, en secreto, porque realmente te avergüenzas de lo que yo represento, pero te digo algo, lo que yo realmente represento es lo que a ti te hace falta.

Yo represento coraje de ir por lo que realmente vale en mi vida, tengo valentía, porque te hubiera entregado todo mi ser, soy temeraria, porque no tengo miedo a vivir al máximo, soy osada, inteligente, soy todo lo que tú nunca podrás ser, porque te escondes entre las sombras, y esperas que yo haga lo mismo, quieres tenerme escondida, como si fuera una mala mujer, quieres que esté dispuesta a aceptar todo eso y más sin hacer preguntas, sin cuestionar nada.

No puedo ser así, porque estaría matando mi esencia en sí, soy diferente, tienes que entender que no soy como las mujeres que has conocido y con eso no quiero decir que ellas estén mal, es así como les gusta ser y eso lo respeto, pero mi ser es diferente.

Tú escribes que una mujer es bella no solo por su físico si no que es hermosa por su alma, y cuando me conociste, así es como me describías en tus poemas, que, por supuesto son citas de otros autores, porque ni en eso puedes ser original. Debes entender que no estamos destinados, no soy tu hilo rojo de amor, porque tú no eres ese, y aunque te empeñes a pensar que si, no somos ni seremos jamás esas almas gemelas que están predestinadas a estar y ser uno.

Se puede decir que tú lo tienes todo, dinero, tienes una carrera productiva, ahora tienes una relación, si tú quieres por interés, y al ver cómo eres en realidad me pregunto ¿En verdad lo tienes todo? Yo no lo creo, y sabes porque lo sé, porque no me tienes a mí.

Por: Anónimo

Esta noche la cabeza será tuya, pero las vueltas mías.

0

Me imagino paseando por tu mente con carcajadas cargadas de recuerdos, con el reflejo del sol en mi cara aquellas tardes de verano. Brilla hoy con más fuerza incluso este mes de marzo.

Sé que me piensas con ese olor a mar que dejaron aquellos días en la Isla, o que solamente pierdes la noción del espacio al poner tu vida en blanco por unos segundos para recordarme por el resto de tus días. Sé que imaginas esos lunares de mi espalda que tantas noches te hicieron perder la cordura; ahora la locura de olvidarme te envuelve en una desazón en la que no concibes el porqué.

Recuerdas mis pasos cada vez que escuchas como alguien camina con fuerza detrás de ti; sabes que siempre lo hice cuando el final, era un abrazo cada tarde de invierno lo que reconfortaba mis días fugaces y envueltos en el consuelo de encontrarme con tu sonrisa. Aprietas la mandíbula con rabia cuando el perfume de cualquiera no es el de cualquiera, sino el que yo utilizaba entonces, y por qué no, sigo utilizando hoy.

Sé que sonríes débilmente cuando escuchas a alguien hablar solo; sabes que era lo que mejor hacía mientras descargaba mi bolso, me acomodaba en short y viajaba hacia la cocina dejando atrás todo para preparar contigo algo rico, y maridar el olvido de la rutina con una eterna y efímera copa de vino tinto encima del banco de la cocina. Te duelen los detalles, lo sé, pero no lo siento.  ¿A qué suenan ahora los acordes de aquella canción? ¿Cómo vas hacer para dejar de asociarla a aquella noche de cervezas y risas donde nos conocimos? ¿Qué tiene que pasar para que no la reproduzcas en bucle esta noche que duele? ¿Cómo se solventa el conflicto atormentante en el que se ha convertido el recuerdo de mis ojos? ¿Dime que harás cada vez que amanezca mi sombra entre tus sábanas calientes por otra? ¿Y cuándo confundas su nombre con el mío?

Esta noche sonrió entre líneas, soy el peor de tus recuerdos, permaneceré anclada a tu necesidad de olvidar, pero con imposibilidad de hacerlo, esto sí que lo siento. Navego a golpes por tu cabeza hoy, porque esta noche la cabeza será tuya, pero las vueltas mías.

Por: Sandra López

A veces hay que pasar por lo peor para conseguir lo mejor.

0

Para ser sincera siempre odie esas palabras que decía mi abuelo “lo que vale la pena cuesta”, no entendía en ese entonces a que se refería, yo veía a personas recibiendo regalos con los que yo ni siquiera me atrevía a soñar, y los recibían sin hacer nada para merecerlos, sin ningún esfuerzo obtenían cosas que a mí me llevaría media vida para poder lograr, y me decía a mí misma “¿Cómo ese hermoso carro no va a valer la pena?”, obviamente todas las generalizaciones tienden a errar en algún momento, pero eso no quiere decir que carezcan de una razón, no quiere decir que estén equivocadas por completo.

Lo que yo no entendía en ese entonces era que por ejemplo ese carro que le regalaron a aquella muchacha para ella era “solo una cosa más” de las muchas que ya tenía, si hubiera sido el caso que la dueña del carro hubiera sido yo, ese auto se habría convertido en mi posesión más preciada seguramente, pero dada mi situación era muy improbable que alguien me regalara algo así a mí, e incluso si alguien llegara a intentarlo, seguramente desconfiaría mil veces porque sabría que no había hecho nada para ganarlo, y las cosas completamente gratis no existen, si no te lo has ganado, seguramente te tocará pagar después, así que hasta cierto punto agradezco que nadie me ofreciera un regalo así, para no haber estado en la situación de tener que elegir entre aceptarlo o no.

Ahora entiendo a que se refería mi abuelo, él no decía “que todo lo bueno es caro o difícil de conseguir”, él decía “que solo consideramos valioso aquello que nos ha costado trabajo”, es quizás por eso que algunas personas tienen la suerte de encontrarse con magnificas parejas y aun así las lastiman, las traicionan y las hacen correr lejos, no es que la persona a quien han maltratado no valga la pena, es que simplemente ellos no pueden entender su valor, no pueden porque no les ha tocado sufrir por amor, no les ha tocado ser el lado afectado, ser engañados, ridiculizados, y expuestos por una persona que jugo con sus sentimientos.

Es por eso que se aprovechan de las buenas personas, “porque no pueden comprender su valor”, porque no les van a saber valorar hasta que se den cuenta que en el mundo son difíciles de encontrar las buenas personas, y es entonces cuando miran hacia atrás y se dan cuenta de lo afortunados que realmente fueron al tener aquellas personas en sus vidas y es entonces cuando regresan como perros apaleados a pedir perdón, y usualmente ya es tarde, porque no se necesita ser muy inteligente para reconocer a alguien que vale la pena, solo se necesita haber sufrido y conocido algunas personas que fueron todo lo contrario, es por eso que cuando regresan a buscar a aquella persona a la que abandonaron su espacio ya no está disponible, lo ocupa alguien que tuvo la suerte de haber sufrido lo suficiente como para reconocer a alguien valioso y cuidarlo.

Autor: Sunky

El amor es cuando dos personas se encuentran por casualidad y resulta, que se estaban esperando toda la vida.

0

El otro día me pidieron que contara como fue que nos conocimos, y pude recordar con claridad cada cosa que paso en ese día, desde el momento en que aún estaba en mi casa, arreglándome, decidiendo que ropa iba a usar, peleándome con mi hermana porque había tomado mi plancha para el cabello sin mi permiso y yo la necesitaba, se me hacía tarde, no porque alguien me esperara, solo se me hacía tarde conmigo misma, porque había decidido salir de mi casa a las seis de la tarde y ya eran casi las ocho.

La verdad es que aunque tenía la esperanza de encontrarme con alguien interesante, no creí que terminaría siendo el hombre de mi vida, pensar en cómo cada parte de mi día fue una pieza importante para conocerte me ha hecho preguntarme si fue la casualidad o el destino quien unió nuestros pasos, porque recuerdo que tenía una invitación a la fiesta de una amiga, pero no fui porque ahí estaría mi ex y no tenía ganas de pasar por una escena, y ya que el comportarse como todo un cretino inmaduro se le daba muy bien preferí no ir a la fiesta, pero ¿Qué hubiera pasado si mi ex no hubiera asistido?, ¿o si me hubiera dejado convencer por mi amiga para ir?

No es solo eso, si mi hermana no hubiera tomado mi plancha para el cabello, yo hubiera ido al lugar que tenía planeado en un principio, y seguramente tampoco te hubiera conocido, fue gracias a que me retrasé que decidí cambiar de lugar porque sabía que en el otro ya no hubiera encontrado sitio para sentarme, incluso pensando en el momento en que nos conocimos, cuando nuestras miradas se cruzaron, yo me reí porque me pusiste nerviosa, pero tu pensaste que estaba coqueteándote, no es que no lo hubiera hecho, es solo que en ese momento me sentí tan nerviosa que no hubiera sido capaz de hacerlo a propósito.

Cuando nos conocimos me enteré de que vivías en otra ciudad, pero para cuando me lo dijiste ya habías captado mi atención de tal forma que no me importo que no pudiéramos vernos todos los días, quería pertenecer a tu vida, quería conocerte, igual si las cosas no se daban solo habría perdido un poco de tiempo, pero al menos esta vez como una decisión libre, y no porque alguien me mintiera o me engañara haciéndome creer cosas que no eran verdad.

Después me enteré que tu ni siquiera ibas a venir a mi ciudad, que fuiste practicante obligado por tu trabajo, que se suponía que llegarías un día después, pero que a final de cuentas decidiste adelantarte un día para encontrar un hotel a tu gusto, ¿Te das cuenta de cuantas coincidencias existieron para que nos pudiéramos conocer?, son tantas y todo fue tan complejo, que una sola que no se hubiera dado, desencadenaría en el hecho de que nunca nos hubiéramos podido conocer, por eso me pregunto si fuimos producto de la casualidad o del destino, cualquiera que sea la respuesta simplemente puedo decir gracias por traerte a mi vida.

Autor: Sunky

Pensé en rendirme, pero vi que alguien seguía mis pasos.

0

Creo que todos alguna vez pasamos por una etapa de nuestras vidas en las que solo queríamos ver pasar el tiempo, en la que nos importaba poco lo que nos pasara, lo que pensaran de nosotros, el tiempo que perdíamos o el daño que nos estábamos haciendo.

En mi caso después de una serie de problemas en donde parecía que el destino se había ensañado conmigo, porque me llegaron problemas hasta de donde menos me lo llegue a imaginar, “me llovió sobre mojado” como decimos por aquí, nunca en mi vida había estado frente a tantos problemas, tan fuertes y tan complicados, que simplemente el decidir cuál era el peor ya resultaba un cálculo complejo de hacer.

Creo que si unos años antes me hubiera topado con uno solo de los problemas que en ese momento tenía habría sido suficiente como para deprimirme y tirarme al olvido, pero hay un dicho que dice “dios no cierra una puerta sin abrir una ventana”, y aunque alguien cercano tuvo el acierto de recordármelo en ese momento yo no creía tener nada a lo cual aferrarme, mi esposo nos había abandonado antes de que naciera nuestra niña, mis padres, mis amigos, todos aquellos cercanos a mí a los cuales les tenía la confianza para pedirles ayuda estaban sin posibilidades de brindarme una mano, “estaba sola” eso me dije mil veces sin comprender el error en el que me encontraba.

“Yo sola contra el mundo” era lo que profesaba, porque hasta de Dios te olvidas cuando no te manda un milagro que puedas entender, cuando no responde de manera inmediata a tus plegarias y te resuelve todo como por arte de magia dejamos de creer en él, mi hija aún era pequeñita, pero ya comprendía lo que yo decía y platicaba, en una ocasión quejándome de mi suerte le decía a una amiga que me quería morir, mi hija me escucho porque no me había dado cuenta que estaba ahí, después de que mi amiga se fue hubo un momento de silencio y me preocupe, aquellos padres que tienen hijos me comprenderán, saben que una casa con un niño y en silencio solo puede significar dos cosas: o el niño se durmió, o algo le pasó.

Comenzó a buscar a mi hija para ver si algo le había pasado o estaba haciendo alguna travesura, pero para mi sorpresa me la encontré encogida llorando, le pregunté si se había golpeado o caído y me dijo que le pasaba algo mucho peor, dijo “mi papá nos abandonó” y “tú ahora te vas a morir”, comprendí que había escuchado mi platica anterior, comprendí que le estaba enseñando a mi hija a rendirse ante los problemas, porque ella sabía que teníamos problemas, pero no podía comprender su magnitud, estaba mandándole un fuerte mensaje que decía: “cuando tengas un problema, es mejor morirte”.

Me disculpe con ella, le explique que era solo una expresión, que no me quería morir y mucho menos dejarla solita, ella sonrió titubeante, y me pregunto si estaba diciendo la verdad, le volví a decir que era toda la verdad, yo estaba tan concentrada en mis problemas que no comprendía que mi hija a pesar de ser tan pequeña también estaba lidiando con un mundo que no le gustaba, con una realidad que le entristecía, pero a pesar de eso siempre encontraba motivos para reír, ahí me di cuenta de que resentía demasiado la ausencia de su padre, y también de la mía por que al tener que trabajar ella pasaba más tiempo con los abuelos que conmigo.

Mi hija comenzó a preguntarme de ahí en adelante todos los días antes de irme a trabajar si era feliz y me sentía bien, y yo siempre le respondía que era la más feliz del mundo por tener un angelito como ella a mi lado, sin darme cuenta el repetir esas palabras me hizo convencerme de que podía salir adelante, y lo hice, estoy segura de que no lo hubiera hecho sin ella, y ahora puedo ver que Dios siempre estuvo a mi lado, pensé en rendirme, pero me di cuenta que alguien seguía mis pasos.

Autor: Sunky

Tu eres la historia más bonita que el destino escribió en mi vida.

0

En mi libro de la vida aún no hay tantas páginas escritas, sin embargo, para mi mala suerte la mayoría de las historias escritas terminan en tragedia, en melancolía, o en decepción, llega un momento en el que te acostumbras, en el que bajas tus expectativas de lo que puedes recibir o esperar de la gente, hay un momento en el que incluso juegas a tratar de adivinar como esa historia que apenas comienza y que pareciera tan brillante y prometedora terminará convirtiéndose en una nueva historia de tragedia.

Sé que quizás me he predispuesto a que me vaya mal, pero es que después de ver nada más que lo mismo, creo que el esperarte lo peor al menos ayuda a suavizar en poco la caída, al menos así estas preparada y lista para aceptar la traición y decirte a ti misma como consuelo “ya lo sabía”, así evitas apegarte demasiado a las personas que muy probablemente te terminaran haciendo daño, así al menos tienes la sensación de que nunca te engañaron, y te dices a ti misma que solo seguías el juego para ver como iba a terminar.

Pero la felicidad llega a todos en algún momento, y aunque creía que el mío no llegaría, pasó, y fue tan extraño y súbito que no lo vi venir, sinceramente no me lo esperaba, no me esperaba conocerte, no creía que existieras aunque hacía tiempo que te estaba buscando, que te esperaba, y aunque me hubiese gustado que llegarás antes, me doy por bien servida con el hecho de tenerte ahora a mi lado, francamente no eras como te imaginaba, porque ni en mi mente me atreví nunca a imaginar una personalidad tan hermosa como la que tienes tú.

No voy a decir esa frase trillada de “cambiaste mi mundo gris y le devolviste su color a mi vida”, porque no me rescataste de nada, porque no estaba realmente triste ni en problemas, ni siquiera sentía que te necesitaba y hacía tiempo que me había resignado a la idea de que o no existías o nunca llegarías a mi lado, había aprendido a vivir sola y de algún modo era feliz, sin embargo, puedo decirte con toda certeza que mi vida es mucho mejor contigo a mi lado, que no te necesito para ser feliz, pero contigo mi felicidad es más completa, más fuerte, y cobra un sentido casi místico al poderla compartir contigo que si vales la pena.

En mi libro existen algunas historias y la mayoría fueron tristes y con finales poco agradables, pero de alguna manera es gracias a ellas que puedo darme cuenta de lo importante que eres para mí, de la suerte tan grande que tengo al poder abrazarte, y como llegaste sin siquiera buscarte, eres la más linda de las historias que el destino escribió para mí, te amo.

Autor: Sunky

No me acostumbro a este mundo de cosas caras, personas baratas, valores en rebajas y sentimientos en liquidación.

0

Cuando aún estaba entre esa edad en la que eres una niña a punto de convertirse en mujer, siempre escuchaba a mi madre quejarse de las modas, siempre criticaba todo lo nuevo y me molestaba, me molestaba porque a mí me gustaban muchas de esas cosas de las que ella podría pasarse el día entero hablando y dando mil razones por las cuales las juventud de mis días estaba “descarriándose”, y mi mente siempre ignoraba el comentario siguiente a “en mis tiempos…”, porque me hacía sentir como si mi mundo estuviera mal y como si debiera avergonzarme de aquellas cosas que disfrutaba hacer.

Aún recuerdo como me molestaba con ella porque nunca me dejaba llegar después de las once de la noche, cuando a mis amigas les permitían llegar hasta las tres de la madrugada, siempre se burlaban de mi cuando me tenía que ir varias horas más temprano que ellas, y en más de una ocasión me insistieron para que no hiciera caso a las advertencias de mi mamá y llegara más tarde, pero yo sabía muy bien que si no cumplía en llegar a la hora que había prometido me quedaría sin permisos por lo menos por un año.

Siempre pensé que mi madre era una persona anticuada que no supo cambiar junto con el mundo y que estaba “llena de ideas tontas” que simplemente ya no encajaban con la realidad del mundo en el que vivíamos, pero aun en esos tiempos existía un respeto por los valores y los padres los continuaban inculcando a los hijos como algo bueno, aunque no siempre lo hacían con el ejemplo, se tenía la idea de que eran buenos y que las personas que los tuvieran eran valiosas simplemente por eso.

Ahora soy yo la que me escucho decir esa frase que tanto me chocaba escuchar de mi mamá, pero no puedo evitar en ocasiones reaccionar con un “en mis tiempos…” como su ya fuera una persona vieja, y es que en realidad me siento anticuada ante los cambios que ha sufrido este mundo y simplemente siento que ya no encajo en él, todo aquello que consideraba valioso ahora no vale para nada, las personas se concentran más en “vivir el momento”, piensan que “disfrutar es vivir”, y lo hacen sin preocuparse por las consecuencias.

En este mundo moderno la calidad de las personas poco importa si no pueden respaldarlo con la billetera, nadie se preocupa por las emociones de los demás, todos buscan satisfacer sus deseos y procuran involucrarse lo mínimo posible, los bailes se han convertido en una serie de movimientos obscenos con ropa, la poca ropa que ahora se usa, ver un grupo de muchachos bailando ahora se parece más a una orgia que a una actividad recreativa.

Las personas cada vez son más falsas y vacías, ahora valen por lo que llevan puesto y sus valores no significan nada, de hecho, parecen ser una debilidad, porque el que se la piensa para aprovecharse del otro ahora es considerado un tonto que dejo ir una oportunidad, y los sentimientos que antes eran lo más importante, ahora son puestos en rebaja para quien sea capaz de corresponderlos, aunque sea pobremente, me siento anticuada y simplemente no quiero encajar en un mundo como este.

Autor: Sunky

Encontré paz en el momento en que fuiste sincero conmigo

0

Hasta que uno no se encuentre, no puede hacer feliz a nadie. Ni a nuestros hijos. Tengo que perdonarme por haber creído en palabras sin acciones. Por haber tenido expectativas. Por haber confiado en ti y haber defendido ante todos algo que no era real. Tuvimos muchos instantes de risas y de eso se trata la vida así que no me arrepiento. Me hiciste muy feliz en un momento de mi vida.

Yo encontré paz en el preciso momento que tuviste un mínimo instante de sinceridad conmigo, acompañada de lágrimas pero lágrimas que me harán conocer más de cerca y a apreciar las sonrisas genuinas. Aprendí mucho de ti pero he aprendido más, una vez saliste de mi vida. Cuando uno desea vivir en un mundo diferente tiene que aportar algo al universo para que esto se convierta en una realidad. Siempre hablaste de lealtad y amor pero fueron solo palabras o fantasías. Siempre dijiste que no confiabas en nadie, que no tenías amigos y que habías encontrado en mi eso que no habías encontrado antes. Que me amabas y me amarías siempre. Como dice Ricardo Arjona, «el amor es verbo no sustantivo».

Te diste cuenta que yo te amaba más de lo que tu te amabas y yo me di cuenta que permití tanto por la misma razón, yo no me amaba lo suficiente. Estabas tan hambriento de atención, de amor, de vida…que mi corazón se convirtió en comida para tu ego. Tuviste que alejarte porque tanto amor hacia ti, te haría daño. Era demasiada felicidad para tus costumbres. Yo espero, te lo juro, que el arrepentiemiento no te alcance. Realmente nunca estuve perdida, estaba aturdida por todo el ruido que hacía tu voz y yo no escuchaba la mía. Ahora que no estas, he vuelto a escucharme. Sanar toma tiempo. No significa que el daño no ocurrió, lo importante es aceptar que tenemos una herida pero que el dolor no domina nuestras vidas. El libro Los Cuatro Acuerdos de Don Miguel Ruiz nos enseña que debemos ser impecables con nuestras palabras, no debemos tomar nada personalmente, no debemos hacer suposiciones y debemos hacer siempre lo máximo que podamos. Así que mi intención con este escrito no es buscar culpables ni hacerte sentir mal, yo permití todo lo que viví.

Uno de los actos de amor es establecer límites y no me acordaba de mi amor propio por lo que no lo hice. Mi objetivo con este escrito es acercarnos a ambos más a la libertad, a la paz, al amor incondicional (real), reconociendo las lecciones que de estas experiencias. Por mi parte, quiero sentirme tranquila porque lo negativo fue lamentablemente efecto de un amor ciego pero nunca con intenciones de herir. Estuve siempre que lo necesitaste, cuando otros daban solo excusas. Le di otro color y sabor a tu vida. Un hombre con sueños necesita una mujer con visión. Si alguien no te reta, no te apasiona, no es para ti. Los hombres extraordinarios, invierten y se impulsan pensando en su mujer. Alguien que te ama, siembra la semilla para hacerte analizar. Tu entenderás el mensaje cuando realmente quieras verlo. Espero que no hayas perdido gran parte de tu vida antes de verlo. La gente puede conocerte tan profundo como se hayan conocido ellos mismos. Si puedes, recuérdame como la mujer de la que pensaste te habías enamorado, a la que le decías que la amabas completita y la admirabas, la que decías que te escribía cosas que te llenaban tanto como nadie lo había expresado, a la que le dijiste que era demasiada mujer para ti, no me recuerdes por lo negativo. No quiero sentir rencor y siempre te recordaré como el hombre que me enseñó a amar.

Una pequeña historia del amor verdadero

0

Una pequeña gran mujer, sintió la necesidad de resolver todas esas preguntas que rebotaban en su cabeza y se dirigió al lugar donde no creyó volver jamás, pero el amor había entrado en su corazón como nunca antes lo sintió, junto con una mezcla de diversos sentimientos; sentimientos buenos, y sentimientos malos.

Caminó bastante hasta ver que al fin podía a la distancia distinguir esa vieja choza de barro, donde paso los días más tristes de su vida, pero esta vez sería diferente, ella ya no era una niña y se sentía valiente, nada de lo que estuviera en ese lugar le podría causar daño alguno.

 Toco la puerta, tomo la manilleta y abrió muy despacio; sigilosamente, como si supiera que algo detrás podría causarle daño. 

 – Por fin después de tanto tiempo estas aquí, yo lo sabía, vaya que si lo sabía, sabía que un día por una u otra razón regresarías.

(Era una vieja anciana con aspecto muy acogedor, blanca pelo bastante largo y suelto, unos ojos vivos que te despertaban ternura, vestía una bata azul claro y un delantal ocre, estatura baja)

– Si sabias que regresaría, porque no están mis fotos, mis libros, mis cosas… ¿qué paso con ellas?

– Pero niña sin más preámbulo, dime ¿cuál es la gran causa para tu regreso?

– Ya no soy una niña, soy una mujer, pero en fin, vine porque tengo la curiosidad de saber algo que no me sale de mi cabeza… Conocí a alguien hace unas semanas… (Titubeaba un poco la voz, sus ojos se iluminaron cuando comenzó hablar, como si en su mente ella estuviera reviviendo aquel día en que se topó por primera vez con el amor)

– Ahora entiendo, no hay otra cosa, no hay otra fuerza más grande que la del Amor mismo, solo algo tan inmenso podría haberte hecho regresar.

– Pues yo le llamo reacción química bipolar.

– Llámale como tú quieras, pero dime pronto ¿qué deseas saber sobre todo esto?

 Polet le miro fijo a los Ojos y tomó de las manos a la anciana, y con firmeza le replico:

– Creo estar enamorada, pero quiero saber si es bueno… ¿quiero saber si es el indicado?

No me quiero equivocar, quiero estar completamente segura, pues mis miedos más profundos se despiertan al saber cuánto he sufrido, cuanto me han dañado, cuanto he soportado y aún así vuelvo a sentir amor, vuelvo a creer y a confiar en un ser que no conocía, en un extraño, un desconocido, porque ni la vida misma bastará para conocerle.

– Mi niña tu sola te estás dando las respuestas, no tenías que venir hasta aquí para descubrirlo, en efecto nunca llegarás a conocer por completo a una persona, pero si dejas que tus miedos predominen en tus actos, nunca podrás descubrir hasta donde podrás llegar, así que, sé libre de pensar y actuar como desees, sé libre y sé feliz.

 – Abuela, creí que me darías una pócima, que revisarías en tu bola de cristal o que me tirarías las cartas… (Viéndola con ojos saltados y un poco agitada del pecho)

– No mi niña, no mi Polet (se lo dijo con voz muy lenta y suave, abriéndole la puerta como para despedirla) escúchame bien, ni la bruja más buena podría ayudarte en los embrollos del amor, porque el amor es tan fuerte, es algo fuera de este mundo, es genuino, y en tus ojos veo que lo que sientes es real, así que vete y lucha sola para darte cuenta de lo fuerte que eres, después de todo lo que soportaste aquí, estas preparada para nunca morir…