El día que te dejé volar lejos de mi

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Hay muchos tipos de adiós, pero el que más duele es aquel que no deseas decir, sin embargo, las circunstancias te terminan obligando… como en nuestra historia.
Paulo Coelho escribió:
¨Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre y un segundo gran amor que perderás, alguien con quien naciste tan conectado que las fuerzas de la química escaparán de la razón¨.
Fue muy duro decidir cuál de los dos amores serías tú.
Dejarte volar ha sido lo más duro y difícil que he hecho, no solo mi corazón se hizo trizas ese día, ese día también marcó un antes y un después en mi vida.
Estuve en guerra conmigo misma, no tienes idea de las veces que me replantee si estaba haciendo lo correcto.
A diario hacía un esfuerzo sobrehumano para no derrumbarme… más, mientras que por dentro me encontraba rota y un tanto sin vida.


Finalmente, el tiempo me hizo ver cuán necesario era poner distancia entre los dos, porque aún tenías tanto que aprender del amor que, de quedarme, nunca lo hubieras aprendido.
Sabes… no hubo día en que no mirara nuestras fotografías, los vídeos que te hacía con el afán de molestarte y que al final nos sacaban un montón de sonrisas, no ha habido día en que no recuerde y eche de menos todas las locuras que hicimos, los lugares a los que fuimos, las noches que compartimos y pienso, ¿cuán ciego puede estar alguien para no darse cuenta que las acciones que está realizando lo harán perder a quien más le ha amado?
Siempre tuviste la opción de actuar distinto, de ser menos duro, menos frío, menos insensible, siempre te di la confianza para quitarte esa coraza impenetrable, yo quería conocerte realmente, pero tú no quisiste o no pudiste, no sé si eso haga alguna diferencia, el punto es que tu frialdad me empezaba a congelar, no podía permitir que continuaras así, helándome mientras mis lágrimas te suplicaban calidez.
Estoy segura de que algún día volverás a escuchar de mí y descubrirás que no paré mi vida por nadie ni tampoco me mueve el piso cualquiera, entonces te preguntarás porque contigo fue tan distinto pero para ese entonces, ya habrá pasado tiempo desde que decidí marcharme, un adiós que fue necesario porque uno jamás es consciente del valor de las cosas o de las personas hasta que las pierde.


Tenías una forma muy extraña de quererme, más extraña aún era la forma de demostrarme tu amor, pero me querías, lo sentí de muchas formas distintas, pero el amor no siempre es suficiente para continuar. Aun tenías muchas cosas por aprender y yo no podía seguir haciéndote el camino fácil, porque al evitar que te equivocaras o lastimaras, terminaba hiriéndome yo, eres el único capaz de ir tras todas las respuestas a tus interrogantes sobre la vida y tengo la certeza de que lo harás cuando estés listo, finalmente de eso se trata la vida, de aprender, de tropezar, de levantarnos, de evolucionar.
Algún día me entenderás, entenderás lo que había tras mis lágrimas y comprenderás porque te dejé volar aun cuando te amaba con cada centímetro de mi piel, pero hasta entonces sé que continuarás pensando que soy la peor, alojarás mi recuerdo en ese baúl de personas indeseables que todos tenemos en la mente y en el corazón pero habrá días en que me saques de paseo, al menos para convencerte de que estoy en el lugar correcto aunque en el fondo de tu corazón sepas bien que no es así o al menos quiero pensar que con dejarte volar te di la prueba más grande de amor que no te darán jamás.

El día que te dejé volar… una parte de mí se quedó ahí, contigo.

Escrito por: Stepha Salcas
© ᴅᴇʀᴇᴄʜᴏs ʀᴇsᴇʀᴠᴀᴅᴏs
LIBRO A LA VENTA ¨LA VIEJONA AGRIA: AMAR EN TIEMPOS DE COBARDÍA¨.