Inicio Blog Página 6

Carta de un idiota

Permanezco aquí, con tu lado de la cama vacío y las luces todavía encendidas. Suelo perderme con la mirada al techo, fumando recuerdos y bebiendo promesas. He intentado llamarte, pero no respondes, al parecer has logrado estar bien sin mí; creí que eso no sucedería.

Cometí muchos errores y no sabes cuánto me arrepiento. Me arrepiento de no haberte hecho saber cada día lo hermosa que eres, de no tomar tu mano mientras caminábamos ni robarte besos al caer el atardecer. Lamento tanto haber volteado a ver a otras mujeres cuando ninguna de ellas podría jamás haberse comparado contigo.

Y, sobre todo, lamento haber hecho que dudaras de mi amor por ti, de haber perdido tu confianza y hacer que derramaras lágrimas por mis tontas acciones. No supe cuidarte, no supe ser lo merecías y me da tanto miedo pensar que alguien más que sí sepa serlo, te enamore más de lo que pude hacerlo y entonces te pierda para siempre.

¿Qué puedo hacer para que vuelvas? No digas que todo está perdido. Sé lo mucho que me quisiste y ese cariño no podría morir tan pronto. Quiero arreglarlo, quiero darte todo aquello que esperaste de mí, quiero mirarme de nuevo en tus bonitos ojos y que no vuelvas a dudar de lo que siento. Déjame demostrarte que de verdad te quiero.

Sé que no será fácil volver a confiar, pero estoy dispuesto a poner lo mejor de mí para que funciones esta vez y no quepa ninguna duda en ti. Por favor, no me quites la oportunidad de besarte y abrazarte una vez más, no me dejes que con todas estas ganas que tengo de quererte mejor, de quererte bien.

Si lees esto, házmelo saber. Esperaré con ansias cada noche y cada día por tu respuesta. Esperaré el tiempo que sea necesario con tal de poder volver a tenerte conmigo al despertar; valdrá la pena cada maldito segundo. Sé que también me extrañas, que también deseas dar una oportunidad más a lo nuestro. Por favor, amor mío.

Atte. El idiota que te perdió.

 

Escrito por: Mayeli Tellez

Cuando éramos niños

Queríamos tener todos los superpoderes y construíamos con sábanas y almohadas nuestros propios fuertes de guerra. Cualquier objeto en casa podía transformarse en múltiples herramientas, dependiendo del juego que eligiéramos; y por un momento olvidábamos que se trataba de un juego, sentíamos que todo era real.

Todos eran nuestros amigos, bastaba con una sonrisa y un “hola” para pasar el resto de la tarde jugando con un niño que apenas conocíamos. Quedábamos con las mejillas rojas y los zapatos sucios, con el cabello despeinado y la ropa hecha un desastre, y realmente no importaba, porque nos habíamos divertido enormemente.

Lo más simple nos asombraba y hacíamos preguntas sobre cada cosa que nos resultaba curiosa. Creíamos en seres mágicos y criaturas extrañas, también en fantasmas y esta era la excusa perfecta para dormir acurrucaditos con nuestros padres. Comíamos golosinas cada que teníamos oportunidad y las travesuras no podían faltar.

No teníamos idea de todas las responsabilidades que vendrían al pasar el tiempo, y que estas mismas harían que olvidáramos lo maravilloso que es vivir. En algún momento comenzamos a desear ser mayores, ignorando que estábamos en una de las etapas más hermosas, siendo realmente felices sin saberlo.

Poco a poco comenzamos a notar que todo estaba lleno de defectos, que las cosas no eran tan fáciles como alguna vez creímos. Descubrimos lo que era tropezar en la vida y que no se arreglaba con que mamá acariciara nuestras rodillas. Vimos que había muchas personas que no creerían en nuestros sueños como lo hacíamos nosotros, y que ya no era tan fácil hacer amigos como alguna vez lo fue.

Pero ¿qué pasó?, simplemente era parte de crecer o el resto de las personas metieron esas ideas en nuestra cabeza. Sea cual sea la respuesta, siempre habrá manera de lograr ver las cosas de una forma diferente. Nunca estará de más brindar una sonrisa a un desconocido, dedicar una tarde para las personas que amamos comiendo chatarra y diciendo tonterías, permitir que la naturaleza nos asombre y mostrarnos curiosos a todo lo que nos rodea.

No permitamos que la rutina nos haga olvidar que somos felices con lo que tenemos: vida.

Escrito por: Mayeli Tellez 

Dedicado a la persona que me hizo tan feliz, pero también me lastimo como nunca nadie lo había hecho

0

En el momento en que permaneciste en mi vida yo era la persona más feliz de este mundo porque en ti encontraba todo aquello que yo tanto buscaba. No sabía como expresar lo importante que eras para mí y lo mucho que te amaba. Estoy segura que en ese momento estaba dispuesta a entregar lo que fuera, hacer lo que fuera necesario para hacerte feliz. En ese momento no me hubiera importado perder hasta la misma alma con tal de que ese momento no terminará jamás. Lo único que quería en ese momento era detener el tiempo para poder permanecer a tu lado por todo lo posible porque sabía que si llegará a perderte de mi vida no sabría que es lo que pudiera hacer sin ti. Gracias a que el tiempo paso pude comprender que vivía en una fantasía que no podía notar con todo el amor que tenía por encima.

No sabía que sería de mi mundo si yo no te tendría a mi lado; no podía imaginar mi vida sin ti porque te habías convertido en algo que me hacía falta para poder seguir adelante. Lo peor de esta historia es que no podía notar lo perdida que me encontraba porque el amor lograba cegarme y no me permitía ver lo que realmente pasaba con nosotros dos. Fue lamentable el darme cuenta de todo el tiempo que había perdido pretendiendo que todo estaba bien porque me encontraba con la supuesta persona con la que pasaría el resto de mis días, porque eso era lo que yo quería. Yo quería poder pasar el resto de mi vida contigo porque pensaba que eras el hombre de mi vida, alguien diferente, todo eso que había buscado desde hace tanto tiempo y en un solo momento de mi vida se presenta para hacerme feliz de por vida. Después, pasa el tiempo y comienzo a ver que las cosas no eran como lo pensaba, que las cosas no sucederían conforme a lo que había planeado.

Me dolió darme cuenta de las cosas habían terminado entre tú y yo. En un principio de tu partida sentí que mi mundo se derrumbaba, que ya no podía ni quería seguir más porque se habían ido mis fuerzas de seguir junto contigo, porque estaba tan erróneamente cegada que no me podía dar cuenta que en realidad me hacías daño, que todas las ideas e ilusiones venían solo de mis deseos, pero nunca de un fundamento dentro de la realidad.

Sigo esperando a olvidarte y poder encontrar a una persona que pueda tomar tu lugar por fin y hacer que l dolor desaparezca para siempre. Sigo aquí a pesar de que sé que no vale la pena seguir esperando en el mismo lugar, a pesar de que sé que no volverás porque no vale la pena hacerlo, por más que me duela, por más que lo desee ambos sabemos que lo mejor es que estemos de esa manera, separados, porque quizá sea lo correcto, porque quizá así esta escrito para ambos y solo no quería aceptarlo.

Al fin y al cabo no fuimos ni seremos nada

0

Regresando a aquellos días en los que estabas en medio de mi vida puedo comenzara notar toda la hipocresía que había entre nosotros, todas esas mentiras que estaban en medio y no día darme cuenta en aquel momento cuando estabas a mi lado; aún no sé por qué, no entiendo por qué seguía tu lado sin darme cuenta de que todo lo que había entre nosotros era una farsa, era algo forzado que nos hacía seguir adelante sin amor y solo una costumbre y compromiso que nos obligaba a seguir estando juntos sin pensar en nuestra felicidad, sin pensar en todas esas cosas que podíamos hacer sin perder el tiempo mientras seguimos fingiendo en tener amor y algo que nos conectará. Quizá el pretender algo enfrente de los demás nos hizo una costumbre de despertar, vernos y soportar aquella mentira.

Los demás no lo sabían, no sabían lo que realmente había entre nosotros porque pretendíamos una realidad que ambos sabíamos que no existía, en la que ambos interpretábamos un papel que en ningún sentido lograba demostrar quien éramos realmente.

En un principio todo estuvo bien, creíamos en el amor y nos intentamos amar y demostrar lo feliz que éramos el estar juntos, peor con el tiempo toda la relación comenzó a deteriorarse. No sé, no sé quien fue quien comenzó esta mentira. No puedo culparte solo a ti porque estoy consiente de que ambos tuvimos que ver con esto, ambos tuvimos que ver con comenzar esta farsa que al final nos hizo cambiar y nos hizo pensar en que portamos seguir pretendiendo amarnos hasta el final ignorando y deshaciéndonos de la idea de ser feliz cada uno en su camino.

El tiempo nos llevo a ver nuestra realidad, a ver el enfado de nuestros corazones soportando el estar con una persona con la que ya no sentimos nada, sabiendo que era reciproco, que ninguno de los dos podía amar al otro porque todo había pasado, porque ambos dejamos que la relación decayera uno hicimos nunca nada para recuperarla, demostrándonos que realmente no era amor el que sentíamos, demostrándonos que ninguno saldría dañado si rompíamos y simplemente seguiríamos nuestros caminos sin pensar de nuevo en el otro. Ambos sabíamos que estábamos perdiendo el tiempo, pero ninguno de los dos hacía nada para resolverlo, ninguno de los dos hacíamos que las cosas mejorarán porque no había compromiso y todo era una costumbre y decidíamos ser tan hipócritas que seguir nuestra propia felicidad. Pero el tiempo todo lo soluciono y por fin hizo algo en nosotros para demostrarnos que esa rutina tenía que terminar, que el despertarnos al lado del otro ya tenía que acabar porque no éramos felices y que no valdría la pena pretender algo por los demás siendo cada vez más infelices.

El tiempo pasó y terminó la historia como tenía que terminar, separándonos y dejando por fin esa vida que ambos deseábamos que terminará. Ahora cada uno tiene su propio camino y ambos sabemos que fue lo mejor, vivir nuestra vida sin el otro pero aprender en el camino a ser amigos de nuevo sin mezclar sentimientos forzados y mentiras que nuca terminarían.

Te quiero, pero me amo

Cierro los ojos buscando respuestas, tratando de entender en qué momento vale la pena seguir luchando y en qué otro momento es mejor que todo quede por la paz. He puesto tantas excusas para no soltarte, que terminé fallándome. Y aunque no logre sentir con nadie esto que siento contigo, debo hacerme entender que nada es eterno.

No ofrezcas disculpas, no pidas oportunidades; sabes perfectamente que odio la absurda idea de pretender enmendar todo con una simple palabra. No digas que soy lo mejor, que no me has valorado; si estuvieses consciente de ello, esto no estaría pasando. Y sé que no es sólo culpa tuya, es por eso que tampoco quiero esto para ti.

Has llegado a conocerme tanto, que te volviste parte de mí. Da miedo pensar en regresar a aquella vieja rutina en la que no estabas tú, sin embargo, es tal vez lo que ahora necesito. Suelo tratar de deshilar cada situación que resulta importante para mí, que incluso he llegado a enredarme entre mis propias ideas. Ahora tan sólo quiero dejarme fluir.

¿Esta situación es justa para ambos? ¿en qué medida estoy dispuesta a permanecer aquí, sabiendo que las cosas continuarán como hasta ahora? Si las personas suelen ser así: cambian cuando algo está el peligro, pero una vez que todo se estabiliza, continúan siendo quien eran.

Siempre repites que para mí sería demasiado simple marcharme, pero no lo es; si lo fuera, desde el primer error yo ya no estaría aquí. Si fuera tan simple para mí cargar nuestra espalda de recuerdos y después correr a dirección contraria, mi consciencia no estaría reprochando el no haber tratado lo suficiente; pero ¿realmente no traté?

Te quiero tanto que probablemente jamás tengas una idea de cuánto ¿no lo demostré? ¿acaso quieres más? No podría dar más para que después termines creyendo que todavía no ha sido suficiente. No podría dejarme creer que al final ha sido todo por mi culpa, que el problema es sólo mío, que termino siempre arruinando todo lo que de verdad me importa.

Te quiero, pero me amo. Me amo tanto, que no puedo permitirme estar rota una vez más.

Escrito por: Mayeli Tellez

¡Oye! … Te extraño

0

Quisiera poder estar en estos momentos a tu lado y poder decirte lo mucho que te extraño. Quisiera poder tener el tiempo en mis manos y en mi corazón para retratarlo hasta el momento en el que me encontraba cerca de ti y era feliz. La época en la que estuve compartiendo mi vida contigo fue una de las épocas más felices de mi vida y a decir verdad no me arrepiento de nada de lo que paso entre tú y yo en aquellos tiempos, porque desde el momento en el que te conocí sentí que eras tú esa persona que había estado esperando por tanto tiempo. El día en el que te conocí di cuenta que si existía una persona en el mundo que podría complementarme y darme todo lo que un día soñé.

Pero sin poder evitarlo llego el día en el que te fuiste de mi lado. Ese día fue un infierno para mí porque no encontraba la salida, porque no sabía como seguir adelante sin ti, porque pude ver como mi mundo se cerraba enfrente de mí sin poder hacer nada, sin poder decirte que no te fueras porque tau ya habías tomado la decisión de irte. Por las noches mientras la soledad me atacaba y los recuerdos me hacían llorar de nuevo, comenzaba a pensar en la posibilidad de poder seguir adelante, pero es que fue tanto tiempo en el que no me vi sin ti a mi lado, que cuando llegó ese momento no supe que hacer o que pensar, lo único que sentía era como mi corazón se destrozaba por dentro porque tú ya no estarías en mi vida.

Sé que tengo que decirte adiós, pero es demasiado difícil para mí separarme de ese hombre que por tanto tiempo alimento mis ilusiones con promesas y con ideales a futuro que haríamos juntos. El tiempo sé que pasará y quizá sea él quien me permita poder seguir adelante a pesar dique tú no sigas a mi lado; quizá sea él quien me ayude a superar la idea de que ya no estarás más aquí a mi lado.

Intenté recuperarme y cuando pensé que lo había logrado me di cuenta que era imposible poder sacarte de mi corazón, que el sentimiento solo por un momento había entumido el dolor para que no me diera cuenta de lo mucho que sufría mi corazón, pero después de nuevo volví a sentir ese vacío en el pecho que no te deja dormir, que te roba el sueño y te mantiene despierto pensando en todas esas cosas que ya no haré a tu lado para de nuevo comenzar con el dolor dentro que no te deja seguir adelante.

Pensé que lograría olvidarte y que en algún momento de mi vida diría que fui una tonta en pensar que tú serías el amor de mi vida, pero no fue así, sigo extrañando y con más fuerzas. Quisiera estar a tu lado y demostrarte que nada a cambiado dentro de mí.

Que esto no sea pasajero, mejor que dure una eternidad

0

Una eternidad a tu lado es lo único que deseo con toda las fuerzas de mi alma. Quiero que esto sea eterno, que no encontremos el fin y que ambos estemos constantemente luchando por este amor que nos une, por este amor que ambos sabemos que se ha metido en nuestro cuerpo y que navega por nuestras venas, llevando vida a nuestros latidos, para al final poder llegar a la conclusión de que ahora vivimos el uno para el otro y que no podremos seguir una vida separados porque nos hemos hecho indispensables para nuestras vidas.

Agradezco al cielo por ponerte en mi camino y demostrarme que el amor existe, demostrarme que la vida tiene preparado para ti cosas impresionantes que al llegar a tu vida hace que la tristeza que te absorbe de todas esas cosas que en ocasiones no entiendes el porqué llegaron a tu vida, hacen que se hagan mínimas y comprendas que todo tiene un porqué y que todas esas cosas tristes fueron necesarias para aprender a seguir adelante a pesar de los problemas, para crecer y después aprender también a valorar todo lo que te rodea.

El día que llegase a mi vida sabía que eras planeado para mí, que estabas en mi vida porque era como algún tipo de recompensa y es por eso quedo quiero que nunca esto se vaya, que nunca llegues a irte de mi vida porque las cosas que me has dado, todas esas cosas que has atraído a mi vida son cosas que no conseguiría si tú en algún momento te fueras de mí vida. Deseo que sigas aquí porque tu quieras seguir estando aquí y nunca porque sientas algún tipo de compromiso de seguir aquí.

Quiero que ambos luchemos siempre por permanecer juntos. Quiero que luchemos siempre con todas esas barreras que quieren envolvernos para alejarnos y al final volver a la soledad, y conocer el dolor que llegaría a sentir si llegarás a irte. Tenemos que seguir adelante y quiero que por una eternidad ambos estemos para el otro y que siempre sigamos empujándonos y siendo ese auxilio que siempre esta a lado cuando nos necesitamos. Soy muy feliz a tu lado y eso tienes que saberlo por siempre, nunca lo olvides y ayúdame a nunca yo olvidarlo. Ambos sabemos que necesitamos estar juntos porque nuestras vidas nunca volverían a ser lo mismas.

Todos lo días, por la mañana agradezco poder estar a tu lado y me llena de felicidad saber que tú sientes lo mismo por mí. Gracias por demostrarme día con día que las cosas estarán mejor si permanezco a tu lado. Gracias por darme el consuelo que nadie más podrá darme nunca y demostrarme siempre con hechos que estás aquí y que no me dejarás porque hay amor verdadero. Ahora solo nos queda seguir adelante a pesar de todo y de todos, a pesar de lo que se presente y ser capaces de seguir protegiendo nuestro amor hasta el final de nuestras vidas, intentando alimentarlo cada día para que nunca nadie ni nada pueda separarnos.

 

Deseo que mi futuro sea solo a tu lado

0

En ocasiones las palabras sobran porque lo único que es importante y relevante es el sentimiento que uno siente en lo más profundo del alma. En ocasiones no sabemos como explicar cosas tan extraordinarias como el sentimiento tan fuerte hacia una persona, porque no puedes ni siquiera creerlo tú mismo. No comprendemos la grandeza del amor y como es que de la nada, una persona que no significaba nada para ti se ha convertido casi tan importante como el aire que nos permite seguir vivos. Es difícil comprender como una persona puede ser tan indispensable en tu vida y llegar al punto de no saber qué podrías hacer si esa persona en algún momento se desintegrará de tu vida. Solo sabemos que existe un miedo de perderla, que sabes que existe una pequeña posibilidad de que se vaya de tu lado, pero no sabes que es lo que debes hacer para seguir con esa persona que tantos momentos te ha regalado, que tanto te ha demostrado.

Antes de conocerte; antes de entender que ya no podía vivir sin ti, mi vida era completamente diferente, porque fuiste tú quien le trajo color a mi vida, ganas de seguir adelante y ahora eres la única persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, con la única que deseo pasar ese futuro que aún esta en las sombras. Quiero que lo sepas, quiero que sepas que eres tú a quien amo, a quien quiero en mi vida y a quien no soportaría perder y dejar de disfrutar tantos momentos tan mágicos a su lado. Te quiero a ti, solo a ti.

No quiero ni siquiera imaginarme en el dolor que podría sentir si tú algún día te alejas de mí, si tú algún día decides dejarme de amar, sentir todo eso que tanto me has demostrado día con día. Tengo miedo de que un día todo lo que vivimos simplemente se convierta en una rutina, algo pasajero y aburrido, que, al fin de cuentas terminará algún día. No quiero que un día me saques de tu corazón y me convierta en una persona simple para ti, una persona como cualquier otra; quiero ser especial para ti siempre, que sepas que no habrá nadie más que puedas tener a tu lado como yo; quiero que pienses que jamás podrás sustituir el amor y cariño que yo te doy. Por este miedo que siento al pensar una posible separación, te pido, que vengas, que me abraces y me hagas sentir tan tuya, tan eterna en tus brazos y que a mi oído me hagas saber todo lo que sientes en tu corazón por mí, sin mentiras, todo lo que sea dicho que sea con el corazón en la mano.

Por último, quiero que sepas que te agradezco por todos esos momentos que me has regalado, todos esos momentos que me han hecho tan feliz y me han hecho darme cuenta de que el amor verdadero aún existe, y que aún existe la posibilidad de encontrar a esa persona que siempre te complementará.

Odio estar tan lejos

Probablemente tomas otras manos y dedicas suspiros a otros labios. No te culpo por querer comenzar de nuevo sin mí. Quizá estás logrando sacarme de tu mente como yo he querido hacerlo, aunque por mi parte, no he tenido demasiado éxito. Jamás te ha gustado estar solo y no ha hecho falta que lo digas, tus acciones siempre han hablado más que tú.

También borré tu número para no caer en tentaciones, también fingí que nada de esto me importaba y que esta distancia no me partía el alma. No te juzgo por presumir a todos lo feliz que eres, ni por demostrar el poco interés que había sobre todo lo que vivimos. Estas en tu derecho de pensar que no fui nada para ti.

Y digo pensar, porque aunque de pronto me haces dudar, regreso a estar segura de que al menos una partícula de mí se quedó en tu pecho. Es imposible desechar tanta historia y tantas cosas vividas en tan poco tiempo. Es imposible haber mentido tan perfectamente cuando me mirabas a los ojos y decías cuánto me amabas.

image

Me duele no poder correr hasta la puerta de tu casa para que al mirarme, te des cuenta de que no es así de fácil. Quisiera tenerte de frente para que te atrevas a decirme a los ojos que esto ya no te importa, que no fui nada y que haz encontrado a alguien más; quisiera que la garganta no se te quebrara ni tus ojos se inundaran, y sólo entonces me marcharía sin nada que decir.

Pero estoy tan lejos, que sólo he podido recrear escenas en mi mente sobre lo que podría ocurrir. Al cerrar los ojos, me doy cuenta de que no te extraño menos pero el orgullo me come más. Ha sido difícil imaginarte reflejado en otra mirada, y aunque sé que todavía me piensas, me carcome la idea de saberte cada vez más lejos, como si estos kilómetros no fueran suficientes.

Te quiero conmigo, y sé que posiblemente jamás leerás esto, es por ello que espero que estés tan seguro como yo, de que aún te pienso… que aún nos pensamos. Posiblemente este no es nuestro tiempo y deberán pasar muchas otras cosas en nuestras vidas para estar listos cuando nos encontremos nuevamente.

Intentaré no olvidarte, aunque ahora sea lo que más deseo.

Escrito por: Mayeli Tellez 

Tuve que dejarte ir, No eras para mí…

Cuando las personas quieren cambiar lo hacen a toda costa, y más si es por amor a una persona, en mi caso mi novio no decidió cambiar y yo no era ningún motivo para hacerlo cambiar de decisión. Todo era color de rosa al principio, éramos una pareja con muchas cosas en común; nos gustaba; salir a divertirnos, ir a la playa, al cine, hasta ver el futbol juntos, pero cuando teníamos diferencias ahí cambiaba todo lo bonito de la relación a todo estar completamente malo, el y yo éramos muy tercos y orgullosos, discutíamos mucho, pero yo al final me calmaba y le aceptaba lo que dijera para mantenernos tranquilos y no pelear tanto todos los días.

Y así todo fue cambiando, ahora siempre nuestro noviazgo era así, cada vez más teníamos muchas diferencias que no habíamos notado. Pero las discusiones se tornaron mas intensas cuando me fui a vivir con él, lo pude conocer como era realmente, ya nada era color rosa y ahora todo era gris, podíamos estar un día felices y al otro día discutiendo, amargados y sin ganas de estar juntos.

Hasta que un día le dije «mi amor, vamos hablar,  ya nuestra vida no puede seguir así, tenemos que cambiar ya no podemos seguir discutiendo a cada rato porque no va a funcionar nuestra relación, o cambiamos o nos separamos”, y el respondió diciendo: » yo soy así y nadie me va a cambiar, desde que naci soy así y aunque sienta amor por ti no voy a dejar de cambiar”. Yo me sentí decepcionada y muy triste, la verdad estaba esperando otra respuesta, quería escuchar que “si iba a cambiar” que el me amaba y que lucharía por nuestro amor cada día y ya no hubiese tantas discusiones ni gritos.

Yo solo opte por darme por vencida, y lo deje ir porque en la vida no podemos cambiar a nadie, cada quien debe saber si esta mal lo que hizo o que debe cambiar y el no quiso hacer nada por cambiar, pero la vida le enseñara que debe cambiar. Otra cosa que también se, es que alguien  vendrá y me amara completamente a mi, y si hay que cambiar lo haremos los dos juntos, complementándonos y conociéndonos muy bien, dejando los prejuicios y errores de los dos para amarnos eternamente.

Adiós… comienzo una mejor vida sin ti 

0

Fue mucho tiempo el que me tomó decidir tomar mi propio camino, porque el amor que siento por ti me lo impedía. El amor me cegaba y me hacia soportar estar a tu lado a pesar de que yo sabí­a que todo habí­a cambiado entre tú y yo. No querí­a explicaciones, no quería saber que era lo que pasaba contigo; que era lo que pasaba con ambos. No me importaba saber en que momento habí­amos dejado que nuestra relación se deteriora y nos rompiera lo que un día fuimos, lo que un día seriamos; porque ese futuro que un dí­a planteamos juntos.

Ahora me siento confundida, no sé que es lo que tengo que pensar de todo el tiempo que estuve a tu lado, de todas esas cosas que me dijiste y que me diste durante nuestra relación. Todas las cosas tan bonitas que me prometiste ahora no sé si fueron verdad, ahora no sé si todo eso lo decí­as desde el corazón. Ya no puedo seguir con alguien con el que la confianza se ha roto, con el que no estoy segura si me dice la verdad o miente mientras se burla de mí. No quería hacerlo, esa es la verdad; al contrario, quería aferrarme a ti, a un amor que ahora no sé si fue verdadero. Me siento tan estúpida al regresar mi mente a aquellos días en los que estudiemos juntos y me prometiste amor; me siento tonta porque ahora solo pienso en el hecho de que te burlabas de mí, mientras yo intenté darte todo mi amor, entregarte mi corazón, mi tiempo e incluso mis latidos.

Lo único que quería lograr era poder estar a tu lado por una eternidad, porque sabía y estaba segura que nadie podría tomar tu lugar en mi corazón. Después, solo el tiempo pasó y llegó este momento, al cual nunca pensé llegar, porque sabía que lo que había entre tú y yo eta lo mejor que me había pasado y que nada era un sueño, pero sobre todo, pensaba que nadie, nadie nunca podría separarnos; nunca pensé que sería tú quien rompería lo que una vez nos unió.

Quisiera todos los días al amanecer, abrir mis ojos y darme cuenta que nuestra separación solo fue un sueño y que no volverá, que se esfumo y que no habría marcha atrás. Pero cada día el dolor me recuerda que no es así, que nada es un sueño y por fin tome el valor para alejarme de ti. Ahora si puedo despedirme y decirte que me voy para comenzar una vida mejor sin ti, porque sé que la tendré, porque sé que cualquier otra vida es mejor, que estar a tu lado. Ya no lo soportaba, ya no soportaba estar entregando un amor a alguien que no lo valoraba; no lo soportaba y ahora me encuentro lejos de ti, siguiendo mi propio camino y encontrando una mejor aventura, una aventura que jamás encontré a tu lado porque tú simplemente no querías seguir viajando a mi lado, pero yo jamás me di cuenta.

Fuimos valientes

Nos conocíamos tan bien que terminamos siendo extraños. En unos cuántos pasos cambiamos tanto que ya no sabíamos qué era lo que nos mantenía ahí, intentando, lastimando, soportando. El recuento de los daños era cada vez más grande y nos faltaban armas para defendernos.

Creímos tanto en que lo nuestro era inquebrantable que terminamos por quebrarlo con nuestras propias manos. Y así de extraños somos los seres humanos, casi siempre hacemos añicos a aquello que nos importa o lo que nos mantiene vivos.

Y al menos en nuestro caso, probablemente fue lo mejor. Fueron muchos intentos sin buenos resultados, fueron muchas heridas queriendo ser sanadas cuando sólo necesitaban ya no ser tocadas. No sabíamos si parar o tratar un poco más.

Al final, fuimos valientes. Está de más averiguar de quién fue la culpa. Intentamos ser fuertes, intentamos dejarlo pasar y si acaso lo logramos, eso sólo lo sabremos nosotros mismos. Si el cariño sigue ahí o se ha vuelto polvo, no lo sabré de ti, no lo sabrás de mí.

Lo único que espero si algún día paso por tu mente, es que no te inundes de malos recuerdos. Espero haber dejado lecciones y aprendizajes que te permitan ser un poco mejor. Deseo que lo que vivimos, sea un referente para aspirar a todo aquello que soñamos, aunque ya no sea más nuestro

Es parte de vivir y agradezco cada momento, agradezco cada día en que creímos ser el uno para el otro y también cada día en que no nos soportábamos. Agradezco aquella historia que compartimos y que aunque la lleguemos a olvidar, permanecerá ahí en algún rincón de nuestros cuerpos.

Fuimos valientes por decir adiós, cuando aún nos queríamos tanto.

Escrito por: Mayeli Tellez