Inicio Blog Página 4

No quiero decir adiós

Las discusiones han pasado a formar parte de nuestra rutina, al igual que verte marchar sin decir adiós. El estrés invade cada esquina hasta sentir que no cabemos más en la habitación. En ocasiones intento arreglarlo y otras tantas se me va de las manos, me lleno de enojo y pienso en alejarme de una vez por todas.

He escuchado que es normal tener problemas en una relación, pero no sé a qué punto se convierte en algo dañino. Nuestra explosiva forma de ser ha chocado tantas veces que hemos llegado a decir y hacer cosas hirientes. No quiero que sigamos rompiendo límites y llegar a un punto sin retorno.

Te quiero, te quiero tanto que no me he sentido capaz de irme de ti y continúas preguntando que qué hago aquí. ¿Qué hago aquí? realmente no lo sé, pero sigo con la esperanza de las cosas mejoren. Y si no mejoran, me obligaré a abrir los ojos y reuniré las fuerzas necesarias para vernos partir a direcciones contrarias.

Soy tan feliz cuando olvidamos todo y permanecemos abrazados encima de mi colchón. En ese momento sólo puedo pensar en lo mucho que te adoro y en lo agradecida que estoy por tenerte a mi lado. ¿Qué nos pasa después? No entiendo. No entiendo cómo podemos pasar de un estado al otro y de pronto sólo queda el colchón.

Me lastima imaginarme sin ti, pero eso no significa que sea débil. Simplemente me acostumbré al calor de tus manos y al aroma de tu cuello. Me acostumbré a tu tierna mirada y tus palabras tan dulces. Me acostumbre a amarte y sentirme amada. Y sería muy difícil desprenderme de todo eso.

Pero, me lastimaría mucho más ver cómo todo aquello se transforma en escombros. Me dolería llegar al punto en que sean más los malos recuerdos y el falso orgullo. No quisiera que todo esto se transformara en una mala experiencia, de aquellas que no se quieren repetir, después de todo lo feliz que me has hecho.

No quiero decir adiós… no me hagas decir adiós.

Escrito por: Mayeli Tellez 

Sólo tú

Incluso las cosas más sencillas cobran sentido si siento tu respiración en mi hombro. Disfruto tanto quererte y tenerte cerca de mí. Me llena de alegría ver aquellas sonrisas que surgen cuando acaricio tu rostro y te lleno de pequeños besos, esperando que te rindan todo el día.

Mirarnos a los ojos mientras mis brazos te rodean, se ha convertido en una de mis actividades favoritas, al igual que contemplar las curvas de tus labios y envidiar tus cejas, jugar con tus mejillas y apretar suavemente tu nariz. Me gusta que perdamos el tiempo juntos y también que nos demos aliento para hacer algo más.

Amo la manera en que me cuidas y te preocupas por mí, el cómo me haces saber que crees en lo que soy y resaltas mis virtudes. Me encanta que nos conozcamos tanto y al mismo tiempo sepamos que todavía queda mucho por conocer, que sigamos sorprendiéndonos.

Y sobre todo, amo tu fortaleza, tu convicción y tus ganas de crecer. Amo el instinto de protección que siempre surge de ti para las personas que te importan. Que seas tan noble y tengas un gran corazón, por más que quieras hacerte el duro.

También amo que no sepas callarte cuando algo te parece injusto, que minimices tu miedo ante el resto pero confíes en mi a tal grado de contarme cada punto débil y cada temor. Adoro que encuentres en mí un apoyo y que seamos un soporte cuando las cosas van mal.

Gracias por respetar mis decisiones y mi forma de ver la vida a pesar de que en ocasiones no estés de acuerdo o puedan lastimarte. Por aceptar al ser humano que soy con todo y defectos, y aún así amarme. Gracias por ver más allá de mi piel y querer conocerme realmente.

Gracias por estar a mi lado, sin importar qué pueda pasar mañana.

Escrito por: Mayeli Tellez

Si no era «nuestro momento»…

No digas más, no hace falta. He escuchado suficiente de lo que intentas decirme y considero que no estas siendo sincero. Dejaste que pusiera muchos de mis sueños a tu lado y no te importó verme ilusionada. Ahora simplemente me pides ser amigos y hacer como si no hubiera pasado nada.

No digas que no quieres lastimarme, debiste pensar eso antes. Sabías perfectamente que esto iba a destrozarme ¿y cómo no? si también alimentabas cada chispa de esperanza, si me endulzabas la mirada y tomabas mis manos con fuerza… después, simplemente me soltaste.

Si tenías otros planes y “por ahora” yo no entraba en ellos, ¿por qué no lo dijiste desde un inicio? ¿por qué no me explicaste que veías nuestras metas por diferentes caminos? si ya no me veías como parte de tu vida, no debiste decirme que me amabas cada día.

Ahora quieres que yo te entienda, pero tú no eres capaz de ponerte en mi lugar. ¿Acaso tienes idea de cuánto llegué a amarte? como para simplemente desprenderme del futuro que construí contigo sin una lágrima en el rostro. Probablemente para ti sea fácil creer que seguiré esperándote a pesar de todo, pero las cosas no son así.

Y quizá tienes razón, no es nuestro momento y no eres lo que merezco. Sólo espero que tengas la fuerza para aceptarlo cuando me convenza a mí misma de ello. Espero que no te arrepientas al darte cuenta de que yo te quería de verdad y tú no pudiste cuidar el no hacerme daño.

Me alejaré, y aunque no te deseo ningún mal, tampoco esperes que seamos amigos. Realmente deseo para ti todo lo bueno y que logres cumplir aquello de lo que me has hablado.

Yo también construiré nuevos planes y llegaré tan lejos como siempre soñé.

Escrito por: Mayeli Tellez

El arte de soltar

No puedo culparnos por ser tan débiles, por ser tan quebrantables y atarnos siempre al pasado. Es parte de nosotros, es parte de la humanidad que guardamos en el pecho aunque a veces queramos desaparecerla. Nadie quiere ser vulnerable, nadie quiere dejarse afectar por las acciones de otros ni tropezar mil veces con la misma piedra por no aprender la lección.

Pero seguimos aquí, fallándonos una y otra vez como si el tiempo no nos estuviera comiendo. Seguimos buscando la felicidad que perdimos y no sabíamos que teníamos. Seguimos husmeando en viejos recuerdos para intentar sentir un poquito de todo aquello que se esfumó y culpamos a la vida por pasar tan veloz.

Nos amarramos a objetos, a momentos y a personas; probablemente este último es el más grave. Depositamos esperanza y sueños en manos ajenas y esperamos a que los cuiden como si también fueran suyos. No seamos egoístas y mucho menos inocentes, nadie tiene el deber de hacernos felices ni la obligación de cuidar nuestra pila de emociones para que no se desplome.

Es tan difícil cerrar los ojos y respirar profundo para exhalar los miedos. Es difícil dar las gracias y cambiar la página con emoción en la mirada. Ni hablar de la dificultad camuflada de decir adiós y de verdad alejarse, sin pensar en volver. Porque nos acostumbramos a aferrarnos a lo ya vivido para no afrontar el futuro difuso. Porque nos aferramos a fracasos pasados para no tener que enfrentar los retos que vienen. ¿En qué nos hemos convertido? pequeños humanos con manos desgastadas por no querer soltar.

Pero no es imposible, porque soltar no es olvidar, sino darnos la oportunidad de seguir adelante con nuevas lecciones aprendidas. Soltar no es fingir que nada ocurrió, sino aceptar los hechos y tomarlos como impulso para alcanzar todo aquello que creímos demasiado lejano. Soltar es la convicción de permitirnos ser verdaderamente libres y demostrarnos que la felicidad siempre estuvo en nosotros y no en el resto que nos rodea.

Probablemente, se trata de todo un proceso que requiere energía y verdaderas ganas. Ganas de descubrir todo aquello que nos falta, de pasear por nuevos caminos y enchinarnos la piel. Ganas de encontrarnos en otras miradas y explotar lo que llevamos dentro. Verdaderas ganas de mandar al carajo todo aquello que nos lastima y soltar… soltarnos.

Porque cuando aprendemos a soltar, en realidad nos estamos dejando volar a nosotros mismos. Y una vez que lo logres, ya no querrás volver atrás.

Escrito por: Mayeli Tellez 

Ya no espero nada de ti

Entre todas las personas a las que se puede mentir, no te elijas a ti. El autoengaño es el que causa más daños y siempre es descubierto. Al final del día no podemos mirarnos al espejo y hacernos creer que todo está bien, cuando nos estamos rompiendo por dentro.

Yo, por ejemplo, no puedo hacerme creer ni un día más que esto va a mejorar. No puedo mirarte a los ojos y convencerme de que todavía hay algo en ellos que es para mí. Has prometido tantas veces que todo mejorará y sólo ha logrado sorprenderme tu falta de palabra. Ya no jures más.

Después de darte tanto y luego darme cuenta de que tú no tenías nada para mí ¿qué esperabas? Las personas no pueden esperar por siempre, y no es por falta de amor, de hecho, es por amor propio. No podía seguir esperando a que recordaras lo importante que soy para ti, como alguna vez dijiste. Parece que los has olvidado.

¿Cuándo fue la última vez que nos dedicamos una tarde completa? solíamos olvidarnos del resto, mientras nos mirábamos a los ojos. ¿Cuándo fue la última vez que hablamos por horas, sin aburrirnos? y nos sorprendíamos de lo interesante y ameno de cada plática. ¿Cuándo dejó de ser tan emocionante el cruzar miradas? tomarnos las manos, juntar nuestros labios.

Insistí tanto en querer salvarnos, que las ganas se me desgastaron. Ya no espero tu llamada ni el mensaje de buenos días. Ya no espero un cumplido ni tu iniciativa para hacer algún plan juntos. Ya no espero ser tu prioridad ni tu pilar para salir adelante. Me acostumbraste al vacío, me acostumbraste a la nada, y luego de eso aprendí a avanzar.

Después de tanto tiempo, ya no espero que te des cuenta de todo lo que pierdes. Después de tanta historia, ya no espero que te arrepientas por cada momento que tiraste a la basura.

Después de tanto amor, ya no espero nada de ti.

Escrito por: Mayeli Tellez

Un punto final a un amor que no tiene más que contar

No regalaré mi amor a quien no sabe apreciar con madurez y detalle lo que realmente significa el amor. Ahora me acusas de insensible, de que soy una mujer fría y amargada. ¿Acaso no tengo derecho a expresar todo lo que ha guardado mi corazón durante años? Ya no seré lo que fui durante mucho tiempo a tu lado, cada quien tiene su límite y el mío mas bien se extendió, pero fue porque creía que de verdad me amabas.

Si me demoré o no en darme cuenta del daño que me estabas haciendo ya no me interesa, no quiero sumergirme en un mundo de melancolía porque de verdad no vale hacerlo por un hombre como tú. Si me di cuenta de quien eras realmente y que no eras la persona correcta para mi es lo que ahora celebraré y en lo que me enfocaré.

¿Cómo crees que podía seguir aguantando tanto maltrato? Y no me refiero a golpes físicos, sino al irrespeto frente a tus amigos, al no valorar cada detalle y trato que te daba, soy una mujer que al igual que todas merece respeto. Pero esto debe comenzar por nosotras, saber quiénes somos, y lo que valemos. Saber cuándo poner un stop a la relación, y un bozal a cualquier hombre si se pueden llamar así, que quiera menospreciarte ante cualquiera o en secreto.

Ahora que te dejé, que me fui de tu lado, continúas promulgando que soy una mala mujer, que nunca te amé por dejarte sin ningún remordimiento. Solo puedo pensar que no tienes nada de vergüenza, después de todo lo que me hiciste pasar deberías más bien de desaparecerte y reflexionar. Mientras a mí lo que me gustaría hacer es guindar una gran pancarta donde especifique tus característica y toda mujer este prevenida a no caer con un hombre como tú.

Y si tu mente aun no te da para comprender porque me fui de tu lado y estás buscando respuestas, simplemente mírate en el espejo y date cuenta de una vez por todas que necesitas ir a la escuela nuevamente y graduarte de hombre maduro. Simplemente no calificas para mí.

No quiero estar toda mi vida componiendo mi corazón una y otra vez y menos por un hombre que no sabe el trato que se le debe dar a una mujer. El respeto debe ser mutuo, no solo de uno solo y mucho menos donde el otro es menospreciado. ¡No amiga! ¡No te dejes! Ante un hombre así es mejor huir, ponle punto final a ese hombre cobarde que no sabe lo que es amar de verdad.

“Quiérete, valórate, respétate y dale tiempo al tiempo para encontrar a un hombre que de verdad valga la pena y sepa respetarte y darte todo como un verdadero caballero”

Las personas que han experimentado las mayores tristezas en la vida son las que se esfuerzan más por hacer felices a los demás.

0

El otro día mencionaste algo que me llamo mucho la atención, decías que te sorprendía mi manera de ser, comentaste que sorpresivamente para ti soy una mujer que trata de hacer felices a los demás, y que cuando me conociste creías que sería más bien lo contrario, supiste de las cosas terribles por las que pasé y esperabas encontrarte a alguien amargada con la vida, a alguien contaminada por el odio, invadida por la envidia de ver a los otros felices, pensabas que yo sería alguna clase de víctima o aquella damisela en apuros que necesitaría que le repararan el corazón.

La verdad me dio un poco de gracia escuchar esas declaraciones así de repente y no supe que contestar, más tarde en mi casa, estaba tratando de conciliar el sueño cuando recordé aquella conversación que tuvimos, y quise profundizar un poco sobre el porque te habías imaginado que yo sería así, me puse a pensar en algunas mujeres que pasaron por situaciones similares y vi que la manera de reaccionar de cada una era algo diferente, a pesar de habernos enfrentado a situaciones muy similares.

Yo conozco bien a algunas de ellas, “dicen que Dios los hace y ellos se juntan”, he platicado con ellas a detalle sobre lo que les paso, sobre lo que sentían, lo que se decían a si mismas y obviamente me he dado cuenta que han hecho con sus vidas cada una de ellas, creo que la diferencia más marcada entre aquellas que continuamos con una vida “más normal”, radicaba en que nosotras no esperamos que esa persona regresara, lloramos, maldecimos, sufrimos e incluso nos deprimimos todo lo necesario, pero después dejamos ir aquella desgracia y continuamos, sin esperar nada de aquella persona que nos hizo daño.

Mientras que la otra mitad vivían maldiciendo a aquellos que les lastimaron, igualmente sufrieron, lloraron, se deprimieron, pero nunca pudieron soltarse de aquella relación, seguían sujetando esos recuerdos evocándolos en cada momento, de alguna manera esperaban volver a aquellos hombres solo con el fin de decirles todo lo que habían guardado durante todo ese tiempo  y la mayoría no tuvieron ocasión de hacerlo o cuando lo hicieron fueron ignoradas por completo, al ver sus intenciones frustradas se amargaron, y el odio que almacenaron para una persona terminaron descargándolo con el mundo entero.

Creo que todos queremos a alguien que nos comprenda, pero en cuanto a esto, prefiero que nadie cercano pueda hacerlo, quisiera ser la única del mundo que hubiera tenido que pasar por eso, es quizás en base a ese conocimiento que quiero ser mejor persona para con los demás, porque en el fondo tengo miedo de poder lastimar a alguien como me lastimaron a mí.

Las mujeres usualmente vivimos nuestras emociones más a flor de piel, es por eso que cuando nos toca sufrir sufrimos más, y creo que al haber sufrido mucho, solemos procurar hacer felices a los demás, para que nunca sientan lo mismo que nos tocó vivir.

Autor: Sunky

Necesito un amor diferente, un amor exclusivo

Creo que ya ha sido suficiente para mí estar de un amor tras otro, repitiéndose el mismo patrón. La mayoría de los hombres que he conocido tienen la misma forma de amar y eso ya me tiene agotada, cansada y aburrida. Normalmente termino la relación porque no consigo dar en el clavo, no logro compactar con esa persona que debería moverme el piso, que me haga suspirar.

Veo como otras mujeres hablan de sus parejas de una forma muy diferente a lo que yo he vivido, y no sé si es que son conformistas o es que se han pegado la lotería. Puede también que yo sea una mujer perfeccionista y que esté buscando un hombre que no exista. Pero creo fielmente que para cada una de nosotras existe ese hombre ideal, en algún lugar estará y de eso estoy segura.

En mis relaciones pasadas pude experimentar el amor, a mi parecer fueron de dos maneras, y creo que esas son las que todos han experimentado. Esas dos formas las conozco como una forma de amar a la antigua y otra lo moderno.

¿Cómo es amar a lo antiguo? Bueno, ya sabrás que aún quedan esos chicos caballerosos, que todavía abren la puerta de los carros, que te dan los buenos días así tengan años de confianza, que te respetan con la vista y todo aquello, pero para mí son un poco aburridos, la mayoría son un poco anticuados, no son muy fiesteros y creen que tengo que permanecer con ellos por siempre porque si no sería un pecado.

Por otro lado están aquellos hombres a los que les digo que aman a lo moderno, que solo piensan en sexo, en salir con varias chicas y soltar a una tras otra, que no quieren compromiso de ningún tipo y son poco románticos. Digamos que estos tampoco me complacen, es decir quien quiere estar con un hombre que no te da estabilidad, que solo te quiere para ir a la cama y ya.

Pienso si en algún lugar existirá ese hombre atento, cariñoso y tierno que le guste salir a pasear, que le guste ir contigo a la cama pero cuando amanece aún recuerda tu nombre y que quiere estar contigo siempre, pero sin hacerte sentir que le perteneces. Ese hombre que te hace sentir libre pero que te necesita en su vida porque no puede vivir sin ti. Que no tiene ojos para otra si no solo para verte a ti.

Necesito ese amor exclusivo para mí, es una combinación de lo que estoy acostumbrada a ver. He decidido darme un tiempo y conocer bien a los hombres antes de dar un paso del que luego me arrepienta, tropezarme con la misma piedra ya no quiero. Estoy segura que conseguiré a esa persona que piensa igual que yo y que me amara de la misma forma y con el mismo pensamiento. Sé que debo ser paciente y esperar por él.

“No te conformes con lo poco, para cada mujer existe el hombre perfecto, toma un tiempo y observa cómo se acerca lo que veías imposible llegar”

Un punto final a un amor que no tiene más que contar

No regalaré mi amor a quien no sabe apreciar con madurez y detalle lo que realmente significa el amor. Ahora me acusas de insensible, de que soy una mujer fría y amargada. ¿Acaso no tengo derecho a expresar todo lo que ha guardado mi corazón durante años? Ya no seré lo que fui durante mucho tiempo a tu lado, cada quien tiene su límite y el mío mas bien se extendió, pero fue porque creía que de verdad me amabas.

Si me demoré o no en darme cuenta del daño que me estabas haciendo ya no me interesa, no quiero sumergirme en un mundo de melancolía porque de verdad no vale hacerlo por un hombre como tú. Si me di cuenta de quien eras realmente y que no eras la persona correcta para mi es lo que ahora celebraré y en lo que me enfocaré.

¿Cómo crees que podía seguir aguantando tanto maltrato? Y no me refiero a golpes físicos, sino al irrespeto frente a tus amigos, al no valorar cada detalle y trato que te daba, soy una mujer que al igual que todas merece respeto. Pero esto debe comenzar por nosotras, saber quiénes somos, y lo que valemos. Saber cuándo poner un stop a la relación, y un bozal a cualquier hombre si se pueden llamar así, que quiera menospreciarte ante cualquiera o en secreto.

Ahora que te dejé, que me fui de tu lado, continúas promulgando que soy una mala mujer, que nunca te amé por dejarte sin ningún remordimiento. Solo puedo pensar que no tienes nada de vergüenza, después de todo lo que me hiciste pasar deberías más bien de desaparecerte y reflexionar. Mientras a mí lo que me gustaría hacer es guindar una gran pancarta donde especifique tus característica y toda mujer este prevenida a no caer con un hombre como tú.

Y si tu mente aun no te da para comprender porque me fui de tu lado y estás buscando respuestas, simplemente mírate en el espejo y date cuenta de una vez por todas que necesitas ir a la escuela nuevamente y graduarte de hombre maduro. Simplemente no calificas para mí.

No quiero estar toda mi vida componiendo mi corazón una y otra vez y menos por un hombre que no sabe el trato que se le debe dar a una mujer. El respeto debe ser mutuo, no solo de uno solo y mucho menos donde el otro es menospreciado. ¡No amiga! ¡No te dejes! Ante un hombre así es mejor huir, ponle punto final a ese hombre cobarde que no sabe lo que es amar de verdad.

“Quiérete, valórate, respétate y dale tiempo al tiempo para encontrar a un hombre que de verdad valga la pena y sepa respetarte y darte todo como un verdadero caballero”

El verdadero amor siempre regresa

Siempre he pensado sobre nuestra relación que es la mejor de todas. Me di cuenta que nuestro amor se notaba a flor de piel, era una atracción que no se podía esconder, no se podía disimular, y no era que quería hacerlo, más bien quería gritarlo a los cuatro vientos.

Sé que tú también sentías lo mismo. Cada vez que nos mirábamos era una explosión de sentimientos, no me imaginaba un día en que no estuviera a tu lado, eres todo para mí. Aunque sé que nada es eterno y algo nos podría suceder, pero no quiero pensar en eso, sólo quiero vivir cada minuto, cada instante a tu lado.

“No dejes que las personas se metan en tu relación, ellos tienen otra realidad”

Sé que muchas personas nos critican, y creo que es envidia y egoísmo. Las realidades de todos no son las mismas y mientras a otros les vaya mal o bien a nosotros nos está yendo más que bien. Solo nos tenemos el uno al otro y un amor que está prosperando.

Pero de un tiempo para acá nos hemos distanciado un poco. Siempre he pensado que es normal que toda relación tenga sus problemas pero ya cuando se pasan días y semanas en una constante discusión algo no está bien, y es donde la comunicación debería fluir en ambos. Pero no todo es perfecto y hay muchas cosas que se pueden escapar, o quizás en mi caso, estamos escuchando más a los que nos rodean que a nosotros mismos.

Creo que las críticas de los demás nos estaban haciendo daño, nos estaban alejando poco a poco. Pero también teníamos parte de culpa en esto porque dejamos que muchos se metieran en nuestros asuntos, y ahora de la noche a la mañana amenazabas con terminar nuestra relación.

“Vive tu vida, vive a tu manera. Total, es tu vida, es tu decisión”

Pero esta amenaza se convirtió en una realidad, te fuiste de mi lado, sabiendo lo mucho que nos amábamos, y solo por las opiniones de los demás decides tirar todo sin importar nuestros sentimientos. Sé que tuvimos culpa por presumir tanto de nuestro amor y hacer saber lo que creíamos perfecto, pero en ese momento la felicidad no cabía en nuestro corazón y teníamos que expresarlo, porque el amor se da y se expresa con hechos.

Hace poco te vi cerca de donde estaba y a pesar de todo el tiempo que tenía sin verte mi corazón empezó a palpitar muy fuerte, él no sabe disimular lo que siente, solo tuve ganas de ir a donde estabas y abrazarte tan fuerte que jamás te dejara de nuevo. Para mi sorpresa tú también ya me habías visto y sentiste lo mismo que yo.

“El amor no se equivoca, se equivocan son las personas. Ellas fallan y eso duele”

Gracias a que nuestro amor es verdadero volviste a mí, dejaste a un lado los prejuicios de las personas y me llamaste. Supimos que nacimos para estar juntos, aunque ahora decidimos ser más prudentes frente a personas que están llenas de amargura porque su realidad es diferente a la de nosotros, y esforzarnos por ser lo más fuerte que podamos para que lo nuestro no se derrumbe por los demás.

Creo con todo mi corazón en el destino y en el verdadero amor. Así pasemos por lo peor en una relación, ese amor regresará si es para ti, y si no, hay que dejarlo ir, porque el verdadero amor llegará o volverá en algún momento.

Sin importar si ha de doler, me gusta que me hablen con la verdad

Creo que a ninguno nos gusta que nos hieran con la mentira, al menos yo prefiero mil veces una verdad que duela y no una mentira que me haga ¨feliz¨ falsamente durante un tiempo determinado y es que tarde o temprano la verdad siempre sale a la luz. ¡No nos engañemos! No existen mentiras piadosas o pequeñas mentiras, todas terminan lastimando de alguna u otra forma y lo mejor es evitarlas.

Considero que nadie tiene derecho a decir por nadie, solamente por uno mismo. Dejemos de justificarnos diciendo ¨te mentí porque no quería lastimarte¨ porque de igual forma con mentir estás lastimando. Cada uno es libre de decidir las verdades que desea enfrentar y considerar el daño que esto conlleva.

Algunas personas tienen la mala práctica de ocultar lo que dicen, piensan o hacen, tal vez porque creen que así evitan hacer daño. Pero la realidad es que no hay nada más lastimoso que la hipocresía, el que te mientan y te oculten algo. Esos actos nos hacen sentir vulnerables e incluso pequeños, nos hace desconfiar de las demás personas porque creemos que todas resultarán igual e inclusive nos crean inseguridad y difícilmente podemos volver a confiar.

«No hay nada en el mundo que lastime más que las mentiras, especialmente de las personas que amas y confías, sus mentiras duelen tanto como tu amor por ellos»

Es cierto que cada que nos lastiman adquirimos experiencia y terminamos levantándonos con más fuerza. Que la mayor parte de nuestro aprendizaje está basado en los sentimientos y emociones, en el sufrir y llorar que otras personas nos generan. Sin embargo, si pudiésemos evitar daños y dolor, seguramente lo haríamos. A veces no es tan necesario resultar heridos para aprender, pero eso no termina de comprender la mayoría de la gente, tal vez porque muchos son bastante egoístas que solo piensan en sí mismos y no en los demás.

Y cuando por fin terminan destruyéndonos y terminamos reconstruyéndonos entendemos cuan cierta es aquella frase que dice que ¨no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante¨. Terminamos por conocernos mejor y nos valoramos más. Llegamos a saber lo fuerte que podemos ser. Y así, cada vez nos es más fácil ponernos de pie cuando nos tumban.

Finalmente, cada uno debe vivir a su manera y no como los demás esperan que lo hagamos. Cada uno debe de ser libre de tomar sus propias decisiones y asumir las consecuencias de sus actos. Estoy firme en la idea de que no hay nada mejor que una persona sincera, porque precisamente ellas son las que más tienen que aportar a nuestra vida. Y aun así muchas personas piensan que alguien sincero carece de educación y tacto para hablar y decir las cosas, que carece de prudencia, tal vez porque la sinceridad puede crear confusión y es que cada uno cuenta los hechos de su versión desde su perspectiva muy personal. Pero cabe mencionar que la sinceridad no es todo aquello que sale de nuestra cabeza, ni aquello que decimos impulsivamente y sin importar el lugar y el momento.

Debemos ser sinceros conectando nuestra lengua con el cerebro para que las palabras que utilicemos sean las más correctas y adecuadas, considerando a quien van dirigidas. La sinceridad no solamente nos hace mejores personas, sino también seres leales e íntegros, dignos de buenas compañías y amistades. Desafortunadamente la sinceridad no es bienvenida por todos, algunos lamentablemente prefieren vivir en una burbuja, soportando una mentira que a la larga solo los terminará lastimando el doble que sabiendo la verdad. Pero finalmente debemos respetar las decisiones de los demás, claro, sin perder nuestra esencia en cuanto a la sinceridad.

¨No podemos tomar decisiones por los demás porque es como hacemos verdadero daño. Un daño que es irreversible y que quebranta las leyes de toda relación sólida y equilibrada¨

Y es que no hay que ignorar el hecho de que mintiendo le quitamos a las personas la posibilidad de manejar su dolor y asumir la lección que le toca aprender. Aunque es tan cierto que a muchos les duele la sinceridad porque están acostumbrados e incluso les gusta vivir en un mundo de mentiras, tal vez por comodidad o por terror a la realidad. Y en realidad el modo de vivir de cada quien es respetable, pero es de admirar una persona sincera que lo es pase lo que pase y le pese a quien le pese.

¨Sin embargo, lo malo de mentir o de ocultar la verdad es que a partir de ahí se ponen en duda mil verdades que rompen la confianza, la seguridad y los sentimientos de amor más potentes¨

Recuerda: la verdad construye mientras que la mentira destruye. Todos y cada uno de nosotros somos capaces de asumir los daños que las mentiras pudieran ocasionarnos, también somos responsables en la elección de ¨verdad o mentira¨, tomando en cuenta que en ambos casos debemos asumir las consecuencias de lo que hemos decidido. Debemos dejar de pensar que la vida es color rosa y optar por ser sinceros siempre, dándole así a las personas que nos rodean la oportunidad de crecer, superando obstáculos y adversidades.

¨En los tratos entre los hombres; la verdad, la sinceridad e integridad son de mayor importancia para la felicidad en la vida¨

Autor: Stepha Salcas – Diario De Una Bipolar

Derechos de Autor.

Alguien que conquiste a la antigua, que fanfarrones hay por millón…

Hoy en día ya no se aplica la frase ¨necesitas a un hombre para que te mantenga y te haga feliz¨ sino todo lo contrario, tanto el hombre como la mujer tienen la misma posibilidad de salir adelante y sobresalir, y lo mejor es que cada vez son más las mujeres que lo que en realidad desean es a un hombre que camine a su lado, que la ame, la respete y valore, no a alguien que la llene de regalos caros.

Y lo cierto es que ha quedado atrás ese mito que dice que para enamorar a una mujer necesitas regalarle joyas, viajes, darle lujos e incluso dinero, ahora es todo lo contario, la mayoría de las mujeres lo que en verdad necesitan es a un hombre que las comprenda, que las escuche y que las apoye en cada situación, que las hagan reír, que les demuestren su amor y cariño con una sonrisa, con un mensaje de buenos días, diciéndoles lo hermosas que se ven cada día.

Cuando en verdad quieres a una persona, los lujos y el dinero salen sobrando y los detalles son los que terminan enamorando; regalar una flor, dedicar una canción, dar chocolates, o componer un poema, ese es el amor que buscan las mujeres.

Aunque parezca difícil de creer la mayoría de las mujeres no buscan al chico rico que porte las mejores marcas, maneje auto último modelo o tenga su cartera llena de billetes, porque precisamente esos son los que no tienen idea de cómo enamorar a una mujer y solamente quieren comprar el amor con dinero, lujos y mentiras.

Ahora las mujeres buscan a un hombre que no sólo les hable bonito, si no que demuestren su amor con acciones, que les demuestren que lo que tienen no es pasajero, alguien que no habrá de romper su corazón cuando menos se lo espere, un hombre que las haga sentir que no hay nadie en este mundo más que ellas, que den hasta la vida para hacerlas feliz y para que no les pase nada.

El hombre que desee ganarse el amor de una mujer necesita invertir en ello, pero ¡ojo!, no precisamente invertir dinero sino tiempo; lo que se requiere es prepararle el desayuno o el almuerzo de vez en cuando, despertarla con un beso, darle las buenas noches, decirle halagos inesperadamente como ¨qué hermosa amaneciste, me gustan tus ojos, me encanta como tu cabello cae tras tu espalda¨, entre otros, apuesto a que pueden llegar a ser más creativos.

Las mujeres de hoy buscan estabilidad, alguien que las lleve a conocer el mundo sujetada de la mano, alguien que se arriesgue, que se la juegue, que le haga saber que es de ella y ella de él sin la necesidad de atarse y perder la libertad, un hombre divertido que no caiga en la rutina y que le haga ver que todo lo tiene, que no hay más que buscar.

Hoy ya no se impresiona a cualquiera, ya no se ganan queriendo un día sí y otro no, no se busca la perfección, ni a alguien amarrado a su pasado o que solo piense en el futuro, se busca a alguien que viva el hoy y sobre todo, que tenga bien plantados los pies en la tierra porque solo así sabrá con certeza lo que quiere.

Enamorar a la antigua es la mejor forma de demostrar tu amor por una persona, de hacerle saber que es la persona indicada para pasar toda una vida juntos. Recuerda que cada detalle cuenta y detalles no son aquellos en los que inviertes todo tu monedero sino más bien tú tiempo.

¡A mí conquístame a la antigua, que los regalos caros me los puedo hacer yo!

Autor: Stepha Salcas – Diario De Una Bipolar

Derechos de Autor.